𝐖𝐀𝐑 𝐎𝐅 𝐇𝐄𝐀𝐑𝐓𝐒 ⌈Lucerys Velaryon⌉ (En proceso de mejora)

·𝐂𝐡𝐚𝐩𝐭𝐞𝐫 𝟐·

𝐄𝐧 𝐞𝐬𝐭𝐞 𝐜𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐝𝐞𝐛𝐞𝐫í𝐚𝐬 𝐞𝐬𝐜𝐮𝐜𝐡𝐚𝐫:

➺ Prison of life; by Olivia Rodrigo (Unreleased)

AL LLEGAR a DragonStone, una atemorizada Alynne era guiada a base de tirones. No sabía quien ni como, pero desde luego, era alguien sin paciencia. La pobre muchacha tropezaba por los escalones y chocaba con los obstáculos que el camino contenía. Quejándose constantemente por los inminentes colapsos.

Lo único que pudo deducir era que estaban bajando. Los miles de escalones que le obligaban a descender, tan solo demostraba que iba a ser encarcelada en alguna celda de las mazmorras, y personalmente no sería de su agrado.

Una vez se detuvo, su misterioso guía le quitó la venda que detenía su visión, un oscuro cubículo la esperaba. Sin previo aviso, el desconocido la empujo bruscamente dentro de este mismo. La princesa colapsó en el suelo, amortiguando la caída con sus manos, sintiendo un intenso dolor en estas mismas.

Giró su vista bruscamente. Frente a ella, Daemon Targaryen, y en sus narices, vio la puerta abierta. Sin pensárselo dos veces, corrió hacia esta, pero él la cerró, dando directamente con la cara de Alynne.—¡Malnacido!—Se quejó, sujetándose con furia a los barrotes de hierro.

Daemon Targaryen, era la persona frente a ella. Este simplemente encorvaba las comisuras de sus labios, formando una sonrisa satisfecha que tomó rumbo a una de admiración por un trabajo bien hecho. Finalmente, dirigió sus pasos a la salida, abandonando a la rehén en el acto.—¡¿Por que me hacéis esto?!—Exclamó llorosa, el miedo era su acompañante en aquel solitario lugar.

Ojeaba su alrededor, deseando que no fuera este el último lugar, el que permanecería sus minutos restantes de vida. Toda la sala estaba adornada con grandes restos de hollín, manchando las paredes con un tono opaco. Y el suelo no se quedaba atrás, este estaba casi igual de sucio o peor, además de hollín habían restos de sangre seca entre otras extrañas substancias, las cuales no investigaría.

La joven derrumbó en el suelo, adolorida y patética. Causando que su vestido esmeralda se oscureciera, manchándose.—Que asco...—Una arcada involuntaria atravesó la garganta de la princesa, la cual tuvo que taparse la boca para permitirse no soltar la cena.

Sin más remedio, se quedo tumbada en el suelo, observando el techo. Tal y como solía hacer en sus aposentos de King 's Landing. Estaría lejos de casa pero sus costumbres seguían siendo las mismas. Soledad y divagación, unos clásicos. De todas formas, no había mucho que hacer siendo prisionera de guerra.

Después de un rato se cansó, descendiendo su vista. Para su desgracia, en sus pies solo e postraba un único zapato subsistente, en mitad retención había perdido uno mientras sobrevolaba a lomos de Meleys. Afortunado el que lo tenga en sus manos, pensó.

En un ataque de aburrimiento extremo, Alynne empezó a patalear en el suelo como acto de rebelión hacía su retención, sin importarle las posibles manchas que pudiera obtener en el acto. Tan solo deseaba volver a casa y vivir para contar esta confusión. Entonces, la puerta del calabozo fue abierta, rechinando en el proceso. Minutos más tarde, apareció Rhaenyra, acompañada de Daemon.

La joven princesa se reacomodo, quedando sentada para recibir a su captora principal—Bienvenida a DragonStone—La nombrada la miraba, expectante de palabras que explicaran el suceso.—Es probable que te cuestiones el porque yaces en este lugar—Alynne asintió, estaba indignada tras haber sido aislada en un mediocre cubo de 4x4,  con escasos mantenimientos, a pesar de ser completamente visibles las fallas.