En la penumbra de la fría ciudad,
mi mente vuela en busca de libertad,
dejo atrás el ruido y la rutina,
me sumerjo en sueños, mi alma divina.
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•One shots cortos/largos, depende del pedido.
• Cualquier personaje que pidas, ya sea de...
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Situación- como evitar que tú novio del dojo rival te masacre.
Advertencias- allanamiento de morada (no explícito)
Pareja- hombre x hombre.
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Ríe con ganas observando a Tory hacer lo que sea que esté haciendo, poses, muecas o en sí cualquier estupidez que cause gracia. Lo consigue y rápido.
Avisa sobre un altercado en la casa de los LaRusso, desean entrar pero solamente Nichols y el, Keene. Acepta, su novio está ahí, es de la familia después de todo.
Pero, al final no desea irrumpir, propone que el aceche hoy, por la mañana del siguiente día ambos irán. Tory acepta rápidamente, le parece buena idea.
Frente a la ventana de su chico decide no verse sospechoso frente a la chica Cobra, evita tocar y solamente entra, como delincuente.
Una última sonrisa antes de desaparecer de su visión, mira con interés esa habitación, había estado ahí varias veces pero nunca observó más que a su chico, únicamente a el. No a la habitación, ahora se da cuenta que es bastante ordenada y pulcra.
Husmea un poco más, encuentra su armario y, por más horrible que parezca decide abrirlo, encuentra una camiseta suya apartada de las demás, unas tres más de su lado, como si tuviera un espacio en su clóset para el.
Sonríe con cariño, era lindo.
La puerta se abre y rápidamente se mueve, es oscura, la habitación es oscura pero sabe que lo miro.
Enciende la luz y solo observa un puñetazo dirijido hacia el, lo recibe en la mejilla por lo difícil de ser. Toma el rostro de su novio con delicadeza, intenta que lo mire.
Lo hace, LaRusso parece apenado y rápidamente deja sus labios sobre la herida en su ceja. Le arde pero no lo suficiente como para que se ponga a llorar.
--- ¡Dios Keene! ---parece asustado, lo comprende--- me mátaste de un susto, ¿qué te ocurre? normalmente tocas o esperas ahí en la ventana.
Está avergonzado por lo que dirá, pero está dudoso.
--- Tory me invitó a robar esta casa, no lo sabe ---elevo sus hombros, busca bajar la culpa--- ¿me das un beso?
La sonrisa vuelve, más pequeña pero ahí esta, le da un 'por supuesto' antes de pegar sus labios con los propios, los siente cálidos y logra diferenciar los panqueques especiales que hace Daniel.
Sonríe endulzado con el beso, bajo su mano hasta su camisa para apretarla, es dulce y relajante. El alejamiento lo aturde, detesta esa sensación nada satisfactoria.
Deja que su cabeza repose en el hombro de su chico de ojos lindos, huele aquel perfume que acostumbra a usar, es un aroma que droga. Alguna vez se drogo pero descubre que este aroma es el más adictivo de todos.
--- ¿Robert? ---ama como suena su nombre en su boca, completo y sin ese estúpido apodo que la mayoría acostumbra a usar.
Murmura un leve '¿sí?', no despega su cabeza de ahí.
--- Sentemonos, por favor.
Acepta, camina hasta la cama del chico se acuesta y se deja descansar ahí, siente la cama hundirse, unos brazos cálidos lo envuelven, se siente a salvo.
--- Te amo ojitos lindos.
Espera su respuesta, la desea.
--- Te adoro mucho más chico mío.
Descubre que así, evita ser masacrado por su novio del Dojo rival.
Y lo amó.
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