Una especialista para el Ceo (EXTRACTO GRATUITO)

Capítulo 2 «Nadie muere de amor, o eso dicen» parte 2

Dos horas y muchos tragos después, Adeline apenas si podía mantenerse consciente. Todo le daba vueltas y no podía enfocar la mirada. A principio, se le acercaron varios hombres que ella pudo dispensar, pero luego, ya se encontraba demasiado embriagada para deshacerse de ellos.

—¡No quiero!

—Vamos bella, solo quiero beber contigo.

—¡Déjame en paz!

—¿Por qué te haces de la difícil? —preguntó el acosador.

—Ya déjame —gritó al notar que el hombre la sujetó por el codo, intentando llevarla a otro lugar.

—Suéltala —dijo el bartender.

—Amigo, esto no es tu problema, así que no te metas.

—Es mi bar, así que es mi problema. La chica no quiere ir contigo ¡Suéltala!

—¡Haz la vista gorda y ya!

—Es menor de edad —mintió— ¿No querrás que llame a la policía verdad? —el acosador lo miró muy serio y luego soltó a Adeline— Eso pensé —agregó sarcásticamente.

—Ven chica, creo que ya es hora de ir a casa.

Su salvador tomó el número que le habían proporcionado y llamó al celular, le atendió una mujer.

—Hola, ¿quién habla?

—Hola, llamó del bar Irish, una chica me dio este número, está muy borracha.

—¿Quién?

—No sé, un segundo... ¡Oye chica!, ¿Cómo te llamas?

—Yo... soy Adeline.

—Dice que se llama Adeline.

—¡Dios mío!, ¿Qué diablos hace ella en un bar a estas horas?

—No sé, necesito que vengan por ella.

—Entiendo, iré por ella ahora mismo.

—De acuerdo —colgó y miró a la pobre mujer que apenas se sujetaba en la barra, «Es muy joven» pensó.

Media hora después, Jenny llegaba al bar Irish y encontró a su amiga hecha una mierda. Después de lo que le pasó, creyó que ella estaría en casa, llorando ríos de lágrimas. Sin embargo, estaba en un bar como si acabase de tener su despedida de soltera.

—Adeline, ¿me escuchas? —le dijo sujetándola por los hombros.

—¿Jenny?, Oh Jenny, ¿Qué haces aquí?, ¿También te botaron?

—¿Qué?

—Ya hace un buen tiempo que no dice nada coherente —escuchó a alguien mencionar a su espalda. Se giró y quedó estupefacta.

—¿Tú eres quien llamó? —preguntó cuándo se recuperó de la impresión.

—Sí, soy el dueño del bar.

—Ah, ¿Qué bebió?

—Hummm, un poco de todo, quería embriagarse.

—Supongo que su plan resultó, Soy Jennifer Baker —le extendió la mano.

—Matthew Morrison —respondió al darle la mano— Tu amiga necesita ayuda para llegar a casa —agregó al ver que Adeline se balanceaba.

—Me encargaré de ella, muchas gracias.

—Sin problemas.

—¿La cuenta?

—Ya está pagada, pagó por adelantado —agregó.