Rafael POV
No, maldita sea, ¡no debía de acabar así! Nunca quise hacerle daño. No puedo creer que esté llorando por mi culpa. ¿Qué he hecho...?
¿Cómo puedo siquiera pensar que puedo arreglar las cosas si sigo actuando como un idiota? No fue él quien se equivocó, fui yo. Seguí con esta farsa sin pensar en lo que estaba causando, nunca debí jugar con sus sentimientos. Estoy seguro de que me mintió, esa no era la mirada de una persona arrepentida. Él nunca huye, incluso cuando los retos parecen imposibles, él siempre lo intenta. Si ahora actúa así, debe ser porque tiene miedo de mi reacción. Fui ciego al no darme cuenta antes, Leo nunca hace nada sin una razón. No quiero que se rinda precisamente esta vez. Creo que ya entendí porque me siento así, solo espero que no sea demasiado tarde.
"¡Maldita sea!"
Aún no sé cómo voy a hacerlo, pero tengo que intentarlo. Ahora que ya no necesito pensar, mis piernas empiezan a correr por reflejo. A cada paso siento que los latidos de mi corazón se aceleran y, cuando llego frente a su habitación, estoy seguro de que él sigue allí. Ni siquiera intento tocar, sé que probablemente no abriría la puerta por voluntad propia, así que mi mano va directa al pomo. La sorpresa y el alivio que siento cuando me doy cuenta de que la puerta no está cerrada con llave son indescriptibles.
Cuando entro, enseguida noto que él también parece sorprendido, probablemente la dejó abierta por error. Nunca le había visto los ojos enrojecidos por las lágrimas, nunca podré perdonarme por haberle hecho esto. Cierro la puerta tras de mí y levanto las manos en señal de rendición, no quiero forzarle de nuevo, pero no puedo esperar más. Estar aquí de nuevo me pone nervioso, pero ahora mismo no querría estar en ningún otro sitio: "Antes de que me eches, al menos escucha lo que quiero decirte. No hace falta que me digas nada si no quieres, sólo te pido que me des unos minutos"
Al principio parece dudar, pero luego veo que asiente débilmente con la cabeza. Nunca ha negado una segunda oportunidad a nadie y me alivia que quiera dármela a mí también.
"No tiene sentido que use tantos giros, ambos sabemos que no soy capaz de hacerlo. Para empezar, quiero que sepas que no me creo lo que me acabas de decir, como tampoco me creo que quieras que me aleje de ti. En estos dos meses has cambiado y el mérito o la culpa es mía, pero yo estaba demasiado metido en mi estúpida broma como para darme cuenta de esos pequeños mensajes que me enviabas. Sólo ayer empecé a juntar todas las piezas, cuando sin querer te llevé hasta tu límite. Fui demasiado lejos, fui insensible. Lo que tú hiciste, en cambio, fue valiente, de verdad, y me dejó confundido, no me lo puedo sacar de la cabeza. Tengo mis dudas de por qué es así, pero quiero estar seguro antes de hacer más estupideces y sólo hay una forma de saberlo"
Definitivamente he captado su atención. Mientras camino hacia él, siento que por fin he tomado la decisión correcta. Ya no quiero titubear, no importa lo que él piense de mí. Me detengo frente a él, sin perder nunca el contacto con sus ojos, y reduzco mi voz a un susurro: "Hazlo otra vez"
Jadea y abre mucho los ojos, como me esperaba: "Pero ¿qué dices?"
"Sabes muy bien lo que quiero decir. Bésame, como hiciste ayer"
Supongo que no se esperaba que fuera tan directo y trata de dar un par de pasos hacia atrás para alejarse, pero yo ya estaba listo para agarrarle la mano y detenerlo. También intenta apartar la mirada, pero esta vez soy yo quien le envuelve la cara con las manos para obligarle a mirarme: "Esta vez no bromeo. Si no lo haces tú, que sepas que lo haré yo"
Veo que sus ojos tiemblan y empieza a morderse de nuevo el labio inferior, probablemente está muy indeciso sobre si debería concedérmelo o no. Nunca pensé que diría algo así, pero es malditamente sexy cuando hace eso. Hubiera preferido que él eligiera si hacerlo o no, pero no puedo resistirme más.
Cierro los ojos y junto nuestros labios. Sólo tardo un segundo en darme cuenta. No era una ilusión, realmente había sentido esa sensación, como un fuego artificial. Al principio noto su cara rígida, pero cuando comprende que no tengo intención de separarme, por fin consigue relajarse y el beso se vuelve aún más agradable. Cuando él también empieza a corresponderme, sólo hace falta un instante para que se vuelva más intenso. Sus brazos me rodean el cuello y yo no puedo evitar atraerlo con fuerza hacia mí.
Cuando nos separamos, su expresión ha cambiado por completo. Ahora tiene los ojos firmes, la respiración acelerada y las mejillas sonrojadas. Es una imagen que quita el aliento: "Creo que te debo una disculpa por la forma en que me comporté y por no entender lo que estaba pasando. Debería haberlo hecho ya ayer"
"No más palabras, no pares"
"Vaya, alguien aquí está realmente desesperado"
"Lo dice el que sigue persiguiéndome por toda la guarida"
"Porque tú sigues intentando escapar"
Jamás podré parar de burlarme de él, sus expresiones son adorables.
"Entonces, ¿vas a besarme o tengo que hacer todo yo solo?"
Wow, no conocía esta faceta suya. Me vuelve loco: "A la orden, líder"
Y pensar que ésta era sólo una de las innumerables maneras que había ideado para molestarlo, ni siquiera recuerdo por qué decidí fingir que estaba interesado en él. Había imaginado una infinidad de escenarios posibles que esto podría causar; algunos embarazosos, otros ridículos, y muchos más cómicos, pero esto, nunca me lo habría esperado. Aun así, ahora no podría pedir un final mejor.
De acuerdo, lo admito. Me he enamorado de él.
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¡Ultimo capítulo en llegada! :3
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Un juego retorcido
FanfictionRafael siempre ha buscado las formas más diversificadas y fantasiosas de fastidiar a Leonardo, pero esta vez puede que haya ido demasiado lejos, provocando una reacción totalmente inesperada. Aviso: yaoi fanfiction leoxraph La idea de base surgió de...