Porque a mi..

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Ya había almorzado, una ensalada. La comida de aquí estaba bastante fea, era escasa, y no había apenas electricidad, así que no pedía mucho. Fui a mi habitación y me propuse dormir, últimamente en las noches no había dormido, ya que tuve que matar a casi todos los civiles y planear acciones para que dudaran de civiles y no de mafiosos. Dormí y me desperté a las 7. Ya solo quedaban 3 horas para que fuera a otro juego.
Vi una ventana con vistas al mar. Se estaba asomando la luna.
— ¿Te gusta ver el mar? - Dijo Niragi.
— Si, pero me gusta más la luna - le explique observándola aún - Sabias que se formó por un protoplaneta temprano del tamaño de Marte que golpeó la Tierra de tal manera que expulsó una cantidad considerable de material lejos de la Tierra? Una parte de estas eyecciones escapó al espacio, pero el resto se consolidó en un solo cuerpo esférico en órbita alrededor de la Tierra, creando la Luna.
— Vaya, si que eres friki
— Por lo menos me baño - dije recordando la broma que le hice.
— ¿Por qué siempre piensas en mis duchas? ¿Te gustaría hacerlo junto a mi?
— Guarro asqueroso, te odio.
— Yo más, muñeca. - me guiñó un ojo - Pero, no he venido aquí para hablar contigo de lunas y de si me baño o no.
— ¿Entonces?
— Están limpiando tu habitación, si tienes algo que hacer tienes que hacerlo en la de otra persona.
— Tengo que ducharme, y mi ropa, necesito mi ropa.
— Si, se que te bañas a las 7:30 de la tarde, como no había llegado esa hora te traje una muda de ropa para el juego. Por alguna razón, todas las tareas que están relacionadas contigo me las dan a mí.
— Bien, voy a la habitación de Kuina - dije agarrando la ropa.
— Te puedes bañar en mi habitación, está aquí enfrente, no tienes que andar tanto.
Le di una mirada rara, pero acabe aceptando, no tenia problema.
Llegue a la habitación, Niragi tenía razón con lo que un día me dijo, su habitación era mejor que la mía, era un pelín más grande, pero tenía mejores vistas, más decoración, baños más modernos, una cama más grande... Total, cerré la puerta y empecé a ducharme. Me lave el pelo y
me puse una crema corporal que tenía Niragi.
Estaba buscando entre sus cosas para encontrar un desodorante. No lo encontraba, y no estaba vestida, entonces me puse la toalla y salí. Aun tenia el pelo mojado, mi pelo dependía del día y del clima, un día estaba mas liso que una hoja de papel, y otro día estaba rizado. En fin.
— ¿Donde tienes un desodorante?, solo encuentro cajas de condones.
Vi que el pelinegro me miraba de arriba a bajo, bueno, estábamos hablando de Niragi, que se le va a hacer. El se levantó y me dio uno, de hombre, pero aceptable. Estaba a punto de por fin colocarme la ropa, pero vi una especia de mancha en mi cara, entonces encendí el grifo mientras me colocaba mi pelo. Mire hacia abajo para ponerme agua en las manos y...
- Mierda.
Había mojado mi ropa con el agua, en un descuido mi top se cayó a el lavabo. Solo me quedaban los shorts y el sujetador, yo, al ser la cómplice de Aguni, tengo derecho a ir sin bañador a las comidas. Pero claramente, no iba a ir a el comedor en sujetador, y menos salir a los pasillos cuando la gente entra y sale. Abrí la puerta del baño y fui al armario de Niragi.
— ¿Qué haces? - preguntó él.
— Se me a mojado la sudadera, así que estoy buscando otra.
— No tengo sudaderas. Solo camisas.
— Pues eso será - dije mientras seguía buscando algo que me gustase. No sabéis la barbaridad de ropa hortera que tiene Niragi.
— ¿Por qué siempre acabas sin ropa cuando estas cerca mía? Será el destino.
— Calla.
Vi 3 camisetas iguales que las que él se ponía casi siempre, negra con manchas blancas, yo pensaba que no se cambiaba de ropa. Siempre quise esa camisa, así que me la puse. Iba con el pelo mojado y la camiseta de Niragi, pelotazo.
Estaba camino a el comedor, no le dirigí la palabra al pelinegro en ningún momento. Hasta
que llegue a el comedor, donde estaban todos, cuando me vieron se quedaron sorprendidos, ya que tenia la camiseta de... ya sabéis.
Vi que la persona que menos quería se acercó a mi. Akira.
— ¡Pedazo de zorra! ¡Te has foll4d𝟢 a Niragi! Sabias que lo quería, no se como e podido ser tu amiga, no conozco persona más mala que tú, eres un mal bicho, una per-
Antes de que terminara, le metí un tortazo que le dejo el cachete rosa.
— No somos iguales. Yo no soy una puta.
Al decir eso, todas las miradas quedaron en mi y pase por el lado de Akira y le di en el hombro. Ella estaba a punto de explotar, pero me sorprendió que se contuvo. Llegue a la mesa de mis amigos y lo primero que me dijeron fue.
— ¿Lo has hecho con Niragi de verdad? - sabia que mi hermano iba a decir eso.
— Si, no sabes lo bien que lo pasamos - le dije, pero al ver que casi se queda pálido, le confesé - tranqui, era broma. Solo me presto una camisa.
Dejaron el tema y hablamos de Akira.
— Akira se ha acostado con casi todos, y encima te dice zorra.
— Sí, ningún chico le habla, ella es la que empieza conversaciones, no sabe que hacer con su vida.
Me dolía escuchar esas palabras refiriéndose a mi amiga, ella es ahora completamente diferente, antes, la mitad de estas cosas no se le cruzaban por la cabeza. Eran las 10 y ya cerraron las puertas. Tenia que irme a jugar otro juego, que pereza. Chisiya y Niragi me recogieron. Fuimos en camino a un juego y encontramos uno, ya que cogimos por otro camino, no estaba tan lejos como los otros. Llegamos y era un edificio grande, entramos y cogí un móvil, igual que mis amigos.
"10 de corazones. Objetivo : conseguir llegar al final del juego."
Joder, siempre me toca un 10.
Se abrió una puerta y todos entramos. Vi que mi móvil marcaba el número 3. Las puertas tenían un número del 1 al 10, entre en la que correspondía con mi móvil. Solo había un televisor y una caja. Es un 10 de corazones, no seria un juego fácil, que digamos. No tenía con que encender la tele, así que supuse que abrir el baúl sería lo primero. Lo abrí y... no era muy bonito que digamos. Había ropa de mi madre, que está en el cielo, junto con regalos que ella me hizo. No solo era eso, también estaban los regalos de cumpleaños que Chota y Karube me regalaban, y lo que mas me dolió, el jersey que me regaló mi abuelita, le tenia mucho cariño.
Estaba llorando con muchas cosas relacionadas a esas en mis manos, cuando el televisor se prendió solo. Empezó a reproducir un vídeo mío con mi familia, y mi madre. Hay si era feliz. Tenia los ojos rojos de llorar, desde que mamá se fue, absolutamente nada es igual. El siguiente, reproducía un vídeo de mi abuela enseñándome a coser, eso dolía, mucho. Siguió con mi fiesta de cumpleaños número 7, con mi familia completa, risas sinceras, sin deberes... Después, pusieron fotos de Chota, Karube y yo, vídeos de cuando era pequeña, fotos de mi madre... Hasta que llegó al video número 8. Trataba de, ¿Niragi? Era el, y follando con Akira. Apreté los puños tanto que me hice sangre. Realmente, me molestaba más que mi amiga fuera tan puta, a que follara con justamente ese chico. Más y más vídeos dolorosos, hasta que la tele y la luz se apagaron.
Escuche un crujido y las luces se encendieron. La televisión había desaparecido, en vez de ella había una cuchilla. Si que saben lo que una quiere. Empecé a cortarme descontroladamente, el dolor era más que mis ganas de seguir adelante, me cortaba los brazos profundamente y veía como la sangre corría por la habitación, poco a poco se iba formando un graaan charco.
"¿Quieres continuar?"
— Sí.
Le afirme. Se que mis amigos, no hubiesen querido que su muerte quedase en vano. Se que mi madre estaría orgullosa de mi por luchar tanto. Se que las risas con mi abuela valieron la pena para seguir adelante en esta situación.
Las puertas se abrieron y allí estaban Niragi y Chisiya, esperándome afuera.
— Ostia Runi, ¿que coño te has hecho? ¿Tu eres gilipollas? - dijo Niragi.
— ¿Estas bien? ¿Runi? ¿Me oyes?
Fueron las únicas palabras que escuché venir de Chisiya antes de que todo se tornara color negro.

My blood loverDonde viven las historias. Descúbrelo ahora