Una canción de hielo, fuego y relámpagos

Capítulo 17: Huevo

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Una Canción de Hielo, Fuego y Rayo
Un Harry Potter/ASoIaF Crossover
Por Zero Rewind
© 2016
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Capítulo 17: Huevo

"No quiero ver a nadie, ahora mismo." La voz de Jon insistió desde detrás de la puerta.

"Ni siquiera yo?" Pregunté a la ligera.

Silencio.

"Sabes que puedo abrir esa puerta cuando quiera, ¿verdad?" Dije en diversión. "Si no usando mis habilidades, entonces por pura fuerza. YO am más fuerte que tú, después de todo."

Más silencio. Tal vez tuve que endulzar el trato.

"No quieres escuchar lo que pasó entre yo y la Montaña que cabalga durante el combate cuerpo a cuerpo, Jon?"

Un poco de silencio, y luego— ¡Haz clic!

La puerta se abrió, revelando a Jon con su Brooding Face Patch 2.3™. ¿O es el parche 2.24? Difícil de distinguir entre los dos, después de todo.

Ah, bueno.

"Luchaste contra la montaña?" Jon dijo con incredulidad que su rostro se transformaba en el de asombro antes de volver rápidamente a meditar de nuevo.

Ahogué un rollo de ojos. "Puedo entrar, entonces?"

"...Claro. Claro." Jon se hizo a un lado para dejarme entrar, cerrando la puerta detrás de él.

Saqué mi varita y abofeteé cada hechizo de privacidad y encanto repelente de intrusos que conocía, antes de embolsarme y agarrar los brazos con quien consideraba mi amigo más cercano, en este punto.

Meses de vinculación sobre el entrenamiento y los viajes hacen eso a los hombres— no puedes evitar confiar en las personas con las que sufres a diario, porque saben cómo se siente.

Pero fue más allá de la sensación general de camaradería que tuve con Jory y el resto del guardia doméstico de Stark.

Jon y yo estábamos atados a la profecía. Vivíamos vidas bastante malcriadas, seguro, nos alimentaban y vestían. Había un techo sobre nuestra cabeza, pero había un estigma contra los dos. El barrio en el que crecí siempre había creído que era un huevo malo y me trataba como tal.

Jon, con su estado bastardo, fue tratado de la misma manera, aunque nunca alrededor de Ned o sus hermanos— o primos, me recordé a mí mismo.

La habitación en la que estábamos estaba vacía.

"Qué hiciste aquí, todo el día?" Miré por la ventana, que daba al Desembarco del Rey, mostrando un cielo teñido de amarillos, naranjas y rojos, el signo de una puesta de sol.

"Solo paseó, principalmente." Jon respondió. "Miró por la ventana varias veces. Necesitaba pensar en las cosas."

Asentí en entendimiento.

"Ya veo." Simplemente dije. "Has comido, en absoluto?"

Me miró por unos segundos.

"No adivine." Suspiré y saqué mi varita de nuevo, conjurando una mesa básica y dos sillas para que nos sentáramos. Después, pescé algunas cosas en mi bolsillo, colocándolas sobre la mesa.

Jon los miró con confusión, no con asombro, ya que se había acostumbrado a verme desafiar las leyes de la física de manera regular. "Qué son esos?"