Advertencia, contenido subido de tono, no leer si eres menor.
Husk estaba implorando a cualquier dios que se pudiera creer en el infierno para que Ángel se detuviera, no porque le tuviera asco sino porque hacer esto iba a arruinar la pequeña amistad que tenían porque el que pasara a algo más era imposible. Su mente solo gritaba que el ajeno siguiera hablando de cualquier cosa estúpida y así mantuviera su boca ocupada lejos de su dolorosa erección, prefería arreglar esto bebiendo y que se bajara sola pero no lo iban a dejar.
Su bello se erizo al sentir como esa experimentada y caliente lengua empezaba a hacerle tal felación dándole unos segundos de entendimiento en que por qué era tan famoso, claro, ¿para que redimirse si con estar dentro de la boca de Ángel se podía subir al cielo mucho más rápido?. Pero tenía que detenerlo.
—¡Ángel! Detente, los picos pueden lastimarte y no se como curar una lengua sangrante— Soltó una risita pequeña llena de nervios seguido de un gruñido, solo abrió sus ojos ya que no podía ver nada de los nervios pero quiso asegurarse de que el chico le haya hecho caso. No lo hizo. Ángel levantó su mirada como si fuese un inocente niño que estaba comiendo una paleta ignorando el hecho que tenía un pene en su boca, definitivamente estaba acostumbrado a su trabajo y que no le molestaba que fuese Husk en su totalidad.
Mientras el gatito se estaba muriendo al pensar otra excusa y hacer que se detuviera durante una pelea mental para mantener la razón y no dejarse llevar por ese calor y humedad que sentía entre sus piernas; Ángel estaba disfrutando luego de mucho tiempo, le parecía realmente tierno que Husk frunciera su ceño y dejara salir pequeños jadeos que al parecer ni el mismo sabía que los estaba haciendo.
Sus manos acariciaron el pelaje de sus piernas mientras su cabeza hacía un vaivén lento, los sonidos húmedos, su voz y respiración agitada se estaba haciendo más evidente para sus oídos y parecía que para los de Husk también, esta vez pudo sentir su mano en su cabello nuevamente pero no intentó separarlo lo cuál le hizo detenerse y mirarlo. Joder ese rostro... Ese rostro expresaba lujuria pura, tanta que le causó un escalofrío, no se se le pasó por la mente que se fuese a dejar dominar por el placer de esa manera. Tal vez a partir de hoy se haría responsable por abrir una puerta que ocultaba algo muy oscuro dentro de Husk... Mentiría si le dijera que no le excitaba la idea.
El pulgar del felino bajó a la boca de Ángel y tocó uno de sus colmillos ya que este de la sorpresa había sacado el miembro de su boca. El contacto visual era constante por lo que solo aumentaba el calor en esa desastrosa y depresiva habitación. Su lengua fue tocada lo cuál fue como una orden de que siguiera cosa que no se demoró en seguir.
El vaivén de su cabeza fue aumentando de velocidad, su saliva empezaba a caer por su barbilla al punto que se detuvo con su boca y sus manos empezaron a masturbarlo con cierto ritmo, mordió sus labios de solo ver esa masculina erección viniendo de quién menos lo esperaba, osea, Husk parecía un abuelo cascarrabias que se quejaría hasta del clima pero vaya que tenía energía abajo.
Al paso del tiempo Ángel terminó usando sus manos y su boca para darle placer a Husk quien estaba fuera de su mente, no decía cosas más que murmuros sin sentido y groserías al momento donde un área sensible era tocada, para decirlo de una mejor manera... Se estaba derritiendo.
—¿Por qué tan callado Husky? Supongo que esta vez se comieron la lengua del gato— Ante el silencio solo sonrió y siguió en lo suyo terminando en una garganta profunda, no eran su especialidad pero de todas formas se sentían jodidamente bien, el temblor en las piernas que estaban al lado de su rostro se lo confirmó.
Esas manos habilidosas en licores volvió a tratar de separarlo pero ésta vez era por una razón distinta, lo sabía y aún así no pensaba en detenerse, no cuando el ambiente estaba empezando a calentarlo a pesar del alcohol.
—Ángel... Por favor, esta vez quítate... No creo aguantar mucho— Finalmente unas palabras coherentes vinieron de sus labios que por mucho tiempo solo estuvieron balbuceando cosas sin coherencia alguna.
El ajeno hizo caso omiso y tomo sus manos quitandolas de su cabeza y tomandolas con la idea de sacar la última gota que el bartender tuviera que ofrecer, después de todo le gustaba cualquier bebida que le hiciera, cualquiera.
Cuando Husk llegó a su límite se hizo escuchar y apretó las manos de Ángel en lo que trataba de regular su respiración debido al orgasmo más intenso que haya tenido en su demoniaca vida. Sus orejas estaban bajas y sus alas relajadas al igual que el resto de su cuerpo. Ángel por su parte tragó lo que pudo ya que el resto terminó en su mejilla, no esperaba que fuese tanto semen acumulado. Creía que al menos se masturbaba solo pero parece que Husk no era de ese tipo.
—Estás loco...— Obviamente ahora que Husk era libre de la tentadora boca del ajeno, pudo reclamar en paz. Sus manos pasaron a su rostro mientras suspiraba y un enorme sentimiento de culpa caía encima suyo.
—Un poco, tal vez, pero lo disfrutaste gatito y mucho— Ángel se había sentado en la cama mientras que limpiaba su mejilla con sus dedos y jugaba con la viscosidad del fluido en lo que se lo enseñaba a Husk. Éste al ver eso se puso demasiado rojo y se lanzo a limpiarle la mano al contrario pero no es como que haya terminado bien, no fue lo suficiente rápido y Ángel lamió su mano con tanta facilidad.
Intercambiaron miradas entre el enorme silencio de la habitación, Ángel guiñó un ojo y sonrió mientras salía de la habitación, se podría decir que estaba huyendo dejando al pobre camarero con los pantalones hasta los tobillos, sonrojado y con una crisis interna bastante intensa.
Su relación luego de ese día no fue la misma, ambos diablillos lo sabían y fue evidente al día siguiente. Husk creía que solo fue usado porque de todas formas Ángel hacía eso con cualquiera en cualquier momento, solo era alguien más que estuvo dentro de su boca. El chico por otro lado estaba confundido del por qué lo hizo y no podía culpar al alcohol, por más borracho que estuviera no estaba al nivel de que eso fuese a nublar su sentido de razón y toma de decisiones, hizo eso con Husk porque de verdad quiso. La vergüenza tomaba control de ambas mentes haciendo que no se volvieran a hablar por muchos días, más de lo que les gustaría.
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Nota: No me gusta dejar notas en los capítulos así que me disculpo. El nombre y la portada de este fanfic van a cambiar y está en proceso así que si les está gustando, guarden mi usuario para que no pierdan esta torpe y romántica historia.
¡Gracias!
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Un perdedor, justo como yo || Huskerdust
Fanfiction¿Quién diría que el infierno siendo un lugar lleno de caos, asesinatos, sangre, adicciones y pecados inimaginables exista la posibilidad de los sentimientos más puros que pueda sentir un pecador? A pesar de los miles de problemas, ¿podrán estar jun...