Miro la foto que Lexi me envió de un Rex completamente lleno de arina cuando mi hermana decidió que era buena idea trabajar en un postre que vió en Tik Tok, solo que en el piso.
Niego con la cabeza mientras escribo una respuesta para ella.
Yo: Espero que lo duches correctamente.
Doble castaña: Claro que sí, confía en mí.
Y eso era algo que no hacía, no confíaba en Lexi en una misma oración con mi pobre perro, por eso mi hermana siempre ha sido mas de gatos, según ella son más pequeños y menos desastrosos.
Guardo mi celular en mi bolsillo trasero de mi pantalón y cuando tengo planeado girarme unas manos tapan mis ojos dejándome sin vista.
Sé quién es cuando el olor de su perfume choca conmigo.
Estoy demente.
Siento su aliento en mi cuello y pasa su nariz por el área.
—Adivina quién soy.
Sonrío sabiendo lo que intenta hacer.
—Mhm... déjame pensarlo. —hago una pausa y escucho su risa. —Tal vez el chico lindo, alto, rubio que me saludó ayer.
Siento como su cuerpo se tensa. Sus manos dejan libres mis ojos solo para posarse en mi cintura y darme la vuelta para quedar cara a cara. Tengo que inclinar un poco el cuello para poder seguir viéndolo a los ojos.
—¿Acabas de decir que ese otro tipo era lindo?. —entrecierra sus ojos.
Muerdo mi labio inferior, tal acción que él mira para regresar a mis ojos.
—Puede que sea lindo, pero tú eres más guapo. —le sonrío inocente.
Me recorre el rostro con los ojos, pero baja un poco más. Sigo su mirada y veo el collar que siempre llevo conmigo.
—¿Me contarás la historia del por qué no es un simple collar?.
Trago saliva solo de pensar en la historia detrás de un collar que siempre cargo conmigo, nunca me lo he quitado desde que me lo puse por primera vez.
—Pronto.
Su mano se coloca debajo de mi barbilla y me vuelve a levantar el rostro, sé que puede ver que no es un recuerdo feliz lo que pasa con el collar.
Asiente comprendiendo que todavía no es el momento y entrelaza su mano con la mía para comenzar a caminar.
—¿Viniste con tu gorila?. —me pregunta cuando comenzamos a caminar a la salida del lugar.
—Claro, acaba de ir a encender la camioneta. ¿Por qué?.
—Quiero llevarte a un lugar.
—¿Tú nunca llevas un guardaespaldas?.
Niega con la cabeza mientras me coloca delante de él para que me proteja de la gente loca que intenta salir y otros que intentan entrar, al parecer hay otra pelea y eso que ya son casi las nueve de la noche.
—Puedo llegar a defenderme solo de los reporteros locos que buscan una buena nota.
Suspiro porque es cierto.
Muchos reporteros a veces alteran por completo lo que encuentran solo para que mucha gente siga estando al pendiente de ellos y no de otros. Solo buscan atención, a costa de muchos famosos.
Llegamos a la camioneta, pero antes de que podamos subir un celular suena y sé que no es el mío por el tono de llamada.
Cayden se detiene para sacar su celular con la mano libre y se coloca frente a mí mientras responde la llamada.
—¿Sí?. —veo como levanta sus cejas. —¿Es necesario que tenga que ir justo ahora?. —resopla. —Bien, voy enseguida.
Cuelga y se guarda de nuevo el celular.
—¿Quieres que te lleve?.
Niega.
—Espera por la invitación al lugar al que quiero llevarte, hasta puedes contarme la historia. —señala con sus ojos mi collar. —Ve con cuidado.
Se acerca a mí y me da un beso en la mejilla para luego girar en sus talones e irse.
***
Me levanto de golpe cuando tocan mi puerta con demasiada fuerza y muy rápido. Bajo de mi cama sin colocarme nada en los pies y me froto la cara antes de abrir la puerta.
Me llevo la sorpresa de ver a Grace parada con su celular en mano y mi hermana con un tazón con palomitas de maíz.
¿De dónde salieron las palomitas?.
—¿Qué pasa?.
Mi amiga me mira incrédula como si no entendiera qué está mal conmigo.
—¿Qué pasa?. —casi grita cuando me habla. —Esto pasa. —me muestra su celular.
En la pantalla del celular aparece una foto mía y de Cayden ayer mientras estábamos juntos y muy cerca. Tomaron la foto justo cuando el me giraba para mirarlo y otra donde ambos caminamos agarrados de las manos.
—Pues... salen lindos. —dice Lexi a mi lado.
Grace resopla.
—¿Son estúpidas o qué?. —frunzo el ceño por su enfado.
Ni siquiera yo que soy la de los rumores sobre lo que pasa entre el boxeador y yo estoy así.
—¿Qué te pasa? Que yo sepa no están hablando de ti.
Abre la boca ofendida.
—No, pero eres mi amiga y esto puede dañar tu imagen.
Escucho el sonido de una llamada a mi celular y voy a mi mesita de noche para responder cuando veo el nombre de mi representante.
—Lucy.
—Acabo de ver las fotos y lo que dicen, voy a hacer que bajen eso de inmediato.
Miro a Grace antes de hacer una pregunta.
—¿Esto daña mi imágen?.
Escucho su risa del otro lado de la línea.
—Es algo de lo que se va a hablar por un tiempo, pero nunca daña tu imágen el verse con alguien, aunque también sea famoso. —hace una pausa y escucho como una puerta es cerrada. —Y sé que el chico es completamente soltero, tú también lo eres, no existe ningún problema.
—Bien. Gracias, Lucy.
—De nada, linda.
Cuelga y yo lanzo mi celular a mi cama para cruzarme de brazos y mirar a mi amiga.
—Nada de esto me daña, así que puedes dejar de gritarme como si la que estuviera en las fotos fueras tú.
Grace resopla y se acerca a mí.
—Solo me preocupo por ti.
Suspiro y dejo caer mis brazos a mis costados.
—Lo sé. —me acerco y la abrazo. —Gracias por todo.
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Una melodía perfecta
Novela JuvenilUna gala benéfica los hace conocerse y el destino los volverá a unir para una portada. Primer libro de la trilogía "Melodía". PUBLICADO: 21 de feb. 24 NUEVA VERSIÓN: octubre 21, 2024.