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No sé exactamente qué había hecho Jeff cuando me levanté, pero lo que sé es que tuve que salir yo a arreglar las cosas con los vecinos. Yo no me enteré de nada, ni siquiera de que tú te habías levantado de la cama.
Me disculpé con las señoras que estaban molestas. Fueron varias veces hasta que estuvieron conformes. Al voltear para volver a entrar, te vi observándome y quitar la mirada de inmediato. A ti te observaba Jeff con una clara expresión de satisfacción. Inmediatamente, tú caminaste a tu cuarto dejándonos solos.
"¿Café, té...?" Ofrecí una vez cerré la puerta yendo a la cocina para preparar tu café de todas las mañanas.
"Café, por favor."
No me di cuenta de que él me había seguido, lo supe cuando lo oí.
"¿Y que tal el trabajo?" Era notorio que buscaba sacar un tema de conversación y lo único que teníamos en común eras tú.
"Más que bien, me ha venido como anillo al dedo. Venable no es tan terrible como dicen en la empresa"
De fondo se oía la cafetera en la cual acababa poner las cápsulas. Me moví al horno y tomé rodajas de pan para preparar tostadas.
"Lo sé. Construyó una imagen y es algo que respeto, pero sé a lo que te refieres. Antes ella era diferente. Era seria, pero no tanto como ahora. Supongo que no te ha contado sobre eso."
"Uh... No. Bueno, ella no suele hablar sobre sus cosas."
Vi que iba a hablar, pero entraste. Justo cuando podía conocer un poco más de ti, interrumpiste asegurándote de que sepamos que estabas ahí. Los golpes de tu bastón eran tu leitmotiv. Antes de que entres a una habitación, podías intimidar desde fuera.

De ese día no recuerdo mucho más, pero sí de la semana siguiente. Habías olvidado un pendrive en el departamento para una presentación con ejecutivos de empresas asociadas. Busqué y busqué hasta encontrar el pequeño objeto que almacenaba lo que podía salvar el día. Como tú no podías salir, yo fui para allá. Me quedé escuchando como todos hablaban de temas acerca los cuales no entendía. Lo que si entendí es que al terminar tu jornada, a pesar de lo estresante que había sido, estabas contenta. Podía verlo.
"Creo que podrían darme un ascenso", fueron las palabras con que respondiste ante mi interés por como había ido todo. Hasta ese entonces no te había visto así. Era la primera vez en que era perceptible la alegría en tu estado de ánimo. Me fascinó presenciarte de esa forma. "Que encontrases el pendrive nos salvó. Allí también teníamos documentos muy importantes."
"No ha sido nada."
Yo estaba ayudándote con tu saco y cuando fui a tomar tu bolso nuestras manos se rozaron. Fue tan particular. Te miré a ver si habías sentido lo mismo que yo y te encontré con la misma expresión viendo en mi dirección. Las dos dedicamos menos de un segundo al contacto visual antes de seguir como si eso no hubiese pasado.
"Debería darte un premio." Esas palabras no fueron suficientes para prepararme para lo que seguía. De un momento a otro tu mano libre estaba en mi mentón haciendo que vea hacia ti para besarme. Me pregunto si esa idea había estado en tu cabeza antes. ¿Y ahora? ¿Sigo en tus pensamientos como tú sigues protagonizando los míos?

Lirios y rosas[Venable]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora