Nos pusimos en marcha para ir a ese lugar tan nombrado. "La playa". No tenia ni idea de como íbamos a hacerlo, pero a Arisu tenía un plan. Explicó que el hombre que tenia un Walkie-talkie y su amigo, tenían una pulsera como la de los gimnasios, que busquemos un juego y si alguno tenía eso empecemos a seguirlos. Estaba espiando los jugadores de un juego y fijándome en sus muñecas, solo uno tenía una pulsera de esas, y adivinad quien era. El calvete. Arisu dijo que se estaban yendo dirigiéndose al sur. Al minuto de que Arisu saliera a correr, el calvo se montó en un coche y fue hacia la misma dirección. Empecé a correr por detrás de los árboles para que no me vieran. No recuerdo como, pero paso, lo encontramos. Realmente, me hizo acordar a Karube, sabía lo mucho que le gustaría estar aquí. Era una especie de hotel.
— Tienen electricidad - dijo Roset.
Pero de repente, todo se hizo color negro. Me habían dado un golpe. En cuanto desperté me puse como una loca, fue instinto, lo prometo.
— Me cagó en todos vuestros muertos, quien a sido el hijo de puta que me a dado un codazo, le aseguro que no va a querer darme dos.
— Yo. - Dijo una mujer alta, de pelo corto, negro, con gafas y muy guapa.
— A ti te lo perdono, muñeca. - Le respondí guiñándole un ojo, ella sólo rodó los suyos. Otra mujer con el pelo negro como el alquitrán y mucho más mayor se disculpó.
— Perdonen las molestias, nos informaron que había gente rondando por aquí.
— ¿Que queréis? - Dijo la de gafas, uf, lo que tiene de guapa lo tiene de borde. Mi hermano le explico que quería respuestas, y un chalado entro por la puerta. No se que dijo, le explico a mi hermano que aquí encontraríamos todas las respuestas. Solo entendí que había que recaudar todas las cartas para completar el juego. Tardaríamos eternidades. Al decir eso, me señaló y se dirigió a mi.
— Tu - me clavo su mirada - Tienes malas cartas, pero demasiadas. ¿Cuánto tiempo llevas aquí? ¿3 meses?
— Llevo 5 días. ¿Qué pasa?
El chalado solo se quedó observándome sorprendido, cuando volvió a hablar.
— También nos han dicho que eres muy buena en los juegos. Iras al próximo juego con Ann - Con la borde de gafas, perfecto - Si eres tan buena como me han dicho, serás una de nosotros.
— ¿Una de vosotros cómo? - De verdad estaba loco, madre mía.
— Pues, irás a todas las reuniones, tendrás una especie de privilegios, vigilaras a las personas... Solo tenemos a los mejores.
Acepte y puse cara de orgullo sacándole la lengua a mi hermano sin que nadie se diera cuenta. El loco explicó las reglas, y me di cuenta que estaba aún más loco de lo que pensaba. Había que ir en bikini, darle todas las cartas y muerte al traidor. Era chungo este tío eh. Se hacía llamar el sombrerero, vaya nombre.
Ann me hizo una seña para que la siguiera. Me iba a buscar un bikini. Me dijo que tenia que llevar por lo menos una parte de el, ya si fuera la parte de arriba o la de abajo. Me puse un bikini negro, que favorecía mucho a mi color de piel. En cuanto lo vi me gusto. Ann me enseño mi habitación, era pequeña, supongo que todas eran iguales. Estaba al lado de una chica muy guapa, y al lado pedí que alojaran a Roset, ya que estaba libre. La de gafas dijo que haría lo posible. Me dijo que esta misma noche sería el juego de mi evaluación, que estuviera preparada.
— Eso es todo, disfruta. Y en cuanto a tu amiga, intentaré que se quede en la habitación de al lado.
No era tan borde la verdad. Estuve por dormirme cuando tocaron la puerta.
— Estoy durmiendo. - Dije, pero abrieron la puerta. No se enteran que estaba dormida, uf.
— Soy Kuina - Dijo la que entró por la puerta. Una chica con gafas, pantalones vaqueros y bikini de estampado. - ¿Te vienes a la piscina?
— ¿Contigo?
— Venga, te explicaré un poco sobre las personas.
Me agarro de la mano y le perseguí. ¿Cómo coño sabía donde estaban? No sabéis la barbaridad de escaleras que había, me costaría tiempo acostumbrarme. Me pregunto si quería primero bañarme en la piscina, o que me explicase.
— ¿Me enseñas la parte de abajo de tu bikini?
Kuina estiró un poco de su bikini y me la enseño.
— Pero no lo veo bien, enséñamela entera.
No lo malpenseis, os veo. Kuina se quitó el vaquero y le pegue un empujón haciendo que se cayera a la piscina. Empezó a reírse y me tiré de cabeza con ella.
— Vaya vaya, así que tú eres la del juego del pañuelo - Dijo el amigo del calvo,¿se acordáis?, el de los piercings, era insoportable.
— No, soy su gemela.
— Que graciosa. ¿Desde cuándo estás aquí?
— Desde que vine.
El rodo los ojos.
— Ten por seguro de que quieres tomarme de tonto.
— No hace falta que te tome, ya lo eres.
Kuina me dio un codazo haciendo que me callara, pero Niragi me agarro de la mandíbula.
— Puta cabrona.
El estaba agachado y yo estaba en la piscina mojada, al tomarme la mandíbula, vi la oportunidad, le agarre la mano y le di media vuelta, se cayó como un perro al agua.
Se sacudió el pelo y pestañeó varias veces, salió de la piscina y se dirigió a mi
— No quedará así.
Solo imite el gesto que hizo, levante el índice y alce la mano.
Me senté en el borde de la piscina y empezó a hablarme Kuina.
— No le hables así a Niragi. El se cree el mejor, y si quiere te mata.
— Se creerá el mejor, pero solo es un miedica con un terrible pasado.
— Igual, deberías tomar precauciones con los paramilitares.
— Esta bien, lo intentaré. Pero esque se cree coquette y es hijo de puttete.
— ¿Qué?
— Nada.
Vi a-a-a... ¿¡ A AKIRA ?!
Me levante y fui corriendo en su dirección
— Akira!! Te heche de menos - Le di un abrazo pero ella me aparto.
— Que pasa, ya no esta Roset y ahora te vienes conmigo?
— Te recuerdo que fuiste tu la que se fue.
— Y de mientras te lo pasaste bien con la zanahoria verdad?
— Pues la verdad que si, ella me a apoyado cuando mis amigos se han muerto, y sobre todo, no se fue corriendo cuando yo estaba mal. - Sabia que eso le destruyó. Me dio un guantazo y yo le devolví tirándola al suelo de un puñetazo. Esta no era yo, y esta no era Akira, definitivamente no. Le había pegado a mi mejor amiga, aunque hubiese empezado ella, yo le había seguido. Me dirigí hacia Kuina y ella volvió a aconsejarme.
— No es buena influencia. A estado aquí 2 dias y ya se a acostado con media playa.
— ¿Akira? ¿Ella a hecho eso?
— Si,¿la conoces?
— Bueno, una larga historia.
Llegó la hora del juego. Me toco con Arisu y Kuina, estaban estresados, no veía el por qué.
Era agua y electricidad. Había que averiguar qué botón encendía la bombilla. Si tardábamos mucho tiempo y el agua se ponía en contacto con la electricidad, game over. Era demasiado fácil, cuando una luz se lleva mucho tiempo encendida, se pone caliente. Lo sabia desde el principio, pero quería que se descontrolasen. Yo también quería evaluarlos a ellos. Una gilipollas, toco una bombilla de esas que electrocutaban, y empezó a flotar. Por si no me habéis entendido, estaba muerta. Quedaba un par de centímetros para que se tocasen el agua y la bombilla. Era mi hora de actuar.
— Kuina, cierra la puerta. - Dije calmada, ella me hizo caso. Mantuve el interruptor A durante un tiempo. - Ahora ábrela y toca la bombilla.
— ¿Qué? - Dijo ella mientras me hacía caso. Lo había entendido, pero estaba procesando. La toco y la quito al segundo - ¡Quema!
Pulse el interruptor A y ganamos el juego. Al ir saliendo Ann se me acercó.
— ¿Por qué tardaste tanto? Era fácil, y muchos dicen que eres muy buena. - Pregunto la de gafas
— Lo sabia desde el principio, pero quería saber como se desesperaban, si no no tiene gracia. - Le sonreí.¿Por qué tenia que darle mis cartas a ese loco?
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Holaaa, gracias por quedarte aquí, le doy unas gracias mas fuerte a mis amigas que me están apoyando bastante, y a ti por quedarte hasta el final, ojalá te haya gustado y sigas leyéndolo.
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My blood lover
FanfictionRuni es una niña que no destaca en nada, por lo menos en su mundo. Jaja, ¿en cuál si no?