Una canción de hielo, fuego y relámpagos

Capítulo 46: Reagrupación

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Reagrupar
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Fue aproximadamente una hora más tarde cuando finalmente vi al ejército acampado fuera de la ciudad de Meereen.

Bueno, había visto a Meereen y a los dragones de Daenerys desde una gran distancia incluso antes de notar el ejército.

Bueno. Han fortalecido las defensas e incluso han construido algunos trebuchets. Asentí con la cabeza mientras Erebus me ponía suavemente abajo, lejos del ejército.

Ver a un esquelético envuelto en sombras probablemente habría sido demasiado para ellos. Me froté cansadamente los ojos, dejando escapar un largo y sufrido suspiro.

"Necesitas descansar. No puedes seguir empujándote como—" Balthazar intentó decirlo, pero lo corté con un movimiento de la cabeza.

"Hay demasiado que necesito hacer." Vacilé en su lugar por unos momentos. La debilidad persistente era casi lo suficientemente fuerte como para ponerme de rodillas, pero con un gruñido— y sobre todo fuerza de voluntad, para ser honesto— logré mantenerme en mis propios pies.

Necesito mantenerlo unido. Tomé algunas respiraciones profundas consecutivas antes de asentir y caminar hacia el campamento, proyectando tanta confianza como pude.

"Erebus, quiero que—" Me detuve cuando el progenitor de los dementores se transformó de nuevo en la forma familiar de la espada, flotando suavemente hacia mi mano.

Tomé la cuchilla y la saqué de su vaina ósea, sintiéndome un poco vigorizada por la acción misma.

Envainé la espada y la coloqué en mi cintura una vez más, antes de reanudar mis pasos. Los mantuve largos y decididos, incluso cuando los outriders comenzaron a acercarse a mí con varios gritos para identificarme.

"Khal Harry!" Uno de ellos me reconoció, casi saltando de su caballo y dándome una profunda reverencia. Los demás, hombres inmaculados que realmente no reconocí, también dieron una breve reverencia.

Quizás algunos de los soldados de Daenerys. Pensé mientras los seguía, igualando su ritmo algo apresurado con un poco de dificultad. Por otra parte, no es que haya memorizado todas las caras de mi propio ejército...

Difícil de decir.

Descarté esos pensamientos distractores y dirigí mi atención a las tropas que me rodeaban. La mayoría estaban ocupados con sus preparativos.

Se estaban repartiendo armas, los cocineros trabajaban horas extras, los fletchers de Dothraki producían sus flechas, Unsullied y Dothraki compartían historias en grupos pequeños— curiosamente.

La moral parecía ser alta, y se elevaba aún más cuando los hombres comenzaron a darse cuenta de que había llegado. Sus miradas volaron hacia el cielo, pero luego volvieron a caer sobre mí con confusión.

Sentí el aguijón de sus ojos en mí, aunque ninguno de ellos se atrevió a acercarse.

Es sorprendente que no hayan asumido inmediatamente lo peor. Erebus susurró en mi mente mientras asintiera con la cabeza a varios miembros de la soldiery. Me llevaron lentamente al corazón del campamento, donde se encontraba una gran tienda de campaña—, la sede de toda esta operación, me reuní.

"Khal Harry, anunciaré tu llegada?" El tipo Dothraki desmontado una vez más.

Qué extrañamente útil. Reflexioné, suprimiendo un resoplido. No es que sea necesario anunciar mi presencia. Estoy seguro de que Daenerys y el resto ya han sido informados por los guardias que noté corriendo por delante de mi...¿podría llamarse un séquito si fuera un solo hombre Dothraki?