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Billie's pov.

Ese mensaje lo dejó completamente atónito y confundido, ni siquiera terminó la sesión de fotos que debía hacer luego de la entrevista por la angustia que había comenzado a sentir. Siempre se habían llevado pesado, molestándose y diciéndose ese tipo de cosas, pero ahora había sido de la nada y le preocupó.

Adrienne notó su preocupación.

- Tu cara cambió por completo ¿Estás bien?

- Debo ir a casa, te contaré luego.

Adrienne asintió apretando los labios y solo dejó que se fuera, no pudiendo ignorar la velocidad con la que Billie salió del lugar.

Billie llegó hasta su coche e inmediatamente sacó su teléfono para llamar a Kevin, en los primeros intentos la llamada era rechazada a los pocos pitidos, pero Billie no iba a rendirse así de fácil. Siguió llamando mientras encendía el motor de su coche, si no le respondía, esperaba encontrarlo en el departamento.

Claramente no lo encontró.

Su última opción era encontrarlo en el piso de abajo, el departamento que su banda había rentado pero al tocar la puerta nadie contestó, no era como si estuviesen todo el tiempo allí, Kevin le había contado que era en realidad un lugar para guardar sus cosas para que estén seguras y ensayar. 

Volvió a su departamento y se encerró allí, era como si hubiese vuelto en el tiempo y todo el dolor y el sufrimiento que había estado sufriendo hace unas semanas y ahora siendo más fuerte e intenso, además de que la incertidumbre tampoco ayudaba. Billie se sentía tan inútil. No pudo pelear por él mismo antes, ahora menos podría pelear por Kevin.

Se encerró en su habitación y caminaba mientras buscaba sacarse sus zapatos, pero se cayó en el intento y no se molestó en levantarse del suelo, su mejilla chocó contra el suelo frío y se quedó allí. 

Su vista se centraba en la oscuridad que había debajo de su cama, un lugar en donde nunca llegaba la luz, aunque algo llamó su atención. Se arrastró y estiró su mano debajo del mueble hasta que agarró eso que tenía un pequeño brillo por el reflejo de la luz. Era una púa.

La miró mientras se recostaba boca arriba y al darla vuelta pudo reconocerla al instante, no era cualquier púa, era la que se había llevado cuando Kevin le prestó su guitarra por primera vez. Nunca había recordado dársela de vuelta, siempre había dejado para otra ocasión devolverla hasta que pensó que la había perdido.

Billie se levantó automáticamente y recién comenzó a cuestionar qué estaba haciendo cuando volvió a estar en frente del departamento de Kevin, aún tenía la púa agarrada entre sus dos dedos y sabía que era probable que Kevin no esté allí, pero, aún así, deslizó la púa por debajo de la puerta.

No sabe si hizo lo correcto, ni siquiera sabe por qué lo hizo, solo lo hizo en una forma de que Kevin no se olvidara de él o una forma para que él no recordara a Kevin al volver a recostarse en su habitación.

Escuchó como la puerta de abría y se encontró con Kevin, quien ahora tenía la púa en su mano. La cara del menor cambió de una curiosa a una algo seria, pero se lo notaba expectante y ahora Billie sabía que tenía que decir algo, pero no sabía qué decir.

- No sabía que estabas aquí... 

Kevin apretó los labios, él esperaba que Billie hablara de sobre el mensaje, pero no dijo nada más, solo se quedó callado.

- Gracias... Hace rato que estaba buscando la púa, había perdido las otras.

- ¿Están ensayando? No escuché nada, lamento si molesté.- Dijo Billie luego de unos segundos llenos de un silencio incómodo.

- No, estoy aquí porque me llegó una queja por el ruido y mudaremos las cosas a otro lugar... No sé cómo no me lo imaginé ¿Tú alguna vez tuviste alguna molestia?

Billie tragó saliva.

- No.

- Bien... Debería volver a empacar.

El mayor solo asintió con la cabeza y, luego de otros segundos incómodos, Kevin cerró la puerta en su cara. Billie se dió vuelta y volvió a subir a su piso, pero ya no estaba pensando en alguna forma de arreglar su "relación" porque, después de todo, ni siquiera era una. Fue solo algo pasajero, pero seguía teniendo ese sentimiento de dolor en el pecho pensando en lo que pudo haber sido. Una presión en el pecho que ahora no lo dejaba ni levantarse, ni aunque su espalda ahora doliese por el frío de la madera de la puerta contra ella.

Eso había sido solo una tonta confusión, tal vez había una forma de repararla; Con desesperación buscó su teléfono, ¿alguna conversación con Adrienne tal vez funcionaría? Que demostrara que ellos ya no estaban juntos.

Buscó el chat de Adrienne... Y no habían conversaciones recientes, solo llamadas, no servían.

Buscó el chat de Kevin y ni siquiera estaba, tal vez el menor había borrado todo en un momento de molestia.

Quería encontrar algo, necesitaba algo que sea suficiente para que Kevin no creyera que él era un mentiroso o un aprovechado. Y en toda esa desesperación volvió a bajar por la escalera para ir de nuevo a la puerta de Kevin. Se encontró con una hermosa sonrisa.

Una hermosa sonrisa proveniente de la agente de ventas que le mostraba el departamento a una pareja que intercambiaba miradas luego de verlo. 

Billie hizo una mirada de confusión y antes de que pudiera decir algo, alguien lo llamó.

- ¡Señor Armstrong!

El llamado se dió vuelta y vió que era la doctora que hace tanto no veía.

- Que bueno que haya despertado.- Dijo mientras lo agarraba del antebrazo para ayudarlo a caminar con precaución. Billie recién ahora estaba notando lo que le costaba caminar derecho y ahora sentía dolor en sus brazos.

- ¿Despertar?

- Llevaba dormido como 2 días y ni siquiera se despertó con el ruido de la mudanza del piso de abajo.


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⏰ Last updated: May 19 ⏰

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