·𝐂𝐡𝐚𝐩𝐭𝐞𝐫 𝟏𝟎·

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En este capítulo debería escuchar:

Liquid Smooth; by Mitski


LOS DÍAS
en la fortaleza fueron, para la princesa Alynne, un sentimiento inevitable de encarcelamiento. Desde su llegada, no pudo evitar percibir las despreciables miradas que su hermano legítimo le dedicaba en cada oportunidad que tenía. El odio era mutuo, pero era una pena no poder regocijarse con su cabeza en mano. Gracias a sus despreciables noticias sobre la posesión del dragón, ella se veía obligada a luchar en una guerra indiferente a sus propios deseos.

Fue por ello que solía pasar sus mañanas alimentando a su gran bestia ocre. Alynne lanzaba los cuerpos de las inertes presas al aire, esperando que Cannibal correspondiera a sus movimientos, atrapando aquellos trozos de carne fresca. Desde hacía días, su humor era peor que el de un canino con pulgas; detestaba la guerra, detestaba el dolor y las secuelas que dejaba a su paso, pero ahora se veía obligada a causarlo. ¿Su única opción? Alimentar a una bestia para alzarse en batalla y no morir ambos en el intento...

Cuando los dragones entran en guerra, son otros los que sufren sus consecuencias. Los cielos se llenan de humo, los suelos se ennegrecen, arrasados por el despiadado fuego a su paso. Y son los crueles quienes sobreviven a la matanza.

La princesa tomó el último aperitivo con sus propias manos, lo lanzó y, en segundos, fue devorado por la bestia. Llevó las manos a la cintura, exaltada por el ligero esfuerzo. Para su suerte, el atuendo apagado no permitía que la sangre se notara.

—Te percibo inquietantemente enfadada—dijo una dulce voz detrás de ella.—Si estuvieras en mi lugar, te aseguro que también te perturbaría la repentina decisión de nuestro "ingenioso" consejo—la Targaryen habló con cierta irritación.

Alynne dio media vuelta. Su molestia cambió por dulzura al ver a su querida hermana postrada ante ella. Helaena daba ligeros pasos hacia ella y Cannibal.

—Aemond ha actuado imprudentemente. He tratado de hablar con él, pero apenas me escucha. ¿Estará muy ocupado?...—Las palabras de Helaena disminuyeron levemente, dando el tono característico de misterio que desprendía la muchacha.

—No malgastes tus palabras en Aemond. Está tan ciego de ira como lo está de un ojo—la menor detestaba escuchar cómo los impotentes de sus hermanos, ignoraban a cualquiera a su paso, despreciándolo con crueldad.—Sigue siendo nuestro hermano—la reina Helaena tomó los hombros de Alynne, tratando de que entrara en razón.

—Deberías recordárselo, no parece saberlo en absoluto—esta se entrecruzó de brazos, haciendo un puchero a su hermana.—Alynne—la llamó Helaena.—Él ha sufrido más de lo que imaginas—

No podía ignorar sus palabras. Era cierto que la pérdida de su ojo fue un trauma importante para él, pero todo acto tiene sus consecuencias.¿Y quién se preocupa por lo que yo sufro?¿Acaso no fue atacado por alguna razón? Tal vez se mentía a sí misma, tal vez no quería aceptar la realidad por desprecio a su hermano, o tal vez justificaba a otros culpables sin apenas percibirlo.Aemond no lo hace, ¿por qué debería hacerlo yo?

Su hermana le dedicó una sonrisa, acariciando las mejillas de su hermana en un intento de reconfortarla, pero el rumbo de sus ojos se perdió de un momento a otro. Helaena observaba preocupada la frente de Alynne.—¿Qué ocurre?¿estoy desaliñada?—Segundos después seguía sin percibir respuesta, así que preocupada deslizó la mano por su frente, de ella habían restos de sangre abandonados tras el desayuno del dragón.

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⏰ Última actualización: Sep 14 ⏰

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𝐖𝐀𝐑 𝐎𝐅 𝐇𝐄𝐀𝐑𝐓𝐒    ⌈Lucerys Velaryon⌉ (En proceso de mejora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora