Capítulo 3: Chenle el exagerado

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Después del incidente de su cumpleaños, Chenle había comenzado a cargar una gran piedra encima de él. Todas las palabras lo lastimaban, como pequeños fragmentos de vidrios,  encajandose en cada parte de su corazón. Las acciones de rechazo lo hacían lagrimear.

Todo le afectaba, como siempre él siendo tan exagerado.

Se sentía como caminar en una cuerda floja, todos estaban incoformes con él.

A veces, solo a veces, se sentía morir por dentro, su estómago se contraía al ver las miradas de desprecio y enojo por parte de Jeno, quería vomitar por la indiferencia de RenJun. Quería quedarse sordo por las hirientes palabras de Jaemin, y ni hablar de Donghyuck.

Tal vez lo que más dolía era el silencio de Mark y JiSung.

¿O tal vez solo estaba siendo un exagerado? Exagerado por sentirse así, por permitirse ser sensible y dañarse el mismo tomando en cuenta las palabras de los demás, no poder procesar las bromas. Y era aún peor cuando llegaba las noches y el sueño no podía llegar a él, si ropa comenzaba a incomodarle, sentía cada hilada de él y el calor se volvía insoportable, sus pulmones simplemente no servían, su pecho estaba alborotado. Cada palabra se oían escandalosas, cada una de ellas. Sus manos temblaban en su rostro, queriendo que las lágrimas regresaran a su lugar, queriendo dejar de sentirse así.

Cuando el sol se asomó, Chenle no había dormido ni un segundo, con sus audífonos se levantó para prepararse para clases, trató todo lo posible para verse presentable. Maquilló su rostro y arregló su cabello, sonrió forzosamente frente al espejo de su baño.

Se veía horrible.

— Ya Chenle ¿Qué te pasó en el cabello?—El nombrado fue interrogado al llegar a la mesa en la hora del almuerzo.

—Lo planche un poco.

— Woah, ahora sí tendrás una novia.—bromeó Jeno.

— Ahora le falta cambiar su forma de hablar. Chenle ¿Te has dado cuenta de cómo hablas? No entiendo la mayoría de cosas que dices. Has vivido como qué ¿5 años aquí? Y sigues teniendo ese acento extraño.

— Y ni hablemos de su voz.

El pelinegro mordió su mejilla con tanta fuerza, evitando derramar alguna lágrima y escondiendolo con carcajadas.

—¡Jaemin! ¡RenJun! ¿Qué les pasa? ¿Por qué tratan así a Lele?

— JiSung, deja de ser un niño, estamos bromeando, Chenle se está riendo. 

—Sí Sung, no te preocupes, solo son bromas.— calmó al menor con sus palabras.

Cómo le gustaría confiar en sus propias palabras.


I. Porque los amigos también lastiman.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora