twink boy ▪︎ Haobin

『76』

—La semana de la moda inicia este lunes, así que todos los diseñadores estén preparados con sus diseños —dijo el hombre hacia los modelos presentes

—No sé cómo conseguiste que yo participara en un desfile como este —dijo el pelinegro con emoción hacia la castaña

—Ya sé, la semana de la moda es de las más importantes para Nueva York y para los diseñadores de poder presentar sus diseños, y ahora tu trabajas para Shine Corp, es una buena manera de expandir su marca de ropa

—Hola, Hanbin —repentinamente Jiwoong apareció detrás de ellos —espero que estés muy emocionado

—¿Qué hace este imbécil aquí?

—¡Hanbin! —Yujin le dio un leve golpe —el señor Kim es supervisor, nos tiene que acompañar a todos lados

—¿Qué? —frunció el ceño dándole una mirada rápida al contrario quien sonreía triunfante

—Espero que nos podamos llevar bien esta vez, Hanbin

—¿Qué planeas?

—No planeo nada —respondió sorprendido por la acusación —solo digo que tengas cuidado, no te vayas a caer mientras desfilas...

Se alejó de ellos tranquilamente dejando a Hanbin más nervioso de lo que ya estaba. Era tan irritante y seguro que estaba planeando algo contra él.

—Hanbin, debes cuidar más tu lenguaje

—Está planeando algo, Yujin, ¿no escuchaste lo que dijo?, tal vez puso algo en la plataforma para que me caiga mientras esté modelando

—O quizás sólo está tratando de ponerte nervioso para que cometas algún error, sólo cálmate, ¿sí?

El pelinegro le hizo caso, no podía dejar tensarse por Jiwoong, ahora se había convertido en un obstáculo pero eso no lo hará limitarse en su trabajo.

Y así, la semana de la moda en Nueva York dio inicio, una semana entera en la que los interesados por los hermosos diseños estarán presentes observando a los diferentes modelos desfilarlos.

—¿Estás nervioso?

—Sí

—Entonces no lo estés

—Eso me ayuda mucho, Yujin, gracias

—Lo siento, no soy buena dando palabras de motivación, pero sé que lo harás bien

—Atención a todos los modelos —dijo una chica con una libreta en la mano —el desfile empieza en 30 segundos, ¡a sus puestos!

—¡Suerte! —dijo la castaña haciendo un puño con su mano

La música comenzó a sonar y Hanbin recordó toda la enseñanza que les habían dado en la agencia, como caminar, mover los brazos, el mentón, incluso como mirar. Usaría eso a su favor para desfilar como si estuviera en su propio mundo.

La música sonaba, los colores brillaban y los reflectores iluminaban y captaban toda su belleza. Algo que era cautivador tanto para el ojo femenino como masculino.

Después de aquella pasarela empezó a salir en revistas y comerciales, incluso un enorme cartón tamaño real era imagen en cafeterías y restaurantes para llamar la atención de la gente.

Incluso, Samsung lo contrató para lucir su marca y se vio obligado a mostrar su celular hacia las cámaras durante un mes. Cosa que hizo que la demanda a los celulares sea más alta sólo porque Hanbin la estaba usando.

—Eres toda una estrella, Bin —dijo Yujin alzando sus pulgares

—Gracias... me alegra que todo haya salido bien