Esta tarde estaba lluviosa, y cubría el ambiente con una ligera niebla. Un pequeño, de cabello rosa, da vueltas recorriendo todo el despacho de su padre.
- Yuuji ¿Puedes quedarte quieto? Con solo verte me estás mareando - dijo el padre con tono amable pero cansado.
- Es que estoy aburrido - se quejó el pequeño - ¿Cuándo podré ver a Megumi? No es divertido jugar solo.
- Ya te dije antes - respondió el padre sin dejar de guardar varios documentos en su maletín - el joven Fushiguro se encuentra enfermo, es preferible que esté en reposo - miró a su hijo, y al ver su semblante triste, dejó lo que estaba haciendo y se acercó a él - Te prometo que en cuanto mejore iremos a visitarlo. Es más, hablaré con su padre para que puedas quedarte el fin de semana en su casa ¿Qué te parece?
El pequeño pelirrosa sonrió y abrazó a su papá, mientras su pequeña naricita olisqueaba buscando el aroma que desprendía el adulto, un fuerte olor a roble que le otorgaba seguridad y lo hacía sentir protegido. Y no era para menos, pues Yuuji era el único omega de una familia de alfas, y por ende el más consentido por sus mayores.
Cuando el pelirrosa nació fue recibido en la familia con regocijo. La familia Itadori ya contaba con dos hijos mayores, los cuales eran alfas, además del padre y del abuelo. El nacimiento de cada cachorro fue algo único y especial, debido a que la madre era una beta de rango bajo, lo que hacía poco probable que pudiera siquiera llevar a cabo un embarazo. Aún así, contra todo pronóstico, dio a luz a dos fuertes alfas, y finalmente, a un precioso omega.
Yuuji creció bajo el cuidado y los mimos de su padre y hermanos mayores, quienes velaban celosamente por su bienestar. Su madre, sin embargo, dejaba que el pequeño gozara más de su libertad, dejándolo explorar en el bosque, para que disfrutase del viento y se inundara de los aromas que había en él. La madre disfrutó al máximo los años que le quedó con su pequeño, pues a pesar de ser una beta de fuerte voluntad, el último embarazo la había dejado débil de salud, falleciendo poco después de que Yuuji cumpliera los 6 años de edad.
Tras este triste acontecimiento el padre se trasladó con su familia a la ciudad, donde fueron recibidos en la mansión del abuelo. La familia Itadori tenía todos sus negocios ahí, pero se habían apartado al bosque debido a la recomendación que el médico dió para mejorar la calidad de vida de su esposa. Pero ahora que ella ya no estaba, tanto él, como sus hijos tendrían que comenzar un nuevo estilo de vida.
Para los alfas no fue muy complicado. El padre se integró rápidamente al trabajo, mientras que sus hijos mayores se adaptaron rápido a la escuela. El problema en ese momento era Yuuji, quién extrañaba a su mamá y a su antiguo hogar. Para él era la primera vez en la ciudad, y ni el ambiente ni el aroma le agradaban. Llegaron en invierno, así que el clima era gris y frío, además de que la lluvia levantaba una humedad con un olor terrible. El pequeño extrañaba el aroma de las flores, de la hierba, de los árboles, incluso el olor que desprendía la tierra mojada.
Un día su abuelo lo encontró, triste y acurrucado en un sillón. El corazón del viejo Alfa se estrujó, abrazó a su nieto y le preguntó el motivo de su tristeza, y que si podía hacer algo para hacerlo nuevamente sonreír, entonces se lo pidiera.
El cachorro le contó su pesar a su abuelo y éste escuchó atentamente, luego dijo:
- Sé que no puedo traerte el bosque pero puedo hacer algo parecido.
No pasaron ni dos horas cuando la gente empezó a llegar a la mansión a poner manos a la obra. Ampliaron el patio de tal manera que parecía un terreno baldío, y comenzaron a trabajar. El pequeño Yuuji, observaba curioso desde la ventana de su habitación el ir y venir de la gente trayendo macetas, flores, helechos e incluso una pequeña pileta. El alboroto duró una semana, en la cual su padre lo llevaba a jugar al parque para que se distrajera. Allí conocería a quién se convertiría en su mejor amigo: Megumi Fushiguro, un cachorro de su edad y apariencia delicada, además de un semblante pálido a consecuencia de una enfermedad que padecía. Los cachorros se hicieron amigos de inmediato, lo cual fue del agrado de ambos padres.
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Aromas del Destino: "Flores y Bosque"
FanfictionLos aromas tienen suma importancia en el Omegaverse. Flores y Bosque es la primera historia de tres que conformarán la saga "AROMAS DEL DESTINO". Ésta tiene como base el ship #GoYuu . Encontrar a tu destino es un privilegio entre los alfas y omegas...