Termine el entrenamiento con facilidad, es decir solo era esquivar.
Los arboles están llenos de nieve blanca, es suelo cruje y no hay animales cerca, no es preferible ir al lago puesto que el agua esta helada pero me congelare si permanezco mucho tiempo afuera.
El lago estaba del lado de la cabaña, pensaba en irme a otra cabaña para mantenerse comodo sin usar la mascara pero viendo ahora no seria necesario... Perfectamente podria quedarse en la cabaña del viejo Urokodaki.
Metido en sus pensamientos, pronto llego al lago, unas montañas se veian a lo lejos, bañadas en la nieve. El lago estaba lleno de pequeños trozos de hielo, es imposible encontrar peces así.
Tanjiro tenía una mirada analizadora, los arboles llenos de nieve no tenian frutos, los peces deben haberse ido por el invierno, los animales estaban en un profundo sueño...
Decepcionado por su caza imposible, regreso a la cabaña.
Con pequeñas partículas de nieve encima, nariz roja y cuerpo entumecido pudo llegar y quitarse toda la nieve.
Tenia tanta hambre...
Decidio sacar un pequeño diario para seguir anotando cosa que hacia desde hace tiempo.
Al ver su mochila noto una pequeña bufanda azul cielo, era suave y tersa, pero.... No era suya, el no tenia una bufanda asi...
Al levantarla noto que estaba enrollada y tenia un peso extra.
Al desenrollar pudo notar una grande y jugosa manzana roja, junto a ella una pequeña carta con letra 'rapida'.
La carta era perteneciente al menor de los Rengoku, Senjuro.
El pequeño y timido niño le habia dado un ultimo detalle en muestra de amistad, su carta expresaba el aprecio y sentimientos de felicidad hacia él que no pudo decirle a la cara por la pena, pero con valentia le escribia esta carta mientras expresaba aquello.
Senjuro-kun es adorable...
Con alegría le dio una gran mordida a aquella manzana, el crujido de la manzana fue exquisito, tenía mucha hambre.
Cuando viera a Senjuro le agradecería por la manzana junto también darle un gran abrazo, el le tenia un especial aprecio a aquel chico de ojos dorados.
Luego de consumir la manzana y seguir rebuscando en su mochila encontro su libro, en este solo habia pequeños dibujos y cortas frases que marcaban su forma de ver la vida.
A veces pensamientos aleatorios o mensajes expresando su experiencia al conocer alguien nuevo.
En aquel diario tenia a Rengoku, Tomioka y Senjuro. Las únicas personas que Tanjiro escribio en aquel diario, desde la primera impresión hacia aquel hombre rubio y su pequeño hermano hasta a el hombre de mirada impasible que reconoció como un pilar con experiencia.
Decidio en aquel diario escribir el transcurso de los días que estaría con Urokodaki.
Tiempo despues Tanjiro se encontraba de cierta forma aburrido, no habia nada que hacer realmente, no podia salir puesto que una tormenta de nieve se adueñó del bosque.
Habia hecho una pequeña carta que le enviaría a Senjuro en un futuro.
Aburrido se perdió en sus pensamientos, no, es su pasado.
Una cabaña en medio del bosque, el hedor nauseabundo de la sangre se adueño de aquella en algun momento calida cabaña.
Sollozos se escuchaban, Rokuta lloraba desesperado.
La señora Kie habia sido devorada.
Curiosamente aquel demonio no era Muzan Kibutsulli. No.
Aquel demonio era Kokushibo.
Impasible para el exterior, espantado por dentro ¿Porque aquel mocoso tenia esos horribles aretes?
Un Tanjiro de nueve años asustado aprovecho aquel despisté escapando arrastrando consigo a su hermana menor, Nezuko. La unica ademas de el que seguía con vida.
Todos sus hermanos habían sido mordidos y cortados, el miedo y adrenalina temporal hicieron que no hiciera nada mientras veia caer a cada uno de los integrantes de su familia.
Ojala papá estuvise aquí...
Pero el ya no estaba, el ya se había sacrificado hacia minutos.
Kokushibo sin duda habia estado sorprendido, un hombre con marca de cazador con un aspecto similar al de su hermano. Lo peor es que el niño tenia esos aretes. ¿Que diablos?
Tanjiro corrio con su hermana, el amanecer llego como un manto de luz, ellos sin saber que aquella luz los mantendría a salvo de aquel mounstro que acabó con toda su familia.
Kokushibo no podia salir, pero sin duda no podia dejar a esos mocosos vivir, saco su espada y con felocidad la fue lanzando a cualquiera de los dos niños.
Tanjiro corrida mientras lagrimas caían, podia recordar toda esa sangre, podia recordar como cada uno de sus hermanos lo veian cuando eran devorados, podia recordar sus miradas quedarse sin brillo.
Tenía a Nezuko y la protegería.
Corrio acercándose al espeso bosque.
Miro a Nezuko y vio la mirada asustada de su hermana mirarlo de vuelta.
Fue entonces cuando de reojo puso ver algo acercándose y su hermana quejarse en un gemido ronco.
La sangre lo salpico, una espada habia atravesado a su hermana, a pesar de ellos siguió corriendo jalando la y llevándola al bosque.
Corrio lo suficiente para perder de vista al demonio.
Volteo a ver a su hermana que estaba derrumbada en el suelo. un charco de sangre debajo de ella.
¡Dijo y prometió protegerla!
Pero ahi esta el cadaver de su hermana con la mirada perdida, un charco de sangre debajo suyo y una espada incrustada desde su espalda.
Lo peor es que tenia una sonrisa pequeña, su expresión perdida y sus cuencas llenas de lagrimas que recorrían sus mejillas.
Nezuko habia muerto.
Toda su familia había muerto.
Todos murieron, menos el.
Todos los Kamado murieron menos el heredero de aretes hanafuda.
918 palabras
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NEBLINA//KNY//
Fiksi Penggemar"-¿Entonces es alguien muy fuerte...? -Es correcto -¿Pero no es pilar...? -Exacto. -Mmm, interesante... -El patrón pide explícitamente que lo busquen para saber sus ideales, para ver si no es una amenaza... Y poder tenerlo controlado. -Bien.. ¿Cúan...