Cap 6

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Se quitan la ropa, los tapan las sábanas. Los labios del médico embonan perfectamente a los del profesor, las manos  del profesor  parecen creadas para acariciar al medico.

Ambos cuerpos se combinan en una armonía secreta, una canción que nunca habían oído y que bailan como si la conocieran desde siempre. Y cuando el fuego que arde en sus cuerpos los completa, juntan sus brazos de nuevo, cara a cara, labios con labios perfectamente sincronizados, es como una sonata que juntos nacieron para crear.

-He soñado tantas veces con esta situación. Me he imaginado tantas veces a qué sabrían tus besos, cómo se sentiría tenerte así de cerca. - el profesor aún alcoholizado gimió para su médico - Cuál sería tu expresión al llegar al orgasmo.

Cuando la mano del médico  le acarició el vientre, contuvo la respiración. Sabía lo que se avecinaba, pero la excitación que sentía empezaba a tomar el control. La mano se cerró sobre su erección y empezó a masturbarlo con suavidad, lentamente, sin dejar de besarse.

De forma involuntaria, el de grandes ojos bajó la mano hasta el muslo del doctor  y lo levantó hasta que su pierna derecha le rodeó las caderas.

Le giró la cara para poder besar y morderle el cuello, con suavidad pero con firmeza. Siguió por su clavícula, por su pecho, por su abdomen. 

Cuando hubo saciado su hambre lo giró con suavidad.

Sus cuerpos enteros temblaban de la excitación. Casi estuvo a punto de quejarse el rubio cuando el maestro se separó, pero de inmediato volvió a sentir su piel y todo fue calma.

Con suavidad, empezó a introducirse dentro de él. Poco a poco. Saliendo y entrando cada vez un poco más.

Jungkook  se inclinó y le besó la espalda. Con una mano lo agarró de las caderas y con la otra buscó un hueco para poder masturbarlo, mientras lo penetraba.

Los gemidos de ambos se volvieron incontenibles, a medida que aumentaban la velocidad. La erección del rubio  palpitaba, y el profesor supo que el momento del éxtasis estaba próximo.

Aceleró el ritmo de sus caderas, de sus manos. La espalda del medico se arqueaba y sus gemidos comenzaban a sonar demasiado fuertes.

-No creo poder aguantar mucho más - el profesor le susurró en el oído, con la voz entrecortada por la excitación.

Pero no haría falta mucho más. Bajo su cuerpo, el rubio  se estiró introduciendose por completo haciendo que su cuerpo fuera un volcán en erupción. Y Jeon, sin poder contenerse, también se deshizo, en su interior.

El sol brillaba majestuoso, dos sudorosos cuerpos yacían tendidos entre las sábanas desarregladas y un mar de basura en una habitación destrozada.

-Por que volviste - Jungkook atinó a preguntar.

-Te lo dije, te amo, creo que la cena de anoche contenía algún tipo de hechizo y...

Un beso hizo que callara, su cara aún estaba rosada por la agitación, pero recibió el dulce beso de su profesor.

-Tambien te amo y para mí es suficiente, ¿Te quedarás ? O solo volviste para hacerme tuyo y después abandonarme - el hombre de grandes ojos dijo haciéndose la víctima.

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