Tocando al papá del sol.

¿Esto es amor ?

Aldoxito se encontraba solo en la oscuridad, temblando de miedo mientras los recuerdos de los abusos sufridos a manos de Jelazio lo atormentaban. Cada golpe, cada insulto, cada momento de terror había dejado cicatrices profundas en su corazón.

Fue en ese momento de desesperación cuando Temach entró en su vida, como un rayo de luz en medio de la oscuridad. Con ojos llenos de compasión, Temach lo encontró, lo rescató de su sufrimiento y lo llevó a su casa, ofreciéndole refugio y consuelo.

Al principio, Aldoxito se aferró a Temach como a un salvavidas, agradecido por el amor y la atención que le brindaba. En su mente herida, Temach se convirtió en el héroe que lo había rescatado del abismo, y su gratitud se transformó en una sensación de apego y afecto.

Con el tiempo, Aldoxito comenzó a ver en Temach más que solo a su salvador. Descubrió una compañía cálida y reconfortante en sus brazos, una conexión emocional que lo llenaba de calidez y seguridad. Sus conversaciones profundas y momentos compartidos crearon un vínculo que parecía ir más allá del agradecimiento.

Sin embargo, a medida que pasaba el tiempo, Aldoxito empezó a cuestionar sus sentimientos. ¿Era realmente amor lo que sentía por Temach, o simplemente una respuesta condicionada a su acto de salvación? A medida que reflexionaba sobre su relación, comenzó a darse cuenta de que su amor por Temach estaba más arraigado en el agradecimiento y la dependencia que en un verdadero sentimiento de amor.

Aldoxito se encontraba en una encrucijada emocional una vez más, enfrentando la realidad de sus sentimientos. Sabía que debía ser honesto consigo mismo y con Temach sobre sus emociones, pero el miedo a herirlo lo paralizaba.

Mientras tanto, Temach seguía creyendo que el amor que compartían era verdadero y profundo, sin darse cuenta de las dudas que atormentaban el corazón de Aldoxito.

En medio de la confusión y la culpa, Aldoxito se preguntaba si alguna vez podría encontrar la verdadera felicidad y el amor sincero que anhelaba.

Temach rompió el silencio y con amor. Con su suave voz, le aseguró a Aldoxito que su amor por él era genuino y sincero, independientemente de cómo comenzó su relación.

Con un renovado sentido de conexión y compromiso, Aldoxito y Temach se abrazaron con ternura, sellando su promesa de amor mutuo. En ese momento de intimidad emocional, ambos sintieron una chispa de deseo surgir entre ellos, una atracción física que había estado latente desde el principio.

Con la confianza renovada y el deseo palpable en el aire, Aldoxito y Temach se entregaron el uno al otro en un acto de amor y pasión. Sus cuerpos se unieron en un abrazo apasionado, explorando los rincones más profundos de su deseo mutuo.

Aldoxito lentamente bajo los pantalones de temach esperando encontrar un miembro firme y grande pero encontró un pene de apenas 5 centímetros de grosor medio y muy peludo, el goloso pitufo dijo:

(A:) Temach, sé que hemos estado esperando este momento, pero necesito hablar contigo antes de continuar.

(T:) ¿Qué sucede, Aldoxito? ¿Hay algo mal?

(A:) No, no es nada malo, pero... es sobre... bueno, sobre nuestra intimidad.

(T:) ¿Qué pasa con nuestra intimidad? ¿Estás preocupado por algo?

(A:) Es solo que... bueno, he notado que... que hay diferencias físicas entre nosotros, y no quiero que te sientas incómodo.

(T:) ¿Diferencias físicas? ¿Te refieres a mi... tamaño?

(A:) Sí, eso es. Y... y no quiero lastimarte o hacerte sentir mal por eso. Pero necesito que sepas que tu tamaño no define nuestra conexión ni lo que siento por ti.

(T:) Aldoxito, entiendo tus preocupaciones, pero quiero que sepas que estoy bien con lo que soy. Lo importante para mí es estar contigo, compartir este momento contigo.

(A:) Gracias, Temach. Eres increíblemente comprensivo. Solo quiero asegurarme de que estés cómodo y feliz en todo momento.

(T:) Y lo estoy, Aldoxito. Ahora, más que nunca, quiero estar contigo, compartir este momento de amor y conexión mutua.

(A:) Entonces, sin más dudas ni preocupaciones, ¿estás listo para seguir adelante juntos?

El temach grito modo gerra y empezó la penetración, la falsa de Aldoxito mintió para quedar bien con el barbon hombre... Por qué ese pene que ahora lo penetraba no lo estaba haciendo sentir placer y era evidente ya que el rasca cazuelas nunca fue buen actor.