Extra

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Cuatro lobos corrían libremente por una enorme pradera cubierta por la nieve, Harry observaba a su alfa disfrutar con sus no tan pequeños cachorros.

El enorme lobo blanco aulló llamando a su omega, Harry sonrió en un abrir y cerrar de ojos se transformó en un lindo lobo color negro.

Louis quedó completamente enamorado cuando lo vio transformarse por primera vez, Harry resaltaba tan bien en la nieve y Louis se camuflaba a la perfección que si no fuera por sus ojos tan azules pasaría desapercibido.

Fue un momento duro cuando el omega intentó e intentó traerlo, pero su lobo no parecía querer salir, no fue sin ayuda de los alfas, Trisha y Magy que intentaban calmarlo y le mostraban técnicas para que el omega no se estresara.

Varios días de terapia y conexión lobuna, hasta aceptó ir a un retiro que sugirió la omega.

Nada parecía servirle y Harry se sentía triste porque sus pequeños esperaban ansiosos jugar con su lobo.

Después de todo lo sucedido continuó con las terapias y fue más necesario cuando terminó con la vida de Azarías, por naturaleza los omegas no fueron creados para destruir, fue un paso duro, pero no difícil de superar.

A medida que Emy crecía se desenvolvió mucho mejor hasta que un día volvió a ser el bebé parlanchín que siempre amó, igual como fuera, él lo amaba incondicionalmente, todo gracias, al apoyo y ayuda que recibió. Su pequeño no cambiaba a pesar de que el tiempo corría. Seguía siendo el lindo y tierno alfa, cariñoso, cuidadoso y amoroso.

Harry adoraba a Emy siempre que tenía oportunidad, su cachorro le pedía recostarse y peinaba su cabello con algunas trenzas que aprendió haciendo con su tío Niall para Jaz. Louis quedaba encantado al encontrar a su omega con algunas flores en sus largos rizos trenzados por su cachorro.

Para Emy fue mucho más fácil convertirse o invocar a su lobo que para Harry, lo logró un día que se encontraba con Louis mientras intentaba conectarlo con su lobo.

En realidad fue algo gracioso, pero terrorífico para el pequeño alfa.

Los mellizos, Emy y Louis estaban cerca de la arboleda, el alfa les hizo cerrar los ojos y sentir su rededor, despejando la mente de todo y concentrarse en el sonido del viento, en el revoloteo de las aves y sonidos de la naturaleza.

Cuando Louis abrió los ojos después de dar algunas instrucciones. El alfa vira los ojos, al ver a Edy y Sofy que seguían frente a él, casi dormidos, eran algo holgazanes.

Giró buscando a su otro pequeño, pero Emy no estaba.

Lo buscó alzando a sus otros dos cachorros en sus brazos, giró y giró gritando el nombre de su otro pequeño, sin embargo, no le fue posible encontrarlo a pesar de sus habilidades de rastreo. Levantó a los pequeños apresurado a llegar al auto, los ubicó en las sillas especiales para ellos y ajustó el cinturón.

Así que decidió regresar a casa para avisar a Harry dejar a los niños y salir en su forma lobuna para encontrarlo, a medio camino sintió por el lazo a su omega preocupado y con temo. Desconcertado por aquellos sentimientos se apresuró a llegar.

Por la cabeza del pobre alfa pasaron miles de escenarios, se imaginó lo peor, corrió lo más rápida que pudo, cuando pasó la cerca que daba a su hogar a lo lejos divisó el cuerpo de Harry tumbado en el suelo.

Bajó llevando a sus cachorros junto a él, se apresuró gritando como loco, sus pobres pequeños se sujetaron fuerte por el arrebato.

—Harry… —El omega giró el rostro viendo a su alfa, le sonrió haciéndole señas para que se calmara y bajara la voz.

CENIZAS (LT) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora