CAPÍTULO 18

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Su pecho se oprimía, la ansiedad que sentía le provocaron unas terribles náuseas, gotas de sudor competían a un ritmo lento por caer de su frente y llegar hasta su mentón.

La desesperación le agobiaba, Harry sentado en la cama de su habitación se encontraba intentando regular su agitado corazón. Pensó que salir ayudaría a disipar este bruma que amenazaba con nublar sus sentidos.

Esto debía ser una terrible broma, sin duda alguna corroboró que alguien allá arriba disfrutaba con verlo sufrir.

—¿Harry? ¿Te encuentras bien querido? —Niall preguntaba con la boca manchada de pastel de chocolate.

—Eso creo, bueno, no sé qué sucede, sentía algo pesado, el pecho hace rato, pero ahora empeoró, estoy bien, es solo que… olvidado Niall.

—Algo te preocupa, ¿cierto?

—Sí, ¿sabes algo de Louis o los demás?

—Por la tarde llamó preguntando por cómo te encontrabas, se me hizo extraño porque fue justo después de cuando dijiste ir a tomar un descanso, tengo muchas cosas en la cabeza, Harry. —comentó preocupado—. Dime la verdad, ¿estás bien?

—Lo siento Niall es que esa pintura fue tan extraña que me hizo, bueno… Mejor olvidado son tonterías mías. —Le resta importancia.

—¿Seguro? Porque si te molestan, voy y las quito, ya he terminado de colgarlos y se ven muy lindos, pero si no te encuentras cómodo yo podría…

—No, no te preocupes, es solo que todo es tan raro que no sé cómo explicarlo, hay algo dentro de mí que… no sé Niall, supongo que me estoy volviendo loco, quiero ver la otra. —Pide intentando calmarse.

—No lo sé, quizá solo estés estresado por todo lo que está sucediendo. —Niall dedujo.

—Vamos al jardín, necesito aire, creo que me falta aire, eso es todo Niall y parece que la noche es linda.

Niall juntó sus manos y ambos caminaron pasando por el gran pasillo donde las pinturas de Louis estaban colgadas. Harry suspiró profundo, de nuevo, esa fea opresión.

El ojiverde volteó a todos lados. —Louis… —susurra y suspira llevando su mano al pecho. Dolía mucho.

Harry se sentía muy mareado, el aire a su alrededor era denso, abrió la boca intentando aspirar bocanadas más grandes y quitar esa punzada que nacía dentro de él, todo se nubló, sus ojos se cerraron lentamente hasta perder el total control de su cuerpo y caer directo al piso.

Niall se detuvo al sentir que su amigo dejó de caminar, sus manos se tornaron frías y sudorosas, su agarre se aflojó y no pudo hacer mayor cosa cuando Harry cayó desmayado.

—¡Harry! —El omega se dejó caer al piso preocupado.

—¡Harry por Saturno! —Lo movió desesperado—. ¿Me escuchas?, ¿qué sucede amigo?

Niall marcó rápidamente al celular de Lottie, al número especial, para comunicarse con los agentes, pero no respondió, su lazo le hizo sentir miedo, esa sensación no le pertenecía. Era de su alfa ese temor. Siguió intentando llamar, pero nadie respondía, la ansiedad le estaba ganando, intento con Louis y Liam, ninguno atendió.

—¡MALDITA SEA! Para qué tienen esa mierda, si no van a responder. —grita entre llanto, para luego marcar a emergencias y pedir ayuda. El pobre omega temblaba y sollozaba.

Salió rápidamente gritando desde la puerta principal en busca de alguno de los alfas que estaban fuera para que le auxiliaran, los agentes que custodiaban se alarmaron al verlo, pues sabían que tenían prohibido salir de casa.

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