Capítulo 5: November Rain.

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28/02/2022

Una vez más creí llegar tarde, y es qué, ya es costumbre esperar tú llegada. No estaría mal verte sentada en tú lugar, pero no espero recibir una mirada tuya, para nada.

Hoy te miras tierna con ese suéter verde crema. Siempre eres tierna.

Admito que me cautivan esas características; eres tierna con esa mirada interestelar, y eres la chica más llamativa con esas rosadas sombras. No sé cuántas veces he quedado prendada de esa mirada, mucho menos esa sonrisa, y ante todo, esa risa; tierna y encantadora risa, tan embriagada de sincera armonía, sincera plenitud.

Ahí estás, leyendo aquel bloqueo lector que mencionaste, esa historia que encantaría con escuchar en tus carátulas; escucharte al entusiasmo de una fina linea, escuchar de las similitudes de ti, mí diciembre. No soy las más poeta pero te pido el permiso de escuchar tus cualidades, de aguardar mí voz y llenarla de la lírica mayor.

No pienses mal, una risa y un emblema son mí dicha, más no hablemos del emblema guardado entre el lino y el vigor.

Siempre esperaré escuchar el emblema de la humorística, de la buena convivencia. Y de las tonterías vueltas en la mayor receta de cocina.

Siempre que pasas a mí lado reconozco o busco un nuevo aroma. Aún dependo del saber, sí eres tú o alguien más. Cualquier olor, eres fresca de aliento, el gocé será mío. O ya lo es.

Sonará raro el deseo o el anhelo de averiguar tú olor, pero sería descortés de mí parte el pedir oler tú cuello, aún más besarlo. Un pequeño toqué, mínimo y sobrio.

Me atrevo a preguntar, ¿Puedes impregnar tú olor en mí? O quizás permitas qué mis ropas te cubran del frío o refugien del sol y la lluvia. No me importaría "prestar" la sudadera más preciada, tú color o tú gusto ameno.

Creo qué ahora ves lo ilusionada que puedo llegar a ser. Aunque, aún en duda, propició del apego qué he llevado a cabo durante lustros pasados. No sé sí el quererte es mí mayor condena o mí mayor gocé.

No tengo idea sí ilusionarme sea mí mayor lustro. Me gustaría pensar que el pensar en los que aprecias sea mutuo. Parece depresivo, parece sensato.

¿Qué haré?

Puedo seguir pensando qué tengo la oportunidad de abrazarte o puedo ahogarme.

Sabía la persona qué escoja ahogarse.

En estos momentos, puedo y tengo la oportunidad de hablarte en persona. Pero yo soy quién resguarda sus ambiciones.

Eugene me habló de esto, aconsejo lo más obvio y certero: Debo alejarme. Cuándo las personas te buscan, les importas, de lo contrario, simplemente pasan, pasajeros de los sentimientos ajenos. Quiero decir, me hablas, lo haces pero no hay excusa; yo soy la pionera.

Podrías decirme qué yo soy la interesada, y así lo es, más desearía qué tú también lo fueras.

Mí única verdad es esa, por más qué pida por calor, tiempo y charla, sólo seré yo la piadosa. Podré adular hasta el colmo, podré describir mis deseos, podré hacer muchas cosas, pero no creo ser capaz de provocar algo en ti.

Confío en mí, en mis convicciones y en mis destrezas, pero enamorar a otros no es la mayor de ellas. No puedo pedirte mucho pero tampoco puedo pedirte poco.

Diablos, sabes, quisiera hacerlo, quisiera saber lo qué piensas de mí, y sí alguna vez te provoqué algo qué no fueran náuseas. Quizás llegué a provocarte lástima

Quizás piensas qué te estoy atacando pero no es así; te lo dije o lo leíste, prefiero romperme en mil pedazos antes de hacerte daño; yo soy una persona que sobre piensa las cosas, y por ello no puedo estar en paz. Necesito aliento, saber sí me quieres o no.

Tengo miedo. Sí me aceptas, temo de arruinar las cosas por esto. Sólo deseo mejorar, en la gran cantidad de ámbitos pero en ese camino, ¿Podré perderte?

No quiero fallarte, es lo qué menos deseo, y aunque sé que una relación es complicada y no todo es color de rosa, quiero superarlo, a tú lado. Y sí en tus deseos está el superar los tuyos a mi lado, hagámoslo; seamos el dúo, no perfecto pero sí sincero. En los problemas de la otra, una palmada, un abrazo o un beso; palabras y conforte. Responsabilidad afectiva y una comida para acompañar; una película y lo que sea qué necesites.

Creo que estoy llorando, sí es qué las musas que recorren mis mejillas no son falsas. Claro, hay muchos motivos para llorar, muchos son ignorantes o confusos, pero creo que realmente esperaba que me hablarás.

¿Cuáles serán tus motivos? No soy nada tuyo y nunca lo seré; no me debes nada, ni yo a ti.

Aún así, lloré de camino a casa, ni siquiera tuve las fuerzas para ir junto al tío Lucas. Fue parecido que ese sábado, cuándo no había nada que hacer... Estoy segura de qué habrías rechazado mí oferta.

Ví la parada del tren y pensé: "Ahí podría haber estado parada". Eso era lo qué yo quería.

Pero sabes, no sé lo que tú quieres, quizás sólo piensas que deba alejarme o que soy otro pretendiente más, uno loco en verdad.

Ahora estoy en casa después de unas cuántas lágrimas; puse la playlist en aleatorio y November Rain apareció. Eso sí es una vaga coincidencia, porque Guns N' Roses te gusta, creo. Eso ví en tus pines.

Nunca le presté atención a su letra, hasta ahora: claro, los y las amantes van y vienen, ¿Tú te irás?

Creo que ya lo has hecho.

Pero hay una parte qué menciona una despedida, algo parecido a: Así que si quieres amarme; entonces, querida, no te reprimas, o voy a terminar yéndome.

Creo qué eso es lo qué debería hacer; pero en esas lágrimas pensé en algo más, recordé aquel tulipán, uno jaspeado que te mande a hacer. Lo mencioné, tienes unos hermosos ojos, y no sólo deseo plasmarlo aquí, quiero plasmarlo en tú rostro; con la sorpresa o la decepción.

Además, escribí una pequeña nota, una qué dice: "Muy linda hoy, mañana y toda la vida".

Quiero dártela mañana pero temo que lo tomes a mal. Pero el simple hecho de hablarte fue un riesgo mayor, y aunque no te comprenda del todo, quiero ver la manera en que lloraré el resto de las vacaciones.

Recuerda, no me decepcionas, a pesar de tú falta de querer.

[WEDNESDAY] El saber de perderteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora