Siempre igual

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Estaba reliada con las mantas, estaba despierta, pero no me apetecía levantarme, estaba cansada, cuando de repente me acorde que estaba en bonderland, y era la cómplice del sombrerero.
— Ostia puta, la reunión
Dije agitada cogiendo la primera ropa que vi, me puse una sudadera ancha color negra y unos shorts, para las reuniones si podía llevar ropa normal y no tenia q llevar bikinis, menos mal.
Eran las 10, las reuniones siempre eran a las 9 y acababan a las 11, me iban a matar. Fui corriendo hasta que llegue a la habitación.
— Hola - niragi me hizo mala cara - ¿Qué os pasa? Hoy tenéis más cara de amargados - dije al ver que todos estaban en círculo con cara triste, como confundida, mirando una especie de caja larga. Ann y Chisiya estaban en frente de la puerta, se alejaron y me dejaron un camino indicando que pasara. Lo hice y mire dentro de la caja.
— ¿Q-que? - Comente, se me salieron lágrimas, y seguí observando el cuerpo de el sombrerero sin vida.
— No sobrevivió al juego, bla bla bla. Ahora está muerto, no se puede hacer nada - Niragi hablo y empezó a pegarle patadas, puñetazos y escupirle al cuerpo de el sombrerero
— ¡Para, cabrón de mierda! - Le grite secándome las lágrimas, viendo como torturaba a mi aliado. Parezco fría, y lo soy, pero todos ganan mi confianza fácilmente.
Niragi se acercó a mi.
— Repite lo que me has dicho. - me dijo el antes nombrado con mirada amenazante
— Cabrón de mierda.
— Vuelve a repetirlo, y no vivirás para contarlo.
— Cabrón de mierda - dije recalcando las palabras.
Niragi se rio y me apunto con la pistola, estaba apunto de dispararme, cuando de repente
— ¡NIRAGI! - Le grito Aguni, asustando a todos, incluyendo a el pelinegro y a mi. Del salto, casi me caigo encima de el, pero me sostuve cuando estaba a un centímetro de rozarle.
— Dime, señor - dijo Niragi avergonzado.
— Deja a la dama - respondió Aguni
— Si, señor.
— Necesitamos un nuevo líder, supongo. - comentó Mira
— Si, y ese será Aguni. - Respondió Niragi.
— Hagamos una votación - Sugerí.
— Bien. ¿Quién vota por aguni? - Niragi vio que nadie levantaba la mano, y empezó a ir uno por uno apuntándolos con su pistola. Al final, todos acababan votando con el. Llegó a mi y vio que no me inmuté.
— Esta vez no habrá Aguni que te salve de que te vuele la cabeza, muñeca. - Hablo el de piercings
— Solo y exclusivamente - dije levantando la mano - por que Aguni es guapo.
Niragi me dio mala cara, pero sonrió a la vez, y siguió con las demás personas.
Llegue a mi casa a las 11 y media, salimos más tarde de lo normal, Aguni, el nuevo líder, dijo que todo sería igual, pero que los nuevos cambios los avisaría. Osea, que tenía que seguir yendo todas las noches, con el inteligente de Chisiya y con el fuerte de Niragi, el pelo champiñón era un gallina, y el de piercings también. Fui a por Roset y a por Kuina, fuimos las 3 a la piscina y allí nos encontramos con Arisu, Chisiya y Usagi. A lo lejos, vimos a Ann y la llamamos. Todos nos quitamos la ropa y nos quedamos con el bikini, igual que los chicos, solo que ellos en bañador, claro esta. Nos metimos en la piscina, todas menos chisiya, que solo sumergió los pies.
— ¿Por qué no te bañas, Chisiya? - dije
— Por qué, no se. No me gusta
Me salí y me puse de la misma forma que el, le empecé a hablar
— Vamos, no seas aburrido.
— No me apetece.
— ¿Siempre eres así de rarito?
— Se podría decir que si.
Empezamos a reír. Se veía tan bien sonriendo, sus facciones eran perfectamente perfectas. ¿Pero que digo? Vamos Runi, déjate de gilipolleces. No me iba a quedar de brazos cruzados, le agarre las dos piernas y le tire a la piscina. Siempre hago eso con todos, me gusta tirarlos si ellos no lo hacen. Chisiya se enfadó conmigo y me empezó a gritar.
— No me gusta el agua, Runi!
Pensaba que realmente se había enfadado, pero cambió su expresión de un momento a otro y se empezó a reír.
— Eres raro, la vas a asustar - dijo Kuina
— Que no me hubiese tirado
Le respondió Chisiya. Todos empezamos a reír, jugar, salpicarnos... hasta que llegaron los paramilitares. En la piscina, solo estábamos Kuina, Roset y yo, los demás se habían salido. El grupo de Aguni, se estaba acercando a nosotros, iban a pasar por nuestro lado, pero se pararon mirando a mis amigos.
— Hola, bombón - dijo Niragi agarrando del brazo a Usagi.
— Suéltala - dijo mi hermano, levantándose.
— ¿Por qué debería? ¿Eres alguien para impedírmelo? - Hablo Niragi, empujando a Arisu.
— Tú - le grite mientras salía empapada de la piscina, con las gotas cayendo por mi cuerpo - es mi hermano, y no sabe defenderse. - Al decir eso, di una vuelta y le pegue una patada giratoria en la nariz, haciendo que le sangre - Pero yo si.
Vi que le recordé a alguien, se quedó paralizado, pero de repente, volvió el niragi de siempre. Se levanto y se giró hacia mi.
— Me parece que tu estás más buena - dijo observando mi cintura - Pero lo que tienes de bonita, lo tienes de capulla.
— Lo mismo digo - respondí
El río, y me agarro del antebrazo demasiado fuerte.
— Bueno, capulla. Debería llevarte a ti.
— ¿Qué?
Antes de que me dejara hablar, me estiro con rabia y me llevo a la enfermería.
— No puedo violarte, si tengo la nariz rota.
— Como lo hagas, no solo te voy a dejar rota la nariz.
Le di una sonrisa forzada.
— No estás en condiciones de burlarte de mi. - Niragi agarro un kit de emergencias - Puedo matarte cuando se me pinte. - Me dio el kit y se sentó en una silla - Cúrame la nariz que tu dañaste.
— Pues, - agarre una silla y la puse en frente de el - vale.
Saqué las cosas que necesitaba y las puse en una mesa al lado de la silla. Mi hermano, sufría de bullyng, no muy fuerte, pero escasas veces lo golpeaban, y siempre era yo la que le curaba.
Me iba a sentar, pero Niragi le dio una patada a mis silla, dejándola en el otro lado de la habitación.
— ¿Que haces? - Dije mirándole con mala cara
El solo señaló sus piernas y le di una mirada confusa.
— Siéntate aquí, no necesitas una silla cuando me tienes a mi. - Explicó el pelinegro
— No, que asco.
— ¿Sabes cuántas desearían estar en tu lugar? Además, me lo debes.
— No soy una fácil como todas las que tienes por detrás, solo te debo curarte la nariz que yo dañe, pero lo haré como yo quiera.
— Vamos, ¿que tiene de malo? - me agarro de la cintura y me puso en sus piernas. Que se le iba a hacer, estamos hablando de Niragi.
— Bien, me quedaré aquí - dije, y el pelinegro sonrió. - con una condición - Niragi me hizo cuña mirada juguetona, preguntó que cual era - tienes que dejar en paz a todo mi grupito, no los molestarás más.
— Te concedo esa condición por otra.
Alce una ceja y espere callada a que Niragi hablase.
— Ni yo ni ningún otro paramilitar molestará a tu grupito, pero tu no estás dentro de esa regla y debes hacer lo que yo te diga.
Suspire, y le respondí
— Bien.
Nos dimos las manos, era un trato. Empecé limpiándole la sangre y le puse hielo.
— No has empezado a hacer el favor que te pedí, verdad? - comenzó el la conversación
— De que favor hablas?
— Cuando te guíe a la habitación de Usagi, pedi que investigaras a Chisiya.
— Si, y lo he hecho. No le veo nada malo. Ya esta curada - dije tocando su nariz - solo sostén un rato más el hielo.
Me levante y fui a mi habitación. Por el camino, vi un reloj. Eran las 8 de la tarde. Tenia una hora para prepararme e ir a cenar. Llegué a mi cuarto, estaban todos mis amigos con cara de tristeza, cuando llegaron, corrieron a abrazarme
— ¿Que coño hacéis, par de gilipollas? - pregunté
— ¿Estas bien?
— Niragi te ha hecho algo?
— Te ha violado?
— Lo voy a matar
— ¡PARAD! - les grite - me vais a extorsionar. No me ha hecho nada, solo me a pedido que le cure la nariz por que yo se la dañe, nada más.
Todos se tranquilizaron.
— Tengo que bañarme, ahora me toca jugar un juego.
Les recordé, y todos se fueron.
— Adiós, Runi. - me dijo chisiya.
Era rarito. Me bañe, estaba con el pelo mojado y con la toalla cubriéndome. Fui a mi armario y..
— Mierda.
No tenia ropa, como coño me visto? Se me había olvidado que cada 5 días lavan absolutamente toda la ropa. Pero deberían advertir antes de llevársela, joder. No podía salir así a los pasillos como si nada. Abrí la puerta de mi habitación y asomé mi cabeza, no había nadie. Perfecto. Salí y llame a la puerta de Kuina.
— Kuina, soy yo, abre.
Nadie me contestó. Fui a la de roset y hice lo mismo, pero no había nadie. Donde quiera que habían ido, habían ido SIN MI.
— Pareces tonta - me gire y vi al pelinegro. Porque siempre aparece en los peores momentos?
— Tu no hace falta que lo parezcas - me acerque a él lo suficiente como para agarrarle la mano y meterlo a mi cuarto.
— Vaya, dices que no eres fácil, pero me encierras en tu habitación estando en bolas. Que lastima que lleves toalla, muñeca. - Hablo niragi. Empecé a darle golpes hasta que me agarro la mano en el intento te darle uno, deteniendo el golpe. Le di una patada en las espinillas y se retorció.
— ¿Que me has traído, para pegarme? - Preguntó
— No. Tráeme ropa de la talla S, adecuada para jugar cualquier tipo de juego.
— ¿Cómo se piden las cosas? - Respondió Niragi.
— Por favor. - dije forzada.
— ¿También quieres ropa interior?
— Si.
Espere a que se fuera, pero se quedó esperando que le dijera algo. Suspire.
— Gracias. - le dije enfadada, que más le da que tenga modales o no? Ni que el los tuviera.
Me sonrió de manera burlona y se fue.
A veces lo odiaba, y a veces no tanto. De mientras, me heche mis cremas, perfume de coco, me puse mis pulseras, me arregle el pelo, me puse gomas por si tocaba un juego de picas...
A los 15 minutos me trajo la ropa. Me trajo una ropa interior de color blanca, sudadera verde, un top de color negro y shorts negros.
— Gracias, Niragi. - Le iba a cerrar la puerta, pero el la agarró. Entro a mi habitación y me hablo.
— No te creerás, que me voy a ir ahora otra vez a mi habitación. - Se tumbó en mi cama y cruzó las piernas - Esta era antes mi habitación, pero me cambiaron porque la mía era mejor. Me acuerdo que aquí me acostaba con todas.
— Me la pela con cuántas te acostabas, si tu habitación es mejor que la mía y en si me la pelas tu — Vale, se nota mucho que estoy celosa? - ¿Que coño me estás mirando? - Dije al ver que sus ojos no miraban a los míos, si no más abajo. Me levante y me encerré en el baño, me cambie y salí. Agarre de la pierna a Niragi y le tire al suelo.
— ¿Que haces? - Dijo levantándose.
— Vamos.
Fuimos a comer. Me senté con mi grupito y cené ensalada. Vi a mi al rededor y vi a los paramilitares sentados con muchas chicas, incluyendo a Niragi. Me daba igual, solo que, una de esa chica, era Akira. La hechaba de menos...
Eran las 9 y media, faltaba una hora para que me recogieran, me acosté y me puse a pensar. Hoy había sido un día raro. El sombrerero muerto, el cambio de líder, mis celos a Niragi, la atracción que le tengo a Chisiya... Solo quiero descansar. Lo único que pude dormir fueron 10 minutos, ya que me despertaron llamando a mi puerta.
— Vamos, muñeca. - dijo el pelinegro.
— Perdona si te hemos despertado.
Se disculpó Chisiya.





Se me junta el ganado









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Holap, este cap a sido cortitoo, hacía tiempo q no actualizaba ehh, me qiero crear un fic de aouad, ya tengo uno pero lo quiero rehacer, dejo sto y me voy, ojalá q les haya gustado

My blood loverDonde viven las historias. Descúbrelo ahora