Capítulo 6: Blanco.

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01/03/2022

Quisiera ser poeta pero ahora no puedo pensar en nada más que en ti, y en lo hermosa que te ves en esas telas finas. Tengo un salto enorme en el pecho, mí corazón latió tan fuerte; hoy no te miré como de costumbre, estaba pensando en qué mañana rechazarás nuestra invitación que no miré tú... No miré la belleza qué se sienta cada semana al otro lado.

Estoy perpleja.

Estoy encantada.

Hermosa paloma blanca.

Recuerdo esa vez, con los nervios de punta: Eugene había organizado una comida en casa y por intruso decidió invitarte. Yo accedí. Se suponía que él te haría esa pregunta mientras lo esperaba fuera del aula, pero llegó junto contigo: "Tú la llamaste, le ibas a preguntar algo". Nunca dije eso.

Esos nervios fueron mí perdición, con mi negación, y oculta tras su espalda. Él te explicó aquella comida y mencionaste qué lo pensarías.

Esa vez tenía aquel papel y ese chocolate, aquella frase... Muy linda hoy, mañana y toda la vida. No sé por qué y cómo, simplemente te lo di y salí corriendo de ese lugar, con las burlas de Eugene tras de mí.

Desde ese día no deje de pensar en ese plan. Me negué tanto a una aceptación que ni siquiera me di cuenta de tú camiseta, un poco escotada y con ese blanco sobre ti. Realmente eras una paloma blanca.

Realmente pienso qué volverás a darme un "no" y volveré a escribir de mí dolor. Pero por más que quiera plasmar tus sentires, no puedo meterme en tú mente, en tú alma. Y dudo que me lo hagas comunicar.

Eres reservada y eso, aunque luzca tal reclamo, lo adoró; además, ¿Quién soy yo para pedirte compasión?

[WEDNESDAY] El saber de perderteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora