Alegría se acerca, con ese optimismo de siempre. No tan rápido, avanza con cuidado, intentado pasar por desapercibida pues, la felicidad llega antes de darnos cuenta, pero, Mario ya había gastado su energía para sonreír y contentarse haciendo el delicioso café, que para colmo, había bebido hasta la última gota de odio que el mismo preparó.
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—«Deberíamos recordar los buenos momentos —dice Alegría—, no estás siendo empático contigo mismo. Vamos, te lo mereces Corazón»—
—¡Claro!, es fácil decirlo cuando no eres testigo de acto atroz como la mentira de un "Dios" en el que creí. ¿Cuál era la necesidad de hacerlo?, que inhumano, que inmoral. ¡JA!, ¡te vi por un pequeño agujero!, y aún así ¿Seguirás negándolo?. ¿Quieres que te relate tus crueles mentiras, y que te recalque tus fechorías?. Te mostraré el pequeño agujero que dejaste, por el cual te vi, si, por el cual me di cuenta de lo horrible que eres.
Oh, ese pequeño agujero, por el cual, indudablemente, caí, y toqué fondo...
Que lástima doy. Aún siendo el más afectado, ¿Qué es lo primero que hago? perdonarte, que tonto
Te perdono, también me perdono a mi mismo, pero debes comprender, que esto no es una reconciliación cariño, es una despedida.
El perdón también es una despedida, una forma de decir adiós y de dejarlo todo atrás —y empezar de nuevo—
—¿No te da miedo? —dice Temor...
Pd: he estado ocupado con algunas cosas personales, por esa razón, descuido los escritos
