﹛✾ 𝐏𝐫𝐨𝐥𝐨𝐠𝐮𝐞 ✾﹜

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𝐄𝐧 𝐞𝐬𝐭𝐞 𝐜𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐝𝐞𝐛𝐞𝐫í𝐚𝐬 𝐞𝐬𝐜𝐮𝐜𝐡𝐚𝐫:

 ➺ Aemond Rides Vaghar; by Ramin Djawadi.


TRAS LA PARTIDA del antiguo Rey, el rojo se tornó presagio de muerte y, en su lugar, el color de la venganza adquirió poder. La Fortaleza Roja fue rebautizada por los pueblerinos cercanos; ya no había lugar en sus corazones para otro color que no fuera el verde. Tanto fue así que, calles enteras se abarrotaron de civiles, entretenidos por los intérpretes que representaban la caída de Rhaenyra; la heredera.

Todo debido a un único hecho: habían coronado a Aegon II, el primer hijo varón de Viserys. Este tomó el trono de su hermana, gracias a la astucia de su abuelo y la ambición de su viuda madre. Muchos lo recordarían como el verdadero heredero, mientras que pocos se ahogarían en súplicas hambrientas para derrocar al usurpador. Estos sucesos produjeron una guerra contra los súbditos de Rhaenyra. Y en una guerra, no se gana, se sobrevive.

Las horas posteriores a la sucesión, se les ordenó a los jóvenes altezas verdes partir a diversas regiones para obtener la gracia de los Lord; necesitaban apoyo social si deseaban vencer y así finalmente manchar la sangre de dragón con un toque de verde en sus linajes. Y así fue, los retoños de Alicent alzaron alas y tomaron rumbo, rezando a la suerte.

Entre todos ellos estaba Aemond. Este fue dirigido a Bastión de Tormentas con un objetivo claro: reclamar la mano de una de las hijas de Lord Baratheon. Un matrimonio valía más que promesas vacías, y eso los verdes lo sabían, Aemond montó en Vaghar y juntos sobrevolaron mares hasta Bastión de Tormentas.

Al llegar, este fue recibido por los caballeros de la casa del ciervo, quienes se acobardaron al ver a Vaghar rugir. Una vez dentro, el príncipe entró y dialogó con Borros Baratheon. Durante la conversación, este último le propuso conocer a sus hijas. Sin embargo, cuando la atención de Aemond estaba completamente centrada en buscar esposa, fue interrumpida.

La mayor de sus desgracias se atrevió a pisar el mismo suelo que él. Lucerys Velaryon había llegado como mensajero por parte de la "Reina". En ese instante, Aemond rezó a los dioses para no mofarse de su sobrino tras mencionar a la ramera de Rhaenyra como si fuera una presencia real.

Su gracia le duró poco, pues sintió la furia recorrer sus carnes tras la ignorancia de Lucerys. Y no se lo pensó dos veces antes de pedirle el ojo. En el transcurso de esta misma petición, Aemond se imaginó a sí mismo con el ojo avellana de Lucerys. El mayor persiguió al pequeño para terminar el trabajo de una vez por todas, pero los gritos del Baratheon se lo impidieron.

Al salir de la fortaleza, Lucerys se apresuraba en llegar a su dragón. Por consecuencia, el broche que portaba de su casa, se perdió en el suelo mientras trataba de huir. Y debido a las fuertes lloviznas que nublaban la visión y el viento, no pudo mirar atrás para recuperarlo. Desgraciadamente, la única opción rentable era dejarlo a su paso. Y eso mismo hizo.

Arrax soltaba gruñidos en concordancia con los rayos que colapsaban en el mar de Poniente, iluminando el cielo tenebrosamente a su paso. Al ver esto, el joven jinete estuvo varios segundos tratando de calmar a su dragón y, cuando finalmente lo logró, se alzó en vuelo.

Los movimientos de Arrax eran inestables, provocando que el Velaryon usara todas sus fuerzas para no caer en el intento de observar su ruta. Minutos más tarde, todo parecía ir como se predecía, pero aquellas ideas se hicieron pedazos cuando Vaghar se posicionó encima de Arrax, apagando los colores alrededor de este y su jinete con una gran sombra.

𝐖𝐀𝐑 𝐎𝐅 𝐇𝐄𝐀𝐑𝐓𝐒    ⌈Lucerys Velaryon⌉ (En proceso de mejora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora