Prólogo.

139 13 0
                                    

Mirarte es un delirio, hablarte es un privilegio y amarte es un desperdició. Lo sé, siempre fue un pasó más allá de la cordura en las razones de mis sentidos pero no siempre serían capaces de captar tal destilación.

Aún sigo aferrada a esos ojos azul marina, más no volveré a mirarlos. La distancia llegó a tal límite que tú silueta es la única causa de tú presencia. Creo que ahora me repudias, quizás te provoqué hasta el colmo de emociones pero quiero que tengas algo en claro. No fue mí culpa y realmente, puedes decirme, ¿Cuál fue el mal que te he hecho?

Gustar de los demás es lo más normal, tal cuál es nunca volver a ver a esas personas. Lo intenté, no resultó mí cuento de amor y eso me duele, pero no lo guardaré como lo peor del mundo, lo guardaré cómo la poca valentía que tuve en mí miserable vida.

Ahora, mírame y piensa, ¿Ella se equivocó al mostrar sus sentimientos?

Responde pero nunca me lo hagas saber.

Léeme y nunca me lo hagas saber.

Porqué el día en qué me enteré, habré completado mis dolores y podré mencionar qué el saber de perderte es lo más sano del mundo.  

[WEDNESDAY] El saber de perderteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora