Cuando Sanji volvió a abrir los ojos se dio cuenta de que no estaba en la universidad, estaba en su habitación. ¿Qué había pasado? Juraría que estaba hablando con Zoro y Luffy... sin recordar de que hablaban. Intentó hacer memoria, todo era confuso hasta que se rindió y decidió levantarse de la cama. Fue directo a la cocina tras asearse y vestirse descubriendo que todos habían terminado de desayunar.
- Oh mierda, me he dormido. – corrió al cajón donde estaba el thermo para llenarlo de café.
- ¿A qué tanta prisa, hermano? – preguntó Reiju al verlo tan agitado – Hasta la tarde no iremos a la casa de la playa.
- ¿Eh? – se quedó parado a punto de verter el café – Aun falta para el fin de semana, tenemos que ir a clase.
- Jajaja, tío. Has estado en las nubes estos días, pero no sabía que tanto. – se burló Niji – Ya es sábado.
- Imposible, ayer... - miró el calendario de la pared donde efectivamente estaban los días tachados como si ya hubiesen pasado.
- Ayer te pillaste una buena en el bar al que fuimos a tomar unas cañas con Katakuri y Zoro. – respondió Ichiji sacando su Den Den Mushi para mostrarle las fotos – Mira.
- ... - echó un vistazo, estaban en el perfil de su red social donde tenía comentarios y corazones de otras personas comentando sobre ellos y sus hermanos.
- ¿Tienes resaca? No es plan de que vayas así al cumpleaños de mamá. – intervino Reiju de nuevo.
- No, no, estoy bien. – dejó el thermo en su sitio y se puso el café en su taza favorita mientras intentaba hacer memoria.
- Yo no sé para qué te metes en la competición de beber entre Kata y Zeta, estaba claro que ibas a perder. – se mofó Yonji - ¿Tú los has visto? Eres un tirillas comparado con ellos.
- Si hicieran un sándwich contigo te reventarían.
- ¡Joder, Niji! – pusieron mala cara Ichiji y Sanji a la vez mientras gruñían con desagrado.
- Podríais hacer intercambio de pareja más adelante si os va la marcha. – continuó feliz el de pelo azul al verlos asqueados por sus ideas - ¿Un trenecito?
- Con semejantes locomotoras reventaban las vías, ¡jajajaja! – se partió de risa Yonji.
- Suficiente, estaré en mi habitación hasta que tengamos que irnos. – huyó Ichiji para dejar de escuchar ordinarieces.
- ¿Por qué sueltas tales barbaridades, hermano? – le echó una mirada fulminante el rubio quedándose solo al frente.
- Porque es divertido sacaros los colores, obvio. – respondió Niji.
- De todas formas, está claro que le gustas mucho a Zoro, no te cambiaría por Ichiji. – añadió Reiju.
- ¿Q-Qué? – se sonrojó.
- ¿Se supone que era secreto? – preguntó Yonji – le comiste la boca delante nuestra en el bar, Señor Discrección.
- Ay, Dios...
- Eso dijo él. – rieron y dijeron a la vez el de pelo verde y azul.
- Dejadlo ya. Me muero de vergüenza...
- A mí me gusta más Zeta para ti que Nami. Con él eres tú mismo, no andas de puntillas con todo lo que haces o dices para agradarle. Le soltases toda clase de insultos y patadas y él siguió a tu lado poniéndote ojitos de enamorado en cuanto no le mirabas.
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El cocinero que lo tenía todo
Fiksi PenggemarLa vida es perfecta para Sanji, una preciosa novia, unos amigos increíbles, una familia encantadora. Todo es perfecto. ¿Quizás demasiado?