My blood lover

En marcha

Akira y yo nos dirigimos a buscar más juegos, no sabíamos a donde íbamos, pero hay estábamos.
Encontramos un edificio, que avisaba de un juego. Mire a Akira y entramos. Era un 3 de picas, fácil. Se llamaba el Pañuelito. Había un palo sujetando un pañuelo, se hacían 2 grupos de
6, a cada uno se le asignaba un número , cuando lo dijeran, el jugador correspondiente de cada equipo tendría que intentar coger el pañuelo antes de que el otro lo lleve a su fila. El que menos puntos tenga, game over.
Akira, un chaval con piercings, un calvo con una espada, un hombre raro, una niña de unos 17 años y yo formamos equipo. Nos pusimos en fila y me tocó el número 1. Partidas y partidas, nuestro equipo era una mierda. Eran 2 rondas, en la primera empatamos, y la segunda era la final. Todos jugaron y ibamos 5 a 5. Solo faltaba yo y una chica que parecía bastante deportista.
— El número 1 - Dijo la vocecita esa robótica, lo ha hecho aposta, yo lo se. Mientras corría pensaba : Solo quedó yo, no pienso morir por un puto juego de estos, el corazón me iba a mil, ya estaba casi llegando a el pañuelo, pero la otra lo cogió primero. Bien, o la pilló, O MUERO. Me heche a correr, sentía que se me iba a salir el corazón por la boca, era la vez que mas había corrido en mis 18 años de vida. Cuando ella estaba por pisar la línea que marcaba su fila le pillé .
" Game over para el equipo izquierdo "
Ganamos. Corri y abracé a Akira.
— ¿Te ilusionas por un 2 de picas? Patetica.
Dijo el chico con piercings
— ¿4 piercings en la cara?
— Y aún así ligó más que tú.
— No me hace falta ligar para ser mejor.
El pelinegro se hecho a reír. Le pegue una patada en las espinillas haciéndolo retorcerse.
— ¡Uy! Lo siento.
Le sonreí, burlándome de él.
Su amigo parecía divertirse, el calvito
— Vamonos.
Me dijo Akira agarrándome de el brazo. Vi la carta y la cogí, cuando sentí algo frío y afilado en mi cuello. Lo estire y me gire. El calvo me estaba amenazando con la espada esa de mierda y el pelinegro me dijo que le diera la carta. ¿Quien se cree?
— Puto calvo, quita tu asquerosa espada llena de mierda de mi precioso y limpio cuello.
— Danos la carta y ya esta. - Dijo el pelinegro.
— Primero quítame eso de el cuello - Dije refiriéndome a la katana. El de los piercings le dio un codazo a su amigo y me hizo caso. Le entregue la carta y les sonreí de mala gana. Realmente no me importaba nada esa carta. 2 dias mas en mi visado, pedazo de mierda. Mire a a Akira y le dije
— Vamos por más
— Estoy cansada, mañana, ya tenemos 9 dias en la visa.
— Consigamos 20.
Akira sonrió, y nos dirigimos a otro, en ese juego murieron 10 personas, Akira, 2 niños y yo fuimos los únicos ganadores conseguimos un 6 de diamante, ya teníamos 15 días en el visado.Pero jugando este juego, me di cuenta que Akira es muy inservible, es torpe y no sabe donde esta sentada, da rabia. Se que es muy duro para ella, no es bonito para una muñequita ver como personas mueren delante de ella. Se que Akira lo estaba pasando bastante mal por eso, y la comprendía. Nos dieron las 11 de la noche, seguro que ya se han dormido mis amigos. Entramos a el departamento, con la copia de la llave, y nos comimos pan con un poco de queso. La comida era escasa, aqui no había electricidad.
Akira odiaba el queso, así que solo comió un poquito de pan. Tan sólo de ver como se alimentaba me daba hambre. Nos acostamos las dos juntas, ya que aquí habían 3 habitaciones, 1 para akira y para mi,1 para Shibuki, y 1 para el grupito de 3.Me acosté pensando en ese pelinegro. Es un odioso. Me gustaría coger la katana esa y matar a los dos. Me desperté la última, como siempre. Todos me saludaron y me fui a sentar con Akira, comimos un trozo de pan con aceite que preparo Shibuki.
— ¿Que tenéis planeado hacer hoy? - Dije
— Karube y yo iremos a jugar juegos para tener más días en el visado. - Dijo Arisu
— Yo voy, te vienes? - Le pregunte a Akira.
Ella asintió pero no la vi muy satisfecha.
— Shibuki, ¿tu te quedarás con Chota? - Dijo Karube.
Ella asintió, no me daba buena espina la verdad.
Llegamos a un juego que se llamaba "el pilla pilla". Una mujer con cabeza de caballo va pegando tiros, mira tu que plan.
Entramos y dije que vayamos a arriba, para así ver donde las personas buscan y así encontrar la puerta correcta más fácil . Sabia que Akira no aguantaría estar allí, así que le dije a Karube que la llevaran con ella a buscar las puertas. Subi a arriba y vi a un chaval con pelo blanco. Me apoye a la baranda al lado de el.
— Me gusta estar solo - dijo él
— Me la suda - Le sonreí un poco forzado de broma.
El río y se presentó. Se llamaba Chisiya, y estaba ahí para ver desde donde empezaban las personas. Ya solo quedaban unos 10 minutos. Rompí el silencio y le dije:
— Cada vez hay menos.
— ¿Has visto esa puerta?
— Si, es esa.
— Exacto.
Quedaban 6 minutos y nos dirigimos hacia esa puerta, parecía que el caballo ese se había perdido, no estaba. Allí me reencontré con Arisu y le pregunté por Akira antes. El me dijo que no lo sabia. Se me vino el mundo abajo.
— Vas a abrir la puerta, Ariku? - Dijo Chisiya
— Soy Arisu, y si.
Estaba temblando al abrir la puerta, le vinieron las mismas dudas que a mi, ¿porqué no espero aqui y ya esta? habia algo raro.
Agarre el pomo y lo abrí yo al ver que no lo hacía. A que no sabéis que, otra cabeza de caballo estaba allí. Entramos y justo me agarro la cabeza caballo a mi y me metió un codazo en la cadera, le pegue patadas y puñetazos pero no eran suficientes, arisu intentaba ayudarme, y chisiya me tiro un aparato, pulsé un botón y se electrocuto la mujer caballo.
— Venga Arisu, haz lo que tengas que hacer, esperaremos en la puerta vigilando que no venga el otro.
Le dije, un minuto después escuché gritos de Arisu.
— ¡El juego solo se puede completar con 2 personas, venid rápido!
Iba a entrar, cuando escuché disparos. Se había despertado. Escuché una voz de mujer, y sin saber que paso, ganamos el juego. Una chica llamada Usagi había ayudado a mi hermano a completar el juego pulsando el otro botón. Vi que Chisiya se quedó investigando a la cabeza de caballo, bueno, eso de cabeza nada, se la habían explotado. Le dije adiós y el me dio una leve sonrisa, buscamos a Akira, y la encontramos curando a Karube, que tenía un corte en la cadera, le hacía muy difícil andar.
— Lo que nos faltaba, otro cojo - Dije yo
— Callate Runi - Respondió Karube riendo