Un heredero no solo de la enorme fortuna de su familia, sino del nombre y una larga cadena familiar de médicos tiene un sueño de grandeza propia.
Otro heredero que su familia decidió desaparecer hizo sus sueños realidad en un alejado pueblo en el e...
Como en un transe conducía Jungkook hasta las tierras de Livingston, el medico le dijo “vamos a enamorarnos "
-Aqui es doctor - Jimin de prisa se bajó con su maletín y corrió hasta la casa, una mujer le abrió la puerta.
Jungkook que aún no bajaba de su camioneta lo miró hablar con la mujer que abrió la puerta, ella lo dejó entrar con pánico en su cara.
De inmediato el médico coreano fue a asistir al hombre de esa casa que postrado en su cama llevaba diez días.
Jungkook corrió también al ver la gravedad del asunto.
Jimin habia leído el resultado de los estudios de ese hombre, debía ser tratado de inmediato o moriría, pasaron toda la mañana con el, administrando medicamentos y checando temperaturas cada media hora, presión y diferentes procedimientos médicos.
La cara sería del médico, el sudor de su cara corriendo por su cuello y desapareciendo en su pecho mojando su camisa era algo que tenía embelesado al profesor.
“Vamos a enamorarnos" ahora entendía esa frase, ahora entendía la leyenda romántica, ahora estaba seguro que estába enamorado del médico, pero ¿El médico sentiría lo mismo?.
Por la tarde el hombre reaccionó y la familia estaba tan agradecida con el doctor que prometieron pagarle muy bien.
Obviamente el rubio se negó, alegó que era su trabajo, por supuesto no pensaba cobrar un centavo .
Salió de esa casa con una enorme sonrisa de satisfacción en su rostro, Ni los millones de dólares que podría ganar en la clínica de su padre o en la clínica estética a la que iría al día siguiente podrían darle la sensación que tenía en ese momento.
-A donde lo llevo señor Park - Jungkook preguntó con absoluto respeto.
-Al hospital obviamente - el mencionado Park respondió.- ¿Puedo preguntar algo?
Ya se veía el hospital desde ahí, estaban a solo segundos de llegar, había gente afuera del pequeño edicifio. Mucha gente en realidad. Era domingo y aún así la gente quería que el prodigioso médico los atendiera.
-Haz tu pregunta - el profesor incitó al apagar la camioneta.
-¿Te enamoraste de mi en ese lugar ? - el médico preguntó y se bajó del vehículo caminando hasta la gente que esperaba.
- Doctor - la chica enfermera del día anterior salió a recibirlo.- tenemos un posible parto con distocia de hombros , ella está muy mal.....
Sin dejarla terminar corrió hasta la sala de maternidad donde no era necesario ser muy inteligente para saber que estaba ahí.
Más de prisa puso su bata y guantes de látex, llegó revisando el producto y efectivamente uno de sus hombros estaba atorado.
La dilatación no era suficiente y el sangrado era excesivo.
-¿Doctor? - la enfermera se puso a la orden.
Todo un proceso inicio para salvar a la madre y al pequeño que no terminaba de nacer, una hora después dos unidades de sangre y un llanto de bienvenida a la vida ocurrieron terminando todo con éxito.
El padre lloraba de la emoción y en agradecimiento..
-Es un varón, está sano y le dará muchas noches de insomnio - el doctor Park dijo al hombre que casi se comió los dedos de los nervios.
-Muchas gracias doctor - el hombre aquel tomó ambas manos del médico y las puso sobre su frente en señal de agradecimiento.
-Felicidades - dijo el sonriente rubio - ¿Como le pondrá ?
-Habiamos pensado en eso, teníamos muchos nombres y no los habíamos decidido por ninguno. Pero creo que ahora lo tengo. - aún con lágrimas en sus ojos el orgulloso nuevo padre de ese pequeño pueblo dijo al amable médico - le pondremos “Jimin"
- Pero eso no .... No es necesario este es mi tra....
-No diga nada más, sé que es su trabajo, pero yo vi la dedicación y el amor con el que trató a mi esposa y mi bebé, creo que darle su nombre es el unico homenaje que puedo hacerle, y verlo crecer y llamarlo como usted, será un honor para nosotros dos.
-El honor será mío - conmovido respondió el médico.
- Ahora iré con ellos - el padre de ese nuevo bebé fue a la habitación donde llevaron a su esposa.
Ahora el que estaba al borde de las lágrimas, era ese arrogante médico de los suburbios mejor pagados de Corea del Sur.
Para evitar sacar sus sentimientos ante la gente, se lavó, y fue a consultar a los demás.
Ya el sol dejaba de alumbrar cuando al fin logró terminar de revisar, recetar y tratar a todos sus pacientes.
El profesor había ido a su casa, alguien le dijo que se rompió un tubo del agua y su casa se estaba inundando.
Fue necesario todo el día para reparar la fuga y limpiar la casa.
Al terminar vio que la oscuridad estaba comenzando, iría por su médico, cubrió sus torso con una playera negra, fue hasta su camioneta y condujo hasta el hospital.
Afuera había demasiada gente, y justo en ese momento con cara de cansancio el rubio salía de ese pequeño hospital rural.
Algo insólito pasó, la gente comenzó a saludar al doctor, a decirle que lo amaban y pedirle que no se fuera.
Jimin estaba tan sorprendido que sus pequeños ojos estaban muy abiertos, estába Leny la mujer que el día anterior había tratado por dolores en el pecho, el hijo de la señora Olivia, un brazo fracturado, estaban los pacientes del sábado y todos los que había atendido ese mismo día.
Y no solo ellos, la dueña de la cafetería, la panadería y todos los demás comercios.
-Usted no debería irse, aquí tendrá lo que no tendrá en otros lugares - dijo Romina, la dulce adolescente a la que trató esa tarde con un sangrado nasal.
Jimin solo agradecia, saludaba de mano a la mayoría y sin olvidar sus modales asiáticos, hacia reverencias como si fuera una celebridad.
El mecánico llegó también a tal celebración.
-Doctor, mañana podrá ir por su auto a medio día, la parte está en mi taller ahora mismo. - la gente guardó silencio, el médico agradeció nuevamente, esa no era la noticia que quería escuchar.
Su respiración comenzó a volverse pesada, la gente lo seguía mirando y pidiendo que no se fuera, pero no podía, había dado su palabra y había hecho un largo viaje para cumplirla.
No funcionaban sus razonamientos, doña Brenda del supermercado tenía esa tierna cara como de un cachorro perdido,¡ que fácil sería hacerla feliz!.
Quería huir de esa masa de gente, quería solo cerrar los ojos y abrirlos en otro lugar, su madre apareció en su cabeza diciendo " haz lo que te dicte tu corazón hijo mío" pero también vino la frase más probable de su padre "Estás loco si crees que te dejaré en ese inmundo lugar".
Su locura comenzaba a reflejarse en su rostro, el pánico reinaba en sus ojos y su cuerpo empezó a temblar ...
-Creo que irremediablemente, me enamoré de usted doctor Park - la mano del profesor se extendió para invitarlo a ir con él....
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