Mientras usaba su celular para despejarse, Hanbin encuentra en internet a un chico, quien usa su página web para hacer lives de temática erótica y sexual.
Hanbin le contó a Gyuvin acerca de su universidad, el castaño de inmediato se matriculó en la misma y consiguió los mismos horarios, no iba a dejar sólo a su amigo, iba a estudiar una carrera que no tenía conocimiento alguno con tal de verlo feliz.
—Gracias, Gyu —los jóvenes estaban sentados en la banca de una parque, debajo de un árbol, que daba sombra —ya no soporto vivir con mi mamá
—Te llevaría a mi casa, pero no hay espacios, a mi mamá le encantaría que estés ahí
—Sí, lo sé, y aprecio eso —suspiró —ojalá fuera tan fácil como escaparme de casa e irme a otra, pero si mi mamá se entera me jala de los pelos de regreso
—No te preocupes, son sólo cinco años, verás que al estar juntos será mucho más fácil superarlo, incluso en los trabajos en grupo podemos juntarnos, apoyémonos el uno al otro —sonrió tomando las dos manos de su amigo —te quiero, Hanbin
De pronto, una llamada hizo saltar al castaño separándose del contrario, era su mamá, le estaba avisando que saldría de casa y que iba a demorar.
Gyuvin decidió invitar a Hanbin a su casa y estando ahí decidieron hacer un maratón de una serie disfrutando los últimos días libres que les quedaban.
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La única ventaja de estudiar en la universidad mencionada era que quedaba cerca de casa, así que Hanbin se podía levantar más tarde de lo normal.
Al estar casi listo, casi se le olvida los lentes, los tomó y se los colocó arreglando un poco su cabello. Ahora si, estaba perfecto.
—¿Ya estás listo, Yujin? —se acercó a la puerta entreabierta de la habitación de su hermano
—Un momento —se escuchó desde el baño a lo lejos, recién se había salido de bañar
Mientras esperaba que su hermano se cambiara, entró a instagram como de costumbre viendo la última publicación de Boy. Era de ayer, mencionaba que se había despertado a las 2pm, eso era algo que Hanbin quería, pero ya no se podía cumplir.
—¿Qué estás viendo? —Yujin se acercó a su hermano de forma curiosa escaneando su celular sin lograr ver algo
—¡N-nada! —apagó su celular quitándolo de la vista del menor —ya tenemos que irnos, es tarde
Salieron de la casa. Desde ese camino podían ver la gran universidad, en cambio, Yujin tenía que ir a su escuela y Hanbin lo estaba acompañando por esa razón.
—Hyung... —mencionó por lo bajo logrando captar la atención del mencionado
—Dime —giró la cabeza hacia él sin parar de caminar
—¿Crees que mis papás también quieran que estudie marketing? —dijo en un tono triste sin despegar su vista del suelo
Hanbin lo observó en silencio, no sabía que decir, lo más probable era que sí, pero no podía decirle eso, sólo tenía 16 años, no podía carcomer su mente con eso ahora.
—Yujin... escucha —lo tomó de los hombros —puedes hablar con ellos y decirles lo que quieres hacer, te van a entender
—Pero... ¿y si no lo hacen?, tu lo intentaste muchas veces y no te hicieron caso
—Era porque no sabía que estudiar, quizás pensaron que era mejor meterme en algo que ellos querían para que no ande de vago por ahí —él suspiró y se quedó pensando unos segundos antes de responder
—No quiero estudiar marketing, Hyung, me dijeron que ahí también tienes que tener conocimiento en números, estadística, y yo no soy bueno en esas cosas
Mientras hablaba, la voz se le agudizaba como si fuera a llorar y Hanbin lo abrazó fuertemente evitando que sucediera. Después de todo era su hermanito, no quería que sufriera, lo que quería evitar a toda costa.
...
Después de dejarlo en su escuela, se encaminó hacia su universidad, la cual estaba a sólo cruzar la calle. Ingresó saludando a los adultos que se encontraba, siempre fue tan educado, con todo el mundo, desde niño.
Observaba su celular tratando de descifrar el número del salón, no estaba seguro si era 706 o 708, estaba borroso. Se quitó los lentes para limpiarlos un poco y en lo que se los volvía a poner chocó con alguien.
—Oh, disculpe, lo siento mucho —recogió los lentes que se le habían caído al suelo y elevó la mirada observando al chico con quien se había chocado
—¿Hanbin?, eres... ¿Sung Hanbin?
—¿S-sí? —dijo con confusión, al parecer aquel chico lo conocía pero por alguna razón él no lo recordaba
—¿No te acuerdas de mí?, íbamos a la misma escuela, quizás eras demasiado pequeño para recordar, pero tu eras amigo de mi primo, Minho, ¿lo recuerdas?
—¡Sí! —sonrió y le dio un abrazo —qué pequeño es el mundo, ¿cuántos años tienes?, ¿19?
—18 —contestó —¿y usted...?
—24 —rió —era 6 años mayor que ustedes dos, me acuerdo que eran uña y mugre, es una pena que te hayas cambiado de escuela
—Sí... ocurrieron algunas cosas y ya no pude quedarme, ¿cómo está Minho?
—Está estudiando en el extranjero, en Estados Unidos, era lo que quería y su mamá estuvo de acuerdo
—Ya veo...
—¿Qué carrera está estudiando?
—Marketing
—Wow —dijo con sorpresa —es una muy buena carrera —yo estudio administración de empresas, ya estoy en el séptimo ciclo
—Oh, eso es muy bueno, serás todo un empresario —dijo de manera divertida
—Tal y como quería papá, cuando él no esté quiere que yo maneje sus empresas
—Qué bueno —asentía con una sonrisa, de pronto miró la hora y los mensajes que Gyuvin le había enviado diciéndole que se apure —ya es tarde... Hyung, ¿sabe que dice aquí? —señaló su celular indicándole el número que no podía leer
—706
—Muchas gracias, ya debería irme
—No hay problema, nos vemos después —se alejó de él agitando su mano
Después de ese encuentro inesperado, Hanbin se dirigió al ascensor a buscar su salón.
