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Lancelot se encontraba en la cama de su habitación tratando de vendar sus heridas, pero era casi imposible, pues estas estaban en su espalda y no logra envolver la venda bien. Después de 20 minutos de luchar con el largo trozo de tela se puso una camiseta negra lisa y luego su chaqueta de cuero.

Le dolía cada vez que daba un paso, por lo que sabía que no podría conducir su moto hasta la casa de Nasiens, mucho menos caminar, rápidamente saco su celular y pidió un auto que lo llevara hasta donde su amigo. Una vez que su transporte llegó salió con dificultad de su casa y se subió a este.

A la mitad del camino abrió la aplicacion del telefono y le marco al castaño, pero sin darse cuenta con cada pitido el nudo en su garganta se hacia mas grande y fuerte, era abrumador, lagrima tras lagrima no paraban de salir hasta que finalmente escuchó la voz de su amigo.

A la mitad del camino abrió la aplicacion del telefono y le marco al castaño, pero sin darse cuenta con cada pitido el nudo en su garganta se hacia mas grande y fuerte, era abrumador, lagrima tras lagrima no paraban de salir hasta que finalmente e...

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El peliverde se encontraba recostado cómodamente en el pecho de su novio. Están abrazados sobre la cama del castaño viendo una película, todo perfectamente pacifico, o eso pensaban hasta que el sonido del tono de llamada de uno de ellos interrumpió el cálido ambiente.

Fácilmente Nasiens hubiera ignorado su celular si se trataba de cualquier persona, sin embargo, no se esperaba que su mejor amigo lo quisiera contactar por ese medio. El rubio jamás lo llamaba, siempre le mandaba mensajes y esperaba que contestara, por lo que dedujo que se pudiera tratar de una situación de emergencia extrema.

— Es Lance, deja le contestó. — Le aviso a su novio para que así este le dejara moverse para llegar a su celular, una vez que lo alcanzó deslizó su dedo en el botón verde y la llamada finalmente comenzó. Pasaron unos minutos de puro silencio, eso era sin duda alguna, muy extraño. Hasta que por fin su amigo hablo.

— N –nass.

— ¿Si? Lance ¿Está todo bien? . — otra vez silencio, definitivamente algo sucedía, su mente comenzó a crear todo tipo de escenarios, comenzaba a preocuparse y su novio lo notó.

Un sollozo.

Desde allí supo que todo estaba mal. Su mejor amigo estaba llorando. Eso no podía, bajo ninguna circunstancia, significar algo bueno. Quiso hablar de nuevo para hacerle mas preguntas a Lancelot, pero este se adelantó.

— Y –yo ... ¿crees que pueda ir a tu casa?.

— ¡SI! Por supuesto que sí, pero dime ¿Está todo bien? ¿Qué te pasó?.

— Te lo diré cuando esté allá ... no puedo hacerlo por llamada.

— Pero –

— Ah y Nass ... prepara el botiquín.

Y con esa frase terminó la llamada, dejando al castaño totalmente preocupado. Sin darle explicación a su novio se levantó como una bala directamente al baño y se encerró allí.

Percival quiso darle su espacio, porque si bien quería apoyar a su novio. Sabía de antemano que este primero necesitaba un tiempo, él luego iría con él para buscar consuelo. Suspiro apagando la computadora de su novio, acomodó las almohadas detrás de él y se dispuso a ver su celular para distraerse.

Bailes Privados [Lancelot x Tristan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora