Capítulo 9. Falso Control

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La mañana en Café Terciopelo se desenvolvía con un ajetreo constante, marcada por el éxito reciente de la fiesta de gala

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La mañana en Café Terciopelo se desenvolvía con un ajetreo constante, marcada por el éxito reciente de la fiesta de gala. Los clientes llegaban en oleadas, disfrutando de la atmósfera acogedora y los exquisitos aromas del café recién hecho. Mimi, detrás del mostrador, atendía a los clientes con una sonrisa en los labios, mientras Yolei se movía de un lado a otro, tomando pedidos y asegurándose de que todo funcionara sin contratiempos. El éxito era tal que ya existía una fila de espera y reserva; pues el local era chico y no contaba con la capacidad de cubrir la actual demanda de clientes.

Entre el trajín del café, Yolei hizo un comentario sobre la necesidad de contratar personal adicional debido al aumento de la clientela. Mimi asintió con determinación, reconociendo la importancia de mantener el nivel de servicio y atención al cliente. Decidieron crear un anuncio para solicitar nuevos miembros para el equipo, conscientes de que la calidad del servicio era fundamental para el éxito continuo del café.

El primer turno llego a su fin y era momento de que las mujeres de café terciopelo descansaran y tomaran su refrigerio para estar listas al segundo turno. Yolei se encontraba colocando la comida de ambas y la de Ichijouji, quien; a pesar de su actitud reservada; tanto Yolei como Mimi insistían en tratarlo como uno más del equipo Café terciopelo a lo que el joven guardaespaldas no tuvo opción más que tratar de llevar una dinámica más extrovertida.

Yolei estaba muy interesada en las técnicas de defensa personal, por lo que aprovechaba esos tiempos libres para tomar cualquier recomendación que Osamu pudiera darle; mientras, en la mesa de al lado. Mimi redactaba el anuncio, cuando un recuerdo se abrió paso en su mente: la noche de la fiesta de gala, cuando tuvo que irse precipitadamente debido al estado de embriaguez de Yolei. Aquella noche agitada le impidió despedirse adecuadamente de Wallace, con quien había entablado una relación más estrecha. Wallace había sido fundamental en el crecimiento de Café Terciopelo, desarrollando una campaña de marketing que había atraído a una clientela más amplia y diversa.

La propuesta de Wallace de dividir el local en dos áreas para permitir la expansión había sido aceptada, pero esto significaba que el café tendría que cerrar temporalmente para las modificaciones. Sin embargo, Wallace también había sugerido la idea de contratar un food truck para que Mimi pudiera seguir vendiendo café durante la remodelación. Esta propuesta abría nuevas perspectivas emocionantes para el futuro del negocio, y Mimi estaba ansiosa por ver cómo se materializarían estos planes. Justo cuando se dispuso a levantarse de la mesa, su celular comenzó a sonar, parecía como si lo hubiese llamado con el pensamiento.

La mujer que camina con lobosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora