Memorias del corazón

A puertas del desastre

Hola, ¿cuánto tiempo, no?

Perdón por no poder actualizar seguido, tuve problemas organizando mi tiempo. Perdón, pero bueno, ¿qué tal te parece esta parte?

______

Kobeni, después de terminar su desayuno, se cambió rápidamente a su uniforme de la Seguridad Pública y le dijo a Himeno que la esperaría afuera. "Señorita Himeno, ya estoy lista. Te espero afuera. Puedes buscar ropa en mi armario si quieres, pero por favor, no rompas nada", dijo Kobeni antes de salir del departamento y cerrar la puerta tras ella. 

Mientras tanto, Himeno se quedó explorando el armario de Kobeni en busca de algo que le sirviera para vestirse. "Demonios, no hay nada de mi talla. Bueno, usaré el uniforme sucio y me cambiaré rápido en la sede antes de que alguien note mi olor". Se cambió rápidamente con el uniforme sucio y se apresuró a salir, encontrándose con Kobeni afuera.

Ambas esperaron el transporte de la SP mientras charlaban sobre cómo había estado la vida de Himeno últimamente. Kobeni compartió que muchas cosas habían sucedido en poco tiempo y que le encantaría tener unas vacaciones para relajarse.

Himeno asintió, comprendiendo la sensación de tener una vida agitada. "Te entiendo, pero mejor que te acostumbres, esto es una semana normal de trabajo, Kobeni-chan", Himeno suspiró y luego continuó, "De hecho, anoche fue una de mis típicas salidas a beber. No recuerdo nada, y terminé rompiendo tu puerta. Lo siento de verdad, eso sí, no volverá a pasar".

Kobeni, aunque molesta por la puerta, le pidió a Himeno que la arreglara después o la echarían del departamento. Himeno aceptó, prometiendo contratar a alguien para solucionarlo.

La conversación luego se tornó más ligera, y Himeno, sintiéndose nostálgica, sacó un cigarrillo. Sin embargo, Kobeni rápidamente se lo quitó, preocupada por su salud. "Himeno, eso hace mucho daño. Deberías dejarlo", le dijo Kobeni.

Himeno, en lugar de tomarlo demasiado en serio, soltó una risa y sacó otro cigarrillo. "¡Vaya, Kobeni, eres como una madre preocupada! Pero está bien, de todas formas, con este trabajo no espero vivir mucho", dijo mientras encendía otro cigarrillo.

Kobeni notó la expresión triste de su amiga. "N-no digas eso, eres fuerte y valiente, sé que vivirás muchos años", dijo la castaña mientras le quitaba el cigarrillo y lo lanzaba lejos. Himeno solo suspiró y miró melancólica a su estudiante. 

"Eso es lo que me molesta..." Himeno, al ver la cara de preocupación de la castaña, decidió cambiar de tema. "Hey, no pasa nada, estoy bien". Kobeni solo suspiró y decidió tratar de hablar con su amiga demonio. 

"Zzzzz ahora no.... vuelva más tarde". No lo logró, cuando volteó a ver a su maestra, la vio de nuevo intentando fumar. "¿Cuántos tienes?" dijo arrebatándole de nuevo el cigarrillo y lanzándolo lejos. "Ese era el último... bueno... me puedes contar qué pasó cuando llamé a Aki borracha?"

Kobeni se avergonzó y bajó la cabeza. "Y-yo no lo sé, no la escuché, pero dijo algo sobre que era muy sexy y poderosa y que Aki era gay o algo así antes de caerse y desmayarse". Himeno solo rió nerviosa y se disculpó por tener que presenciarla en ese estado. Aunque Himeno no recordaba nada de la noche anterior, no negó que podría haber dicho algo así.

Ambas quedaron en un silencio incómodo hasta que llegó el transporte, y para sorpresa de ellas, Arai estaba adentro. Él había llegado temprano para dejar el reporte de ayer por la señorita Himeno. "Escuché un poco la llamada de la señorita Himeno sobre que necesitaba un transporte, el chofer andaba algo cansado, así que me ofrecí a traerla mientras él descansaba".

Las chicas se miraron y rieron para luego entrar. "Qué caballeroso eres, Arai, pero deja de escuchar por las paredes o podrían denunciarte por acoso", bromeó Himeno, poniendo nervioso al chico. "N-no estaba espiando, ¡lo juro! y-yo pasaba por ahí".