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Contenido +18 (explícito, diferencia de edad, smut)
☺︎︎ "ᵘⁿᵃ ᶜᵃˢᵘᵃˡⁱᵈᵃᵈ...
︎2 meses antes
Me encontraba en el boliche con mí grupo de amigas, queríamos irnos de acá con algún chico lindo.
Yo ya había visto varios, pero uno me llamaba más la atención que los demás, parecía mayor, y eso me daba morbo.
Él me miraba de vez en cuando, y yo no le apartaba la vista. Subiendome un poco más el vestido, me iba acercando de a poco, intentando ser discreta.
Fui a la barra, justo al lado de él, y me pedí una cerveza.
Juraba que tenía su mirada clavada en mí cuerpo, pero yo no lo miraba.
- Gracias -
Tenía la fría cerveza en manos, tomando de a sorbos aún al lado de él.
- Me das un daiquiri? - Su voz era varonil, gruesa y excitante.
Quería calentarlo, quería que me desee, así que decidí agarrar mí celular, finjir que se me cae, y agacharme de una manera provocativa.
Cómo mí vestido estaba extremadamente corto se logró ver un poco más allá de la imaginación, cuando me encontraba agachada escuché un leve suspiro de su parte.
Me di vuelta, mirándolo de arriba a abajo, quedando mí mirada en la gran hombría hinchada que se lograba notar a través de su pantalón.
Indiscreta, fui caminando al baño y lo mire por última vez antes de entrar, rogando que entienda mí indirecta.
Me encerré en un cubículo medio abierto, para que sepa dónde tiene que entrar.
Escuché pasos acercarse a el pequeño baño, así que con mí mayor ilusión, lo esperé.
Cuando entró lo primero que hice fue comerle la boca, era lo único que quería.
- Me la paraste pendeja, ahora vas a ver -
Sonriente y orgullosa, empiezo a desabrochar su pantalón, dejando que esté caiga al suelo.
Me agacho sin apartar la vista de sus ojos, y bajo su boxer dejando a la vista el gran paquete que veía cubierto de tela en la barra.
- Me encanta -
Sin responderme empuja mí cabeza a su hombría manejando cada estocada que daba. Un par de lágrimas brotaban por mis ojos, pero sus sonidos de satisfacción me daba mucho placer.
2 meses después
Estaba agotada, salir un domingo no fue muy buen plan, y ahora lo estaba sufriendo más que nunca.
Era el primer día de clases y solo teníamos un profesor nuevo, los demás eran del año anterior, la verdad me re chupaba un huevo saber quién era.
Obviamente que si estaba bueno no me chupaba un huevo pero seguramente sea un viejo choto.
La hora de filosofía había llegado, y la mayoría ansiaba ver al nuevo maestro.
Entró y lo reconocí al instante, y me avergonzaba mucho saber porque lo conocía.
Él me mira nervioso, creo que también me había reconocido.
- Hola chicos, soy Esteban, su nuevo profesor de filosofía, espero llevarnos bien y que estudien mucho - Su voz era diferente a la que uso en el baño, más calmada.
La clase había empezado, la verdad es que filosofía me parecia una linda materia, pero si tenía a un tipo que dos meses atrás le chupe el pito me parecía medio una verga.
No había escuchado una mierda de lo que explicó, estaba embobada mirando sus facciones, su boca moverse mientras explicaba cada cosa.
Ese pantalón ajustado marcando el bulto que había podido saborear sin problema alguno, era todo muy incómodo pero satisfactorio a la vez.
Pensé en varios escenarios obscenos para hacer acá en el salón, pero era solo mi imaginación morbosa.
- Bueno chicos, salgan al recreo -
Todos nos paramos para salir rápido, el kiosco se llenaba a los dos minutos.
- Señorita Méndez, tengo que hablar con usted - Me doy vuelta nerviosa y me quedo al lado de Esteban, esperando que todos mis compañeros se vayan.
- Que paso profe? - Digo inocente.
- Yo te reconocí Lucia, sé quién sos - Asiento obvia y afirmo.
- Si, yo también se quién es usted -
Sin dejarme reaccionar me estampa contra el pizarrón, teniéndome fuerte del cuello.
- No me hables de usted, mira como me pones - Bajo la mirada y noto el bulto bastante notorio.
- Eso no es mí culpa - Su agarre se intensificó, poniéndome nerviosa y con miedo.
- No le vas a hacer caso a tu profesor? Mira que te voy a castigar -
- ¿Por qué haría eso? - Digo con intención, cada expresión que ponía me excitaba más.
- Bueno, vos te lo buscaste -
Me da vuelta, quedando cara contra el material verde y empieza a subir mí pollera.
- ¿Que va a hacer? - Me gustaba molestarlo, me sentía poderosa.
- Nada que vos no quieras -
Bajo mí pequeña tanga beige y se bajó el pantalón, frotando su miembro contra mí entrada.
- Rogame Lucia -
- Metala profesor - Digo jadeante.
De una la mete entera, dando ligeras estocadas bastante dolorosas pero satisfactorias.
Antes de soltar un gran gemido me tapa la boca, aumentando los movimientos.
Después de un largo rato así, los dos acabamos casi a la misma vez.
- Ahí está tu castigo -
- Me encanta portarme mal -
Pegué su boca a la mía y empezamos con lujuria un beso, juntando nuestras lenguas como si de imanes se trataran.
Al terminar nos arreglamos quedando como nuevos, él en su semblante serio, y yo con una sonrisa de oreja a oreja.
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Holi! cómo están?
Me fui medio al pasto con este cap pero qsy, está divertido.
