En cuanto se despidió de Zoro, Sanji abrió los ojos, estaba tan desorientado y con la fiebre tan alta que colapsó, quedando inconsciente de nuevo.
Al segundo intento, parpadeó confundido y vio al reno a su lado que estaba comprobando el estado de la bolsa que colgaba e iba conectada a su brazo, todavía sin ser consciente de que su paciente acababa de despertar hasta que giró sobre si mismo y pudo ver que ya estaba con los ojos abiertos.
- Bienvenido, Sanji. – saludó con calidez en su voz al ver que le estaba sonriendo - ¿Cómo te encuentras?
- Gracias. – intentó reincorporarse, dándose cuenta al instante de que no podía hacerlo – Noto todo el cuerpo adormecido.
- Es normal, has estado tres días bajo el efecto de un potente veneno que paraliza por completo, la fiebre ha remitido hasta quedar a unas décimas, pronto estarás mejor.
- Os he dado un buen susto, lo siento. Yo burlándome de Usopp y su miedo a las serpientes y casi me mata una, que ridículo.
- ¿Lo recuerdas? – preguntó el reno y este asintió - ¿Todo? ¿Incluido el sueño?
- Sí, un momento... ¿Cómo sabes que he estado soñando?
- Ah, Zoro nos lo dijo.
- ¿Zoro? – repitió sin comprender - ¿Cómo iba a saberlo él?
- ¿Hmm? Has dicho que te acordabas de todo, se sumergió en tu sueño tres veces y nos dijo que te vio y hablasteis.
Eso le hizo abrir los ojos de par en par, coincidía con la cantidad de veces que lo había visto allí; en la playa, en el Baratie y en el cumpleaños, fue entonces cuando entendió que el "Zoro Realidad" no era un producto de su sueño para escapar de allí, sino que realmente era el "Zoro Original".
- ¿D-Dónde está? Tengo que hablar con él.
- Ah, sobre eso... - se rascó la nuca, incómodo por darle la noticia y señaló al lado opuesto de la cama donde Sanji todavía no había mirado, encontrándose otra camilla en la que estaba el cuerpo de Zoro – Tú despertaste, pero él no. Le avisé de que a más veces se sumergiese en tu sueño más difícil sería regresar. Quería salvarte a toda costa.
- ... Tan idiota como siempre. – murmuró recordando lo que ocurrió en Thriller Bark hacía ya casi tres años de aquello.
- Nosotros te estuvimos hablando mientras dormías, ¿sirvió de algo? Con él tampoco hay resultados.
- Las oía mientras dormía en el sueño, no entendía demasiado que ocurría, pero me sentía acompañado. – intentó moverse.
- ¿Qué haces? – preguntó Chopper posando sus pezuñas en su pecho – Aun debes descansar.
- No voy a quedarme aquí tumbado mientras el cabeza de algas esté así, ayúdame a llegar hasta él.
- Y yo no voy a dejar que te metas en su sueño con lo débil que estás. – le regañó frunciendo el ceño.
- Tranquilo, no voy a hacerlo. Sólo voy a despertarlo, pero para eso necesito hablarle. Te lo prometo, Chopper. Voy a traerlo de vuelta.
- ...Eres terco como una mula, igual que Zoro. – suspiró resignado.
Acercó una silla al lado de la camilla del espadachín y con cuidado, soportando el peso del rubio, le acompañó hasta ella y le sentó junto sus goteros. Sanji pudo observar que el rostro tostado de su nakama había perdido algo de color, probablemente a causa del veneno.
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El cocinero que lo tenía todo
FanfictionLa vida es perfecta para Sanji, una preciosa novia, unos amigos increíbles, una familia encantadora. Todo es perfecto. ¿Quizás demasiado?