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Se sentía bien estar con Kevin.

Desde aquel día en el que el menor le trajo comida, las visitas se hicieron más recurrentes y no solo para que Kevin se asegurara de que Billie comiera, si no para pasar el rato y a ambos les gustaba mucho más eso que verse por una pantalla.

- Cocinas bien, sinceramente, me sorprende.- Responde Billie mientras está dando vueltas alrededor de Kevin, era más que nada porque se sentía algo culpable, Kevin había tomado la costumbre de cocinarle en su propia cocina y Billie sentía que no estaba siendo buen anfitrión, se supone que era SU casa, él debía hacer sentir bien a Kevin allí.-¿En serio puedes tu solo? Podría ayudarte.

- Billie, eres pesadísimo cuando te lo propones. - Se quejó Kevin mientras intentaba ignorar la mirada de el mayor sobre él. Suspiró y se dió vuelta.- ¿Quieres ayudarme? Prueba la salsa.- Le dió una cuchara.

Billie miró la cuchara y luego a Kevin, era humillante que lo tratara así, pero aceptó la propuesta. Tomó la cuchara y se acercó a la olla en donde se estaba preparando la comida, buscó un poco con la cuchara y luego lo probó. Su expresión se abrió en grande y miró con sorpresa a Kevin.

Tenía un sabor increíble.

El menor rió con gracia y ternura cuando vió a Billie, parecía un niño e irónicamente él era mayor que Kevin.

- Hm, tienes algo...- murmuró Kevin algo bajo, acercándose y levantando su mano para limpiar con su pulgar la comisura derecha de los labios de Billie, que había quedado un poco de salsa.

Iba a separarse si no fuese por la mirada de Billie que estaba clavada sobre él, sin ninguna expresión, ni de disgusto pero tampoco de gusto. El mayor lo había descubierto mirando sus labios y Kevin sintió una gran vergüenza, esperaba que Billie lo alejara y dijera algún chiste con referencia a la homosexualidad como en algún momento llegó a hacer, pero en este caso no pasó.

Kevin se acercó un poco más pero Billie se alejó, sin darse cuenta que apoyó su mano en la estufa de la cocina, quemándose la mano. El mayor se asustó, dando casi un salto para alejarse y casi se tropieza, si no fuera gracias a Kevin que lo sostuvo, poniendo una mano en su espalda.

Billie no podía más con la tensión, ya había pasado suficientes momentos humillantes, uno más ni siquiera importaría. Sin dudarlo un segundo, puso sus manos en las mejillas de Kevin y lo atrajo para besarlo.

Sintió como un peso se iba de encima cuando Kevin lo rodeó aún más con sus brazos para que no se separasen, ahora con ambos brazos e incluso bajando hasta la cintura del mayor. Ambos se sentían muy bien en ese momento y no querían separarse, más que nada para mantener ese sentimiento y no arriesgarse a tener una charla incómoda luego, pero tuvieron que separarse cuando el vapor en la olla comenzó a ser más notorio.

Se separaron y ambos pudieron notar una sonrisa en el otro.

- Deberías volver a cocinar.- Murmura Billie, aunque sus palabras no concuerdan con sus acciones ya que tampoco se separó de Kevin, aún con sus manos en las mejillas de Kevin.

Kevin apretó un poco más el abrazo y luego lo soltó para seguir cocinando. Ambos no tenían muy en claro lo que había pasado o qué se supone que pase luego de esto, pero estaban bien de esa manera. Juntos.

Ambos eran una gran ayuda el uno para el otro.

(k + b)Where stories live. Discover now