Un Café Y Un Buen Libro [Good Omens]

Café Hawaiano (T1)

-Buen día amor, ¿quieres algo de comer? ¿Tostadas, omelette? ¿A mí? -guiñó un ojo.

- Tentador realmente, pero hoy debo recibir al repartidor y debo comprar leche de coco, Crowley quiere incorporar el café hawaiano, así que desayunare en el trabajo.

- ¿Aún no le dices?.... -Suspiro Maggie- será peor si tardas. Sé que lo quieres mucho, pero es mejor que venga de ti... Además dormirás mejor, ¿Piensas que no escucho cuando te levantas a la madrugada y caminas por la casa?

-Lo sé, perdón, es sólo que....le romperé el corazón.

- Tal vez sea la única manera ....  demuéstrale que no es el fin, que es un nuevo comienzo. Nosotras empezaremos un nuevo sueño, confío en que seremos felices en Italia y confío que él también encontrará un nuevo camino.

Maggie abrazo a Nina y besó su frente, ya no sabía que hacer para darle fuerzas a su amada.

-Solo tú puedes darle esa noticia, eres mi chica superpoderosa.

- Okey. Lo llevaré a su casa al finalizar el turno. Es miércoles, cerraremos un poco más temprano. Si!, ese es el plan-Se repetía para si misma- Es mejor que esté en su casa.

❤️☕❤️

Desde aquel día, cuando se cruzó con el angel de sus sueños que no lo volvió a ver. Tomó el mismo autobús, a la misma hora, sin embargo ya estaba por la mitad de la segunda semana y ni un rastro del muchacho. Por momentos dudaba de la veracidad del encuentro, pero sabía que su mente no podía haber hecho algo tan perfecto.

-Buen día Nina, pasé por leche de coco, no sabía si lo ibas a... recordar.

Nina lo veía con una ceja levantada, como se atrevía pensar que lo olvidaría.

- Bueno, si sale bien, presentaremos oficialmente el café hawaiano hoy mismo.

El día transcurrió normal, atendieron a los clientes de siempre, a los que pasaban en dirección a la estación de trenes, una pareja se separó y muchos comentarios del nuevo lugar chic, una librería atendida por un "anciano juvenil".

Una hora antes del cierre habitual ya no había gente.

-Cerraremos temprano, quiero llevarte a tu casa.

-¿En serio? Sucede algo.

-Si, en el camino te explico.

Crowley sentía un nudo en su pecho, está situación tan particular fue suficiente para preocuperle, ya que durante el trabajo Nina estuvo más reservada de lo normal.
En el camino, Nina no pudo decir nada, puso música e intentó concentrarse en juntar fuerzas para iniciar esta inevitable conversación.
Cuando Crowley bajó, su amiga también lo hizo, definitivamente pasaba algo importante.

-¿Puedo pasar?- dijo Nina

Crowley casi de manera automática la invito con su gesto, sin decir palabra alguna.

- Voy a ser directa, perdón Crow, pero la cafetería tendrá que cerrar.

-¿Qué?!? ¿Qué paso?, ¿por qué?.... no estamos en números rojos, nos va muy bien, aún en las peores temporadas...

-Si, si .... todos los positivos que quieras, pero no es porque quiera. Tú sabes la historia -Nina se sentó en una pequeña butaca junto a la puerta de entrada - el local me lo dió mi abue, pero resulta que jamás quedó escrito en algún lado. Hace un mes, recibí una carta de los abogados de mis primos, donde exigen como herederos el valor de lo que corresponde por el local. Cómo sabrás, no cuento con ese dinero. Así que no tuve más opción que sacar a la venta el inmueble. Sin embargo logré una prórroga, cómo tengo mi cafetería instalada, tengo un año para buscar otro lugar. Pero si se vende antes tendremos que salir.