Capítulo 9: El dilema de Chenle

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Chenle había llegado a Corea del Sur a los 12 años, por motivos del trabajo de su madre, era una oportunidad de oro para ella y su carrera, su padre no puso ninguna objeción.

Sus padres se divorciaron un año después de eso, Chenle aparentemente lo tomó bien, su madre se enfocó en su carrera como Neurocirujana, mientras que su padre creaba su refugio de animales como Veterinario y director a cargo.

La primera persona que conoció fue a un Park JiSung de 11 años en el centro de idiomas, él estaba aprendiendo inglés, mientras que Chenle coreano. El vínculo se creó inmediatamente, Chenle le ayudaba q JiSung con el inglés ya que el mayor era muy fluido en el idioma, mientras que JiSung hacía lo mismo con el coreano. Fue un trato justo para ambos y pasaron divertidas tardes del verano de aquel año. Chenle había insistido para que lo inscribieran en la misma escuela que Park, entonces pronto se habían convertido en mejores amigos.

Mejores amigos.

¿Por qué estaba recordando todo eso? En su momento de inconsciencia todo lo pasado pasó como una película en su mente.

Recordó la tarde donde dejó salir sus inquietudes como un vomito verbal frente a Donghyuck. Donghyuck había sido el segundo amigo que había hecho, ambos asistían al club de canto de la escuela y su amistad era muy estrecha. En ese entonces no vió nada erróneo en contarle al mayor sobre su gran dilema.

Narró todo de golpe, atropellando sus propias palabras, inseguro y duduso de la reacción.

Confusión ,dilema, realidad y ensoñación.

Contó todo, cómo había estado desarrollando algún tipo de atracción por alguien durante años atrás. Que era algo que no podía pasar solo por qué sí. Entonces Donghyuck entendió el camino de la conversación, y aunque en su momento el mayor se quedó callado en una muestra de apoyo, todo eso no bastó ante su radical cambio de actitud.

La opresión en su pecho fue enorme.

¿Estaba muerto? Quiso abrir sus ojos pero le eran imposibles, aunque sentía frío, y la sábanas debajo de él no eran tan cómodas, con mucho esfuerzo pudo apenas y abrirlos, la claridad le impidió hacerlo tan rápido, vio unas cortinas rodear donde se encontraba acostado, escuchaba unos sonidos irritantes y el claro olor a hospital invadió sus sentidos.

— No, escúchame muy bien Song Qian, si algo le pasa a Chenle...te juro— intentó mover sus manos pero le fue imposible, un sonido metálico calló a su padre, sus manos estaban inmovilizadas con unas esposas. Las cortinas fueron abiertas lentamente, mostrando a su padre, se veía cansando, sus ojos hinchados y con pequeñas marcas debajo de los mismos.

— Mi pequeño ¿Cómo te sientes?— se acercó hasta el para acomodarle su cabello que estaba tapando levemente su visión. Quiso hablar pero le fue imposible, se sentía muy sedado.— No te esfuerces, llamaré para que te revisen.

Pronto el personal entró, mientras la enfermera miraba sus signos vitales, una doctora moritoneba su estado emocional. Luego lo dejaron solo, el silencio absoluto de la habitación lo hizo escuchar las palabras de la doctora.

— Todo está bien señor Zhong, antes no lo habíamos movido por su petición, pero ahora que recobró la consciencia lo mejor será moverlo al área de psiquiatría.

¿Psiquiatría? Pero él se había desmayado, por qué rayos lo enviarían a ese lugar así si él se encontraba bien. Quiso liberar sus manos para poder ir con ellos, jaló tan fuerte que un dolor punzante recorrió su espalda, sus brazos dolían mucho y la fricción que estaba haciendo con el metal lo empeoraba. El constante sonido hizo que los adultos volvieran junto a él para tratar de tranquilizarlo.

Su padre tomó sus brazos para que dejará de moverlos, pronto su mirada llena de desesperación se topó con la del adulto.


I. Porque los amigos también lastiman.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora