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Billie durmió bien esa noche.

Y las siguientes.

A pesar de que seguía teniendo ese pésimo horario para dormir, ahora no se quedaba despierto hasta que la ansiedad y la angustia terminaban por agotarlo, ahora sus noches eran para hablar con Kevin y se estaba acostumbrando a eso, le gustaba, de hecho.

A veces tenían largas llamadas en donde los temas de conversación jamás terminaban y, cuando lo hacían, era porque Kevin se quedaba dormido, él sí tenía un horario de sueño común y se dormía temprano, por lo que a veces Billie se quedaba hablando solo, pero era adorable ver la cara de Kevin completamente relajada y respirando pacíficamente. 

Definitivamente, quiere acostumbrarse a eso.º

- Es extraño hacer esto cuando literalmente estamos a solo un piso de distancia.- Dijo Kevin mientras se podía ver en la pantalla como apoyaba su plato con comida en la mesa frente a su teléfono para que Billie lo viera, el menor se sentó en la mesa y, antes de siquiera dar un bocado, preguntó.- ¿Tú no comerás nada?

Billie apretó los labios antes de responder, no iba a decir que su alimentación era una mierda y que solo comía cualquier cosa que encontrara, muy de vez en cuando pedía algo a domicilio pero lo dejaba por la mitad o menos.

- No tengo hambre.- Respondió Billie.

- Ahora que lo pienso, jamás te ví meterte algo a la boca.

- Eso suena mal.- Billie soltó una risa luego de decir eso, pero luego se confundió cuando Kevin volvió a levantarse de la mesa.

- Pero es cierto, así que espero que te las croquetas y el arroz, porque eso te llevaré.

- ¿Llevarme?

Billie podía ver a Kevin en el fondo de la cocina buscando cosas y probablemente el menor no lo había escuchado.

- No vendrás para darme comida, Kevin.

"Esa es la última humillación que necesito."

- Es tu día de suerte porque también tengo jugo.- Dijo Kevin, ignorando completamente lo que Billie le dijo.- Nos vemos en unos minutos, cariño.- Y colgó la llamada.

¿Lo había llamado "cariño"?

Billie se encontró completamente descolocado, no supo por cuanto tiempo se quedó tonteando con eso ya que el sonido del timbre de la puerta lo sacó de sus pensamientos, luego se encontró a Kevin con tuppers.

- ... ¿Es en serio?

- Solo hay que calentarlo y estará listo.- Kevin entró con completa confianza al departamento de Billie, cosa que sorprendió al mayor pero tampoco le molestó, solo lo siguió con la mirada hasta que este se fue a la cocina y luego cerró la puerta.

El mayor caminó hasta la cocina y se recargó en el marco de la puerta, observando como Kevin caminaba con total libertad por su propia cocina, buscando los platos mientras simplemente calentaba la comida en el microondas.  

- No puedes tener esta cocina enorme en este departamento enorme y no usarla.- Dijo Kevin mientras sacaba la comida y la ponía en los platos.

- No suelo cocinar.- Respondió Billie mientras seguía recargado en el margen de la entrada, pero ahora con los brazos cruzados.

- Y ahora me enteré de que tampoco sueles comer.

- Bueno...- No sabía que responder a eso, era cierto.

- Descuida, al menos con eso ahora tengo una excusa para venir a visitarte más seguido.- Interrumpió el menor mientras salía de la cocina y pasaba por al lado de Billie, quien jamás dejó de seguirlo con la mirada y, por supuesto, lo siguió al salir de la cocina.

¿Cómo no iba a querer acostumbrarse a eso?

Se sentía bien.

(k + b)Where stories live. Discover now