Una canción de hielo, fuego y relámpagos

Capítulo 30: El Juego está Cambiando Siempre

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Una Canción de Hielo, Fuego y Rayo
Un Harry Potter/ASoIaF Crossover
Por Zero Rewind
© 2016
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Capítulo 30: El Juego Siempre Cambia

"He oído que nuestro Rey ha llegado, por fin. Ha ganado en Oxcross, entonces?" Lord Mallister dijo mientras irrumpía en su tienda de comando. Estaba sentado, disfrutando de una taza de cerveza, parecía. "Uh... Lord Potter?"

Me tomé unos momentos para recuperar el aliento.

"Sí." Respondí con cautela, comprobando que no había orejas indiscretas. "Por eso estoy aquí."

"El rey Robb ha sufrido algunas lesiones extensas." Dije y levanté una mano para evitar que Lord Mallister hablara. "Vino a nosotros, solo. Probablemente, su guardia ha sido diezmada. No estoy seguro del destino de su hombre lobo. Debe haber caminado aquí, en su solitario— y con sus heridas..."

"Qué tipo de lesiones?" Lord Mallister consultó con un tono de alarma, de pie rápidamente.

"Demasiado numerosos para contar. Algunos fueron lo suficientemente graves como para amenazar su propia vida." Lo agité. "Está bien, en cualquier caso. Curé lo peor, y actualmente lo está durmiendo. Quería interrogarlo sobre lo que sucedió, pero despertarlo ahora probablemente dañaría gravemente sus posibilidades de recuperación."

"Ya veo." Jason asintió en comprensión, respirando profundamente para calmar sus nervios. "Enseñaré al ejército que esté en alerta máxima."

Asentí con gratitud. Eso es exactamente por lo que vine aquí.

"Está bien, bien. Tomaré algunos hombres y los publicaré cerca de la tienda de recuperación del Rey. Jon, Hestia y Ghost están haciendo guardia a su alrededor, en este momento." Informé al hombre.

"Tan seguro como puede estar, entonces." Jason respondió, dándome una sonrisa sombría.

"De hecho." Devolví la sonrisa, aunque el sentimiento se desvaneció rápidamente, para ser reemplazado por un sentido de urgencia. "Volveré con él, ahora. Espera a que se despierte."

Lord Mallister solo me dio un guiño cuando salí de la tienda.

En el camino de regreso a la tienda improvisada que había hecho para Robb, conté con la ayuda de treinta hombres, incluidos Tyrion y Jaime, que habían estado sentados sin hacer nada en ese momento.

"Qué crees que le pasó?" Tyrion me preguntó curiosamente en el camino.

Sacudí la cabeza. "No hay ni idea. Todo lo que sé es que todos sus hombres con los que estaba montando, posiblemente su hombre lobo, Grey Wind, están muertos, y que estaba tan gravemente herido que no habría logrado pasar el día sin mi curación."

"Quizás una emboscada? Dejados por muertos, después?" Jaime sugirió cuando llegamos a la tienda improvisada.

Ghost y Hestia se pararon a cada lado de la entrada, pareciendo que iban a destrozar a quien se atreviera a atacar en pedazos.

"Es posible." Dije dudosamente. "Podría haber sido más Hombres sin rostro, contratados por Cersei."

"No es probable." Tyrion sacudió la cabeza. "Con King's Landing bloqueado por piratas, y mi querido padre capturado aquí, no habría forma de que ella pudiera pagar ese gasto."

"Verdadero." Frunció el ceño pensativamente, sintiendo que me faltaba algo. "Espera..."

Sacudí la cabeza. ¡Maldita sea! Sentí que la respuesta estaba justo debajo de mi nariz, ¡y simplemente me la perdí!