You're scared, i'm nervous..
...
La vida desde sus ojos había sido muy distinta a cómo los demás pensaban que debería ser. Por supuesto que no era un idiota pero a veces las personas buscan algo donde no lo hay, o buscan algo que si existe pero en el lugar equivocado.
¿Sabía si de verdad estaba enamorado? O acaso era.. ¿Una excusa? Eso era lo que mareaba su cerebro cada vez que se sentaba en el borde de la cama para pensar sobre lo que quería hacer para seguir de pie.
Suguru temía enamorarse de alguien que amaba para luego terminar lastimandolo, así que había acabado por aceptar sentimientos por alguien más que sabía que iba a dañarlo a él.
¿Estúpido? si, definitivamente si lo había sido. Pero al menos sentía que él tenía algo de control sobre ello. Por supuesto que Mahito era un idiota pero no sufría por culpa de él, lo que sea que lo hacía sentir mal del estómago era algo mucho más fuerte que unos malos tratos de un idiota pretencioso como su actual novio.
Habían algunos comentarios que si lo lastimaron, pero no tenían nada que ver con su relación con él.
-Por supuesto que ese idiota está enamorado de ti, Suguru ¿Piensas que soy idiota? -lo escuchó quejarse una mañana donde se habían encontrado para comer juntos -Satoru está loco por ti.
-¿Por.. qué dices eso, Mahito?
-Porque noto cómo tú lo miras a él también, no creas que no lo noto -el de pelo claro se levantó y tomó con su mano el rostro de su novio, era un agarre fuerte y posesivo -lo que sea que estés pensando, olvídalo, las cosas entre ustedes nunca funcionarían. Deberías agradecer que yo me fijé en alguien como tú, lo mínimo que podrías hacer es dejar de pensar en otro hombre.
-Yo no estoy.. -quería negarlo ¿Pero era tan obvio? Por supuesto que nunca trataría de llevar las cosas con Satoru más allá, nunca, no ahora que tenía novio. Pero.. -Lo siento.. Mahito..
-No me sirven tus disculpas -le gruñó en la cara antes de soltarlo u alejarse de él.
Había sido en parte su culpa haber aceptado estar con él cuando sus sentimientos por Satoru seguían confusos, y ahora era muy tarde para sentirse mal por sí mismo.
Mahito tenía unas actitudes horribles desde el primer momento y eso solo había servido para hacerlo pensar en alguien más para olvidarlo, a causa de eso sus sentimientos por el albino volvían a salir a la luz haciéndole dudar.
La conversación que escuchó entre los dos chicos ese día en la biblioteca había sido la gota que derramó el vaso, y ni siquiera ese día había podido reaccionar bien. Entró en pánico. Todas las palabras de su novio resonaban en su cabeza y odiaba la idea de estar enamorado de Satoru.
Odiaba esa idea porque Satoru le gritó que el no sentía nada por él. ¿Mahito se había equivocado? ¿Él se había equivocado? No sabía quién estaba equivocado pero esas palabras dolieron.
Solo lo alejó aún más, más de lo que Mahito lo había hecho alejarse. Y la culpa lo carcomía internamente después de haberle hecho caso al mismo cuando le dijo que debían reportar a Satoru ese mismo día.
Verlo caminar lejos suyo había sido de las cosas más dolorosas que había sufrido.
Por supuesto que quería llamarlo y pedirle perdón por todo, explicarle, pero temía que solo iba a empeorar las cosas. Dios, deseaba haberlo llamado. Tal vez las cosas no estarían tan mal ahora que Satoru ni siquiera quería hablarle.
Shoko lo notó, lo vió decaído en clases una vez más, no por Mahito por lo menos. Claro que sabía lo que estaba pasando pero sus amigos estaban más ciegos que otra cosa.
-Deberías terminar con él -le dijo a su amigo cuando se sentaron un día en las gradas.
-Tal vez.. -habían tenido una discusión el día anterior, todo porque Suguru no había querido ir a casa de Mahito. Sabía para qué, y eso lo había pienso de los nervios.. Pensar en acostarse con él le revolvía el estómago -¿Y.. Satoru?
-Él estará bien, no te preocupes -le dió una palmada en la espalda y le sonrió amablemente al pelinegro a su lado -solo.. trata de ser sincero, es lo que ambos necesitan.
Tenía que hacerlo de una vez por todas.. estaba harto de huir todo el tiempo por tener miedo.
-Quiero terminar contigo.
-Me preguntaba cuándo ibas a atreverte a hacerlo.. Me da curiosidad ¿Ya pudiste hablar con Satoru o esto es solo para ganar más de mi atención?
La estúpida arrogancia de su estúpido novio le rompía la cabeza como un martillo.
-Esto.. no tiene nada que ver él, eres tú.
-Por supuesto.. échame la culpa a mi porque no tienes las agallas de aceptarlo.
-¿No puedes superarlo? -se quejó, ya estaba llegando a su límite levantándose del lugar donde se había sentado para mirarlo a los ojos -te estoy dejado. Punto. Y si eso te molesta lo siento pero no puedo seguir con esto.
Suspiró y se alejó de él, pero una mano lo jaló desde la muñeca atrayendo su cuerpo hacia Mahito con fuerza.
-Hey, hey.. espera, no me digas que es cierto todo esto.. Deja de hacer un teatro, dime qué es lo que quieres y te lo daré -el de ojos morados lo miró con confusión, y asco -no me digas que de verdad ese idiota te trae con correa..
-Nadie me tiene de ninguna correa, suéltame carajo -intentó soltarse pero el agarre en su muñeca era muy fuerte para eso.
-Suguru deja de actuar como un idiota, te estoy dando otra oportunidad antes de que hagas algo estúpido -Mahito se acercaba demasiado a su cara, sentía de nuevo su estómago marearse con desagrado -vamos bebé, deja este berrinche de una buena vez..
-¡Dije que me dejes en paz! -antes de poder reaccionar, ya había golpeado al peliceleste en la cara, justo del lado contrario al cual Satoru había golpeado dos semanas antes.
Después de eso, corrió lo más lejos que pudo dejando a Mahito detrás. Podía escuchar sus gritos de enojo maldiciendolo pero era lo último que le importaba en ese momento.
Lo que quería hacer ahora era poder hablar con Satoru, tal vez la adrenalina le ayudaría con el miedo que estaba sintiendo en ese momento.
Sin poder detenerse, la puerta del apartamento ya estaba abierto y un Satoru confundido lo miraba a los ojos.
