𝐖𝐀𝐑 𝐎𝐅 𝐇𝐄𝐀𝐑𝐓𝐒 ⌈Lucerys Velaryon⌉ (En proceso de mejora)

·𝐂𝐡𝐚𝐩𝐭𝐞𝐫 𝟕·

𝐄𝐧 𝐞𝐬𝐭𝐞 𝐜𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐝𝐞𝐛𝐞𝐫í𝐚𝐬 𝐞𝐬𝐜𝐮𝐜𝐡𝐚𝐫:

➺Infected; by Sickick

TRAS LA INMINENTE reconciliación de Alynne y Lucerys, estos solían verse cuando el sol efímero descendía y daba paso a la noche. Aquellos encuentros secretos eran información que la reina desconocía, pues forjar amistad con tus enemigos no es muy favorable en una guerra forjada con el odio.

Mientras la fortaleza dormía y los guardias cambiaban sus turnos, el intrépido Velaryon se adentraba en las mazmorras sigilosamente, esperando reencontrarse con el foco de su repentina felicidad. Vestido con ropajes oscuros y una túnica negra, abrió la puerta con sumo sigilo.

Finalmente llegó a ella, lo estaba esperando arrodillada frente a la puerta de la celda. Y como habían acordado, pasarían una intrigante noche de pura habladuría.—Llega tarde mi lord, ¿Se ha perdido usted en el camino?—Una risa nasal fue formada por parte del Velaryon, los comentarios jocoso-sarcásticos eran un exquisito y adicto manjar entre ellos.

—Quizás sea cierto, los piratas tienden a perderse durante las tormentas—El la miró con una sonrisa ladina.—¿Es certero que avecina una tormenta, capitán? El cielo no parece estar en sincronía con usted—Ella levantó una ceja, observando tras la pequeña ventana que mostraba un cielo cobalto completamente despejado.

Él se arrodilló a su altura.—Soy un pirata, ¿no? Conozco los vientos como la palma de mi mano—Alynne lucía perturbadoramente divertida, casi conteniendo un risa.—¿Pirata? ¿tu?, que yo recuerde...¿No te aturdías cuando el barco alzaba ancla?—El Velaryon se avergonzó, un carmesí desvaído invadió aquellas dulces mejillas.

—Solo paso una vez, además que yo recuerde tu también te tambaleabas—Los ojos valyrios de la princesa se abrieron tras el inminente ataque.—Cierto es, pero. No era yo la que acababa por los suelos—Tras sus palabras, la juguetona muchacha le mostro la lengua al futuro lord en señal de burla.

—¿Debería cortarte la lengua por ofensa?— Él se acercaba minuciosa y juguetonamente a los fríos barrotes.—Hay peores pecados por los cuales debería cortarme la lengua, pero la ofensa no resulta ser uno de ellos—Una gran intriga acechó a Lucerys, anhelaba se conocedor de su secreto, de todos sus secretos.

—¿Qué clase de pecados podrías tener tu?—La expresión de complicidad que transmitía Alynne relucía en sincronía con la luz de la noche. Aquellas pequeñas señales solo confundían al Velaryon, atormentando con nervios sus sentidos.—¿Te ha tragado la lengua el pulpo, tía?—Le devolvió pícaro. Ahora ambos estaban cara a cara, pocos centímetros serían el impedimento para un roce o un beso.

Ella observaba el iris pardo de su contrincante con adoración, podrían ser amigables mutuos pero seguían siendo enemigos en guerra, debían odiarse pero no lograban repudiarse, un sentimiento más fuerte que el odio era el causante. ¿Acabarían sus cabezas colgadas por traición? Solo el destino sería conocedor de tal tragedia.

—Para nada, ¿Y a ti?, Te veo muy callado sobrino—Una carcajada fugaz proveniente de ella provoco un hormigueo extraño en él.—Si de ti dependiera mi destino estaría postrado sobre un frío y sucio suelo, con la vista y lengua desgarradas, ¿no?—Le contestó, divirtiéndola aun más. Aun que la gracia le duró poco, un chirrío los alerto y alejó.