Bailes Privados [Lancelot x Tristan]

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Elaine se encontraba sentada en el asiento del copiloto de aquel carro de lujo que era conducido por uno de sus asistentes, miró de reojo hacia atrás por el retrovisor observando a la pareja de adolecentes que estaba en los asientos traseros en completo silencio, como si no pudieran pronunciar ni una sola palabra ante su presencia debido a la ligera incomodidad presente. No los culpaba, después de todo sabía que ellos no la tenían con la mejor imagen luego de todo lo que Ban y ella le hicieron a Lancelot.

Se preguntaba porque había sido tan mala con su propio hijo por tanto tiempo, ella había sufrido y dejó que Lancelot también lo hiciera solo porque vivía amargamente debido a todo su pasado. El rubio no tenía nada de culpa acerca de lo que había pasado y aún así actuó de una manera muy inmadura.

Suspiro frustrada y una vez más miró a los adolescentes tratando de iniciar una conversación. — ¿Entonces no solo Lancelot fue secuestrado, sino que también su novio?.

Nasiens miro a Percival dándole una señal para que fuera él quien hablara, ya que el castaño no quería hacerlo con la rubia.

— Así es. — respondió el peliverde, atento a cualquier otra pregunta que la contraria pudiera hacerle.

— Ya veo, no sabía que Lancelot tenía novio. — soltó con una pequeña sonrisa al saber que el rubio había encontrado a alguien.

— Claro que no lo sabía, ni siquiera hablaba con él. — contestó molesto el castaño sin querer mirar a la adulta.

Elaine hizo una mueca triste pues era cierto, luego pensó en la castaña que hace tanto tiempo la había hecho feliz y de pronto las lágrimas ya estaban invadiendo sus ojos. — Tienes razón. — admitió sintiendo como el nudo en su garganta comenzaba a formarse, era tiempo de sincerarse. — Se que no fui una buena madre y no tratare de justificarme. Sin embargo, hace mucho tiempo yo también fui obligada a casarme con mi actual esposo para que así él tuviera un heredero, alguien que tomara su lugar en la empresa familiar un día, pero junto a eso yo tuve que renunciar a todo. Mis sueños, mi libertad y la persona que amaba. Luego de dos años quede embarazada de Lancelot, el padre de Ban estaba ansioso por que eso sucediera, más murió antes de lo previsto y jamás conoció a Lancelot. — explico y al ver como ambos muchachos escuchaban su historia atentamente decidió continuar. — Mi embarazo tampoco fue fácil, Ban no cuido de mí como un esposo amoroso, no tenía a mi familia o alguien que me aconsejara que hacer. Era joven y tenía mucho miedo. Y el día del parto fue aún peor, Lancelot fue prematuro por un mes y cuando rompí fuente Ban ni siquiera estaba en la ciudad. Al llegar al hospital tuve complicaciones y me desmayé, al despertar me sentía extremadamente débil y los doctores dijeron que pude haber muerto por un desangre. Que tanto Lancelot como yo estuviéramos vivos era todo un milagro, pero en ese momento yo solo sentía mucho odio hacia el pequeño bebe que casi me mata. No fui una madre amorosa y atenta por mucho tiempo y cuando intenté cambiar mi actitud hacia él era demasiado tarde, Lancelot ya se había acostumbrado a ese entorno, por lo que decidí que lo mejor era dejar las cosas como estaban. — finalizó no muy orgullosa de sus palabras.

Mientras que Nasiens y Percival se encontraban sin palabras, tratando de procesar toda la información que acababan de escuchar por parte de Elaine, jamás se lo hubieran esperado, sobre todo el castaño, ahora por lo menos entendía el actuar de la rubia, sin embargo, seguía resentido.

— ¿Y a qué se debe este cambio de corazón? ¿Por qué nos ayudas ahora?. — pregunto Nasiens con un tono duro, algo dudoso de la rubia.

— Porque como dije antes, quiero cambiar. Y si ayudarlo ahora hace que no me odie tanto, seré feliz con eso. — respondió con una sonrisa a pesar del tono triste.

El castaño suspiro, le costaba trabajo tratar de imaginar todo por lo que Elaine había pasado, en ese momento le alegraba no tener una familia tan complicada. Finalmente alzó su rostro para observar el de la rubia que lo miraba expectante. — Él no la odia.