CAPÍTULO 17

689 114 82
                                    

Louis, Lottie y Liam lideraban al grupo de policías que se dirigían a la casa en donde se llevaría la venta de omegas.

El plan era poderse infiltrar como compradores para esperar a que todos los cabecillas llegaran, ellos poder notificar el tiempo exacto a los demás agentes y así atrapar a esos depravados.

Louis se posicionó frente al grupo con su espalda erguida y su traje pulcramente tallado al cuerpo, bajo la tela usaba la protección necesaria para impedir cualquier incidente, un par de pistolas muy bien ubicadas: una en su torso y la otra en uno de sus tobillos, hizo señales para que todos prestaran atención a las órdenes que daría.

El algún momento de la tarde sintió algo extraño en su pecho, algo le dijo que debía ir con Harry, así llamó a casa para asegurarse que todo estaba bien. Niall le comentó lo sucedido, se inquietó un poco, pero se tranquilizó cuando el omega le dijo que Harry se encontraba descansando.

La voz de Louis se escuchó, los oficiales estuvieron atentos a la orden. —Muy bien, todos saben exactamente lo que deben hacer, el plan está muy bien estructurado, así que espero que no se cometan errores, si alguien se encuentra en problemas, háganlo saber, estaremos escuchando a través de los audífonos, Lottie, el agente Graham, Liam y yo entraremos como infiltrados.

La tensión se sentía en ellos, trabajaban en eso, diario, pero no a tales magnitudes, Louis era un alfa con más costumbre a este tipo de situaciones, pero todos los demás no.

—Traten de calmarse, los omegas de allá nos necesitan, asegúrense de no escape nadie, cuídense y recuerden, todos por uno.

Todos por uno, era un lema del que se habían apropiado en la academia cuando sus superiores les dieron la lección del verdadero significado del trabajo en equipo.

—Espero el maldito de Esteban esté aquí, yo mismo quiero acabar con ese malnacido, ¿entendido?

Los oficiales asintieron de acuerdo, gracias a las investigaciones de Louis dieron con ese sitio, los días que se ausentaron no durmió una sola gota con tal de encontrar alguna pista, con la ayuda de Lottie y Liam y algunos golpes de por medio en la sala de interrogatorios encontraron la casa.

En la fiesta de té que Louis compartió con aquel pobre alfa que sobrevivió obtuvo información importante sobre como Esteban organizaba sus gloriosos eventos, el maldito alfa iba y venía sin dejar huella alguna.

Llegaba un día antes de la venta, la acción se hacía rápido para no levantar sospechas, usaba lugares lejanos y escondidos para que los invitados estuvieran a gusto.

Tomarían un poco de ventaja, era una fiesta de máscaras, el código de vestimenta se exigía de forma muy elegante, todos los compradores por su seguridad llevarían el rostro cubierto, solo los omegas estarían con los rostros libres para que ellos eligieran a quién comprar.

Los ofrecían como una maldita mercancía. Esta era de las ventas más importantes.

Llegaron en un auto de lujo, los oficiales estaban rodeando la mansión, ocultos entre la vegetación.

Lottie y Liam fueron los primeros en ir, tocaron las puertas mostrando un pin de pase que el alfa que atraparon les proporcionó. Un hombre de traje los recibió con una enorme sonrisa, sus ojos grises brillaban bajo la máscara. Minutos después, Louis y Graham se presentaron para entrar, hicieron el mismo procedimiento y las puertas fueron abiertas para ellos.

Lottie se presentaba del brazo de Liam, lucía un vestido que dejaba notar su natural sensualidad, poderío y elegancia.

De un color vino que jugaba hermosamente con el tono de su piel, hombros descubiertos, y una pronunciada abertura que dejaba apreciar la cadena de diamantes que se ajustaba a su muslo cerca de donde llevaba su arma oculta.

CENIZAS (LT) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora