Capítulo 4: Suministros

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Unas pocas horas antes

—Sabes, deberíamos buscar algo para cubrir a Rai. —Sugirió Takeo quien miraba al Noblesse seguir intentando cubrir su pecho con su sabana, sin voltearlos a ver incluso cuando hace unos segundos trataba de llamar su atención a costa de balbuceos.

—¿Con que?, Lo único que hay en su armario son muchos uniformes repetidos de la escuela —Contesto sin siquiera responder a la mirada interrogativa del pelimorado por saber ese dato del Noble.

Incluso el pequeño niño lo volteo a ver con curiosidad ante sus palabras como si haya entendido sus palabras.

—Bueno, tal vez podamos hacer algo improvisado con una de sus prendas. —Propuso siendo esta vez observado por el menor

—Ahhyayaya —Balbuceo estirándose como su cuerpo se lo permitiera para sostener la pierna de Takeo.

—Bueno, incluso en su forma infantil le agradas. —Comento como si se lo esperaba por parte del Noblesse.

—Si, bueno tu también le agradas, —Solo recibió un encogimiento de hombros por parte del hombre lobo. —será mejor que traiga la prenda. —Le sonrió al menor para posteriormente apartar su pequeña mano regordete escuchando un balbuceo por parte de este.

—Yo iré, se mantendrá tranquilo en lo que tu estas ahí, —dijo separándose del sillón caminado hacia el pasillo, siendo abruptamente detenido por Takeo quien le puso a Rai en sus brazos, apretándolo inconscientemente.

—Yo lo cuide lo suficiente, te toca. —Dijo sin esperar una opinión ya que camino rápidamente a la habitación del Noblesse.

Siendo observado por M-21 y Raizel quien se voltearon a ver una vez estuvo fuera de su vista.

Con un suspiro se sentó en el sillón tratando de pensar en todo lo que esta sucediendo respecto a esta situación, colocando a Raizel en su regazo quien en ningún momento soltó la sabana como si temiera ser visto desnudo. Raizel volteo a ver a su alrededor buscando su anillo, sin moverse tanto como para despertar de sus pensamientos al hombre lobo. E incluso cuando este por fin le presto atención, lo primero que intento hacer fue bajarlo de su regazo, pero de manera inesperada fue sostenido de su camisa blanca y su rostro lo refugio en su pecho como si supiera su intención.

Lo mantuvo ahí unos segundos sin saber como reaccionar, dejando que el pequeño hiciera lo que quisiera, cuando por fin el niño decidió despegarse de el y regresara en su anterior postura, sus ojos carmesís esta vez menos claros que los de su versión adulta, lo observaron, regresándole la mirada como si le diera la atención que estaba buscando todo este tiempo, y es algo que el Noblesse se dio cuenta así que trato de aprovechar eso.

Incluso si sus métodos eran inapropiados y pésimos, así que lo único que pudo hacer fue alzar su mano como si quiera tocar su cicatriz que si era sincero siempre le causo curiosidad, pero no era momento de pensar en eso, así que de manera abrupta dio un manotazo en la mejilla del peligris, quien cerro los ojos y se hizo para atrás ante esa abrupta acción.

—¡¡Gaaaah!! —grito volteando su cuerpo hacia el pasillo señalándolo esperando a que lo llevara, aunque solo se ganó un pequeño gruñido.

—Si, Takeo ya viene, así que no tienes que golpearme.

—Gaaa.. —balbuceo al darse cuenta de sus acciones, incluso si trato de formular una disculpa lo único que salió de el fue un sonido incoherente, donde el peligris solo asintió como si le haya entendido, se mantuvieron en silencio esperando la llegada del humano modificado, aun si Raizel estaba sentado en sus piernas.

Raizel... ¿Es un bebé?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora