twink boy ▪︎ Haobin

『31』

—¡Feliz Cumpleaños amigo! —el castaño ingresó a la habitación de su amigo con un cupcake el cual tenía una vela encima —ya tienes 19 años, ya puedes tomar alcohol —bromeó

—¿Qué sentido tiene? —mencionó aún envuelto entre las sábanas de su cama —la vida nunca está de mi lado

—Hey... ya levántate de esa cama, llevas días ahí, ¿quieres salir algún lado?, ¿a los juegos mecánicos?, ¿algún karaoke?, ¿el cine?, yo pago todo

—No hace falta, Gyu —se sentó en la cama —lo único que necesito es un abrazo

Su amigo se acercó a él y lo envolvió en sus brazos sintiendo como este lloraba de nuevo. Llevaba más de una semana así y ni siquiera le había dicho el porqué exactamente, pero por su forma de actuar supuso que era por amor.

Gyuvin por un instante se había alegrado cuando Hanbin dijo que iba a volver a ser como antes porque de nada sirvió cambiar. Pero al ver su expresión de tristeza y sus ojos hinchados supo que no era momento para felicitarlo.

—Bin... —le secó las lágrimas con la yema de sus dedos —quiero que sepas que siempre voy a estar para ti, te lo dije siempre, no necesitas cambiar por nadie, la persona que te quiera te va a querer por lo que está en el fondo de tu corazón, no por tu apariencia

—Nunca va a llegar esa persona... —bajó la mirada

—Bin... —levantó su mentón —esa persona está más cerca de lo que crees, por más que no te des cuenta, esa persona siempre estuvo a tu lado la mayor parte de tu vida

El pelinegro lo miraba con confusión, el castaño no pudo evitar bajar su mirada hacia sus labios, quería hacerle saber lo que sentía, al menos eso, no pedía nada más porque sabía que no era el momento para eso.

Se acercó lentamente a él notando como este no hizo movimiento alguno, sólo se quedó paralizado, cosa que hizo que Gyuvin se acercara mucho más. Iba a besarlo, eso seguro, pero antes de que logre hacerlo, la puerta, la cual estaba entreabierta fue empujada de golpe. Ambos giraron al mismo tiempo viendo a Yujin parado en la entrada de esta.

—Ah... Hyung... —su mirada se quedó fija en Gyuvin —yo... no sabía que estabas aquí... ah... quería... invitar a comer a mi hermano

—Oh, claro, no hay problema —se levantó de la cama con un poco de vergüenza —¿puedo ir también?

—Cla-claro, no hay problema, después de todo eres... eres amigo de Hanbin Hyung

El mencionado se encontraba sin ningún tipo de emoción, sin embargo, fue arrastrado por su hermano menor y su mejor amigo hacia un restaurante. Fue obligado a comer y al menos con algunas palabras lo hicieron sentir mejor que hace un rato.

—Ya pronto van a empezar las clases, no puedes ser el mismo depresivo de siempre, Hanbin —su amigo trataba de darle ánimos —sólo sé tu mismo, sin miedo y sin actuar como alguien más

El pelinegro miraba por la ventana sin prestarle mucha atención a lo que decía Gyuvin, de un momento a otro se levantó de la mesa y fue al baño. El castaño simplemente suspiró

—Creo que a estas alturas no serás mi cuñado, Yujinnie

—¿Te puedo tomar una foto, Hyung?

—Claro

—Mi cumpleaños es el 20 —mencionó el menor dejando al castaño sorprendido

—Eso es... la otra semana, porque estamos 12 —sonrió —qué curioso, mi cumpleaños también es el 20

—¡¿En serio?!

—Sí, pensé que Hanbin y yo éramos los únicos que nacimos en Marzo, pero no sabía que el tuyo era el mismo día que el mio

—Es una gran coincidencia —bebió un poco de su vaso de limonada, entonces ese día quizá podamos salir, ya que cumplimos el mismo día...

—Y podemos invitar a Hanbin también

—¿A Hanbin? —su expresión cambió a una de pesadez —no creo que quiera...

—¿Por qué?

—Es que... yo no deseo salir con mi hermano ese día...

—Oh entiendo, por eso prefieres a tu cuñado favorito —sonrió dándole suaves golpesitos en el hombro

—S-sí... claro que sí

El pelinegro volvió y se sentó en su mesa nuevamente. A pesar de querer adentrarse en la conversación, habían veces en las que se quedaba mirando a la nada y dejaba a su amigo hablando solo. El menor tenía que intervenir y continuar la conversación que inició Gyuvin para no hacerlo quedar mal.

...

Por la noche, Hanbin se había envuelto entre las sábanas preparado para dormir, sólo era cuestión de cerrar los ojos y dejar de pensar. Hoy era día en el que Hao hacía su live, pero él prefirió no entrar para no hacerse más daño.

—Hyung... ¿te puedo hacer una pregunta? —ingresó su hermano a su cuarto y este se giró a verlo para saber que quería —¿edad aparento?, por ejemplo... si te cruzas conmigo por la calle, ¿qué edad creerías que tengo?

El pelinegro tenía mucho sueño y la pregunta de Yujin lo descolocó. Lo miró de pies a cabeza antes de formular una respuesta.

—Pensaría que tienes 14

—¡Hyung!

—Ahora déjame dormir —se dio media vuelta ignorándolo y el contrario le tiró una almohada con fuerza escuchando una ligera queja de dolor

Iba a salir de la habitación, pero al observar el maquillaje de Hanbin en un estuche cerca de su alcance, no dudó en agarrarlo y llevárselo.

Las clases habían comenzado para todo el mundo. Hanbin había creído que sus sentimientos por Hao habían disminuido a lo largo de los días, pero apenas lo vio, no evitó sentirse mal por aquello que sucedió hace casi un mes.

Él se seguía sentado en el mismo asiento de siempre, pero esta vez, Hanbin le cambió de asiento a Gyuvin para no estar al costado del rubio y al menos hubiera alguien en medio que los separe.