• Parte sin título •

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Muy bien Emma, piensa...

La situación es algo complicada, pero no difícil de superar, has pasado por cosas peores ¿no?

Complicada no sería la palabra más acertada, peligroso en cambio sí y de hecho este era el atentado contra su vida más reciente de los últimos años, antes de este fue la vez en que casi la atropella un camión.

Escenario actual: secuestro?

El signo de interrogación es porque realmente no comprendía del todo su situación; la habitación pintada de un blanco tirando a rosado sumado a la amplia ventana al costado de la cama (que por cierto es extremadamente cómoda) le daban una pequeña sensación hogareña. Sus ojos se desviaron rápidamente a una molestia en su pie dándose cuenta que tiene un grillete con una cadena exageradamente larga unida a la pared.

Suspira derrotada.

Ahora, recapitulemos ¿qué hizo antes de despertar en este lugar? No lo recuerda, ni siquiera puede recordar con exactitud la ropa que llevaba puesta el día de ayer ¿siquiera era un "ayer"? ¿Cuánto tiempo llevaba dormida?

—Sobrecarga de información —dijo antes de tirarse en la cama— es demasiado para mi cerebro—miro al techo blanco— pero no es como si pudiera hacer algo de todos modos — cubrió sus ojos con sus manos, en un vago intento de despejar su mente ¿Qué más podía hacer?

No puedes rendirte tan rápido Emma ¡tienes una vida por delante!

Se incorporó rápidamente cerrando sus puños con determinación, la luz del sol ocultándose le llamo la atención y dirigió su vista hasta la gran ventana, frente a ella el inmenso mar que se extendía por el horizonte ¿Cómo no escuchó las olas golpear contra las rocas? Es un sonido que en otro momento seria realmente hermoso, ahora solo le parecía completamente espeluznante.

Solo entonces pudo darse cuenta de algo...

No vive cerca al mar.

—¿Te gusta la vista? — su cuerpo se heló al escuchar esa voz sonaba extrañamente familiar, al voltear a verlo supo rápidamente quien era. Ray, uno de los clientes habituales en la cafetería donde trabaja a tiempo parcial. —¿No te alegra ver una cara conocida? —el rostro de Emma palideció, ¿este chico siempre había sido tan aterrador?

Aunque había hablado con él en algunas ocasiones realmente no conocía mucho de Ray; iba de vez en cuando a la cafetería a estudiar, también recuerda haberlo visto una que otra vez paseando por el parque o cerca de su universidad.

—Te traje la cena —Ray dejo el plato en el escritorio junto a una botella de coca helada todo bajo su atenta mirada desconfiada— No me mires asi pequeña... —lo vio cubrirse la boca con una mano, sonriendo como si estuviera feliz de verla tenerle miedo.

Se abrazó a sí misma tratando de protegerse, de alguna forma.


✩₊˚.⋆☾⋆⁺₊✧


La rutina de siempre; despertar, desayunar, universidad, almuerzo, tarea, dormir y el ciclo se repite como un bucle. Todo era tan monótono en su vida que lo aburría.

Al menos lo era.

Hasta que la conoció.

Emma <3

Eran principios de primavera cuando Norman le conto sobre una cafetería cerca de su universidad, curiosamente él ya había pasado varias veces frente al local, pero nunca le llamo realmente la atención hasta que su amigo albino le pidió que lo acompañara. Norman era alguien quisquilloso con el café al menos, asi que era sumamente raro que este lo invitara personalmente a beber uno en un lugar que no era su casa.

El establecimiento no era tan llamativo, simple diría él, quizá la carta seria novedosa... pero tampoco parecía tener nada especial, se sentaron en una de las mesas cercana a la ventana y esperaron a que los atendieron, la espera no fue larga.

—Buenas tardes, mi nombre es Emma ¿están listos para ordenar?

—Ah, si —Ray giro la carta para mostrarle exactamente lo que quería— un macchiato y... —Oh dioses, cuando levantó la mirada se encontró con unas hermosas joyas esmeraldas viéndolo atentamente, lo hizo olvidar por completo lo que iba pedir— y... —podía sentir claramente sus mejillas ardiendo.

—¿Se encuentra bien? —el tono de preocupación en la voz de Emma lo hizo salir de su trance rápidamente.

Su corazón latía con rudeza en su pecho ¿por qué?

—Y un pastel de chocolate... porfavor —la linda chica tomó la orden de Norman y les sonrió dulcemente antes de dar media vuelta.

Pasaron varios minutos antes de que Emma volviera, mientras tanto, no podía dejar de sentir la mirada de Norman sobre él.

—Que me ves ¿quieres una foto mía desnudo? —Pero el albino no dejaba de sonreírle como si supiera algo que no debería saber.

—¿Por qué estas tan rojo? Será que te gustó la... —Antes de que siguiera hablando le lanzo una servilleta a la boca— ¡Ray! ¡Oh amigo mío, tuviste un amor a primera vista!

Lo miro de reojo cruzándose de brazos y ya que su querido amigo no pararía de molestarlo decidió ignorar lo que sea que Norman le estuviera diciendo.

En algo debía darle razón y es que no podía olvidar su sonrisa... Oh la sonrisa de esa chica era tan angelical que solo brillaba aún más en su memoria.

Ni siquiera le prestó atención al sabor del café, su mirada y sus pensamientos estuvieron centrados en todo momento hacia la chica de hermosos ojos esmeralda llamada Emma.

Desde entonces solía ir casualmente a verla, poco a poco fue dándose cuenta que su amor hacia ella crecía cada vez más, Emma siempre le sonreía dulcemente. Cuando la vio en su universidad, su corazón saltó de alegría. Aunque Emma a diferencia de él siempre estaba rodeada de un montón de personas, eso no importaba, él y ella tenían algo especial, claro que lo tenían, ellos estaban predestinados a conocerse y enamorarse.

Emma apenas y sabia de su existencia mientras él comenzaba a fantasear con que ella también sentía lo mismo a pesar de nunca haber entablado una conversación.

Comenzó a seguirla, a todas partes, a donde sea que fuera, se aprendió sus rutinas, su color favorito, sus sueños, sus metas, y se enamoró de cada célula de Emma. Todo estaba bien, él estaba bien con verla desde lejos, ¿o no?

En algún punto de su enfermizo amor el simple hecho de verla ya no era suficiente, quería tocarla, tenerla cerca, quería... que ella solo lo viera a él.

No estaba orgulloso de sus pensamientos repulsivos, ¿pero que podía hacer? Cada día que pasaba se sentía aún más sofocado por la simple idea de que otras personas la vieran.

Secuestrarla...

¿Por qué no?

────── ⋆⋅♡⋅⋆ ──────

Buenas.

Me da pena volver a escribir después de mucho tiempo, pero me vino esa idea a la mente y quise escribirla. No tendrá titulo ya que realmente no le encuentro mucha coherencia.

Pasaron muchas cosas, ya hasta soy mayor de edad jijiji

¿Cómo han estado?

(Realmente me da mucha vergüenza que muchas personitas sigan leyendo mis one-shots)

(Si lees esto, muchas gracias por apoyarme, realmente estuve y estoy muy agradecida con ustedes)

❝𝐎𝐧𝐞-𝐒𝐡𝐨𝐭𝐬 ℛ𝒶𝓎ℰ𝓂𝓂𝒶❞ ❪𝑇𝘩𝑒 𝑃𝑟𝑜𝑚𝑖𝑠𝑒𝑑 𝑁𝑒𝑣𝑒𝑟𝑙𝑎𝑛𝑑❫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora