CAPITULO 3

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No me lo podía creer, era el chico del otro día, ese estúpido, maleducado, bruto y guapo chico del otro día. Vale tengo bipolaridad y tengo que tratarla. No me puedo creer que mi tía sea amiga de su madre.

-Dani, que bien que bajas, tengo que presentarte a alguien.- Tami me cogió de la mano y me puso en medio del salón.- Elena, ella es mi sobrina y ahora hija Daniela.

-Solo Dani.- Le espete mirando ha un lado.

-Bueno, Dani el es Ryan el sobrino de Elena.- Lo mire esta guapo, tiene pinta de chico malo, como me gustan. Pero ¿que digo? Olvidalo, es un maleducado y bruto.

-Pues hola.- Dije indiferente algo que le sentó muy mal a mi tía, tanto que me dio un pequeño golpe en las costillas.

-Hola Dani.- Dijo Ryan con una sonrisa burlona. Bufé y volví al sofá con las rubias plásticas que no dejan de criticar mis preciosas converse. Me senté en una esquina y apoye mi codo en el brazo del sofá aguantando mi cabeza. Sentí como alguien se sentaba a mi lado gire un poco mi cabeza y ¡que sorpresa! Es Ryan.

-Oye Dani.- Dijo mi tía llamando mi atención.

-¿Que ocurre?- Dije girando mi cabeza hacia atrás.

-¿Te importaría ir a la tienda a por hielo?- Mire el reloj y eran las ocho y media, me da tiempo a ir y pasarme por el bosque.

-¡Claro! !Ya voy!- Me levante haciendo que las chicas diesen un salto para atrás. Reí levetemente y salí casi corriendo por la puerta. Fui corriendo a la tienda, por eso me puse las converse, compre el hielo y fui corriendo al bosque. Cuando llegue respire hondo y me senté a los pies de un árbol para descansar. Cogí un pequeño espejo dentro de mi móvil y refleje mis ojos, los puse rojos, reí y sentí algo húmedo en mi muslo, mire y el hielo se esta derritiendo, los mire fijamente y el hielo convertido en agua volvió como antes. Heche la cabeza para atras y suspire.

-¿Qué me esta pasando?- Dije en un susurro como si me fuesen a contestar. Lo raro es que sentí un susurro en mi oído pero no llegue a escucharlo bien, eres como si fuera otra lengua, puede que latín o griego antiguo.
Me levante de golpe y mire a los lados. No había nadie. Seguro que me estoy volviendo loca. Reí de forma nerviosa y me agache a coger pero esta se movió hacia atrás, me asusto y me caí para atrás. Me levante rápido, cogí la bolsa y salí corriendo del bosque y sin darme cuenta entre en un maldito callejón sin salida, estaba dispuesta a salir pero un mano fuerte me agarro del brazo y me tiro al suelo. El miedo se apodero de mi, intente levantarme pero mis piernas no me lo permitían. El sujeto me dio la vuelta por fin vi su cara, era viejo, unos cuarenta mas o menos, con barba canosa y pelo negro. Podía percibir el asqueroso olor a wisky.

-¡Pare! ¡Pare por favor!- Dije cuando el sujeto río maliciosamente y comenzó a besarme en cuello.

-¡Callete!- Bramo y me dio un tortazo que me hizo sangrar el labio. Comencé a revólver me y gritar. El sujeto rompió mi vestido haciendo ver mi ropa interior, de mis ojos salieron unas lágrimas, algo que divirtió al asqueroso sujeto. Comenzó a besarme y pasar sus manos por mis senos.

-¡Sueltala cabrón!- Escuche a alguien gritar y el hombre callo al suelo con la nariz sangrando. Mire hacia arriba y era ¡Ryan! Dios, no me puedo creer lo mucho que me alegro verle.

-Te vas a arrepentir.- Dijo el hombre y fue corriendo hacia Ryan, el lo esquivo con una increíble rapidez y lo tiro al suelo. Ryan lo comenzó a golpear y yo sentí como mis ojos se volvían rojos. Me levante con dificultad y me acerqué a ellos. Solo estire mi brazo hacia el sujeto y cerré mi puño. Al hombre le comenzó a sangrar los ojos y los oídos, haciendo que vomitase sus pulmones y muera al instante. El labio inferior me comenzó a temblar y de mis ojos salieron lágrimas que resbalaban por mis mejillas callendo por mi mentón. Mis rodillas de incaron en el frío asfalto, puse mis manos en mi cara y comencé a sollozar.

-Tranquila Dani, yo estoy aquí y te voy a ayudar.- Escuche decir a Ryan, sentí como me abrazaba por la espalda y me levantaba junto a el. Me miro a los ojos y me puso su cazadora negra por los hombros. Me quedaba enorme ya que soy muy delgada y baja. El me la coloco bien y me la cerro con sus manos, paso su brazo por mis hombros y me junto con el. Fuimos todo el camino de vuelta a casa en silencio. Cuando llegamos me quede parada en la puerta escuchando las risas.

-¿Qué ocurre Dani?- Me quede mirando la puerta e hice una mueca. Me mire como iba y bufé.

-No quiero que me vean así.- Dije y el río.

-Pero si vas genial.- Dije de forma irónica.

-Ja ja ja, que gracioso.- Dije haciendole una mueca.

-Vamos por la puerta de atrás.- asentí y fuimos atras. Entramos y fuimos a mi habitación, me acerque a mi armario y saque un vestido azul oscuro corto, por mitad del muslo, con las mangas por los codos y escote en "U" cogí mis converse azul oscuro bajas de tobillo. Ryan me miro de forma pervertida y yo lo mire con el ceño fruncido.

-¿Qué crees? ¿Que me voy a cambiar delante de ti?- dije amenazante, el río y negó con la cabeza mirando al suelo. Me metí en el baño y me cambie, me recogí el pelo en una coleta alta dejando un mecho de pelo tapandome un poco la parte derecha de la cara y salí del ahí.

-Estas muy bien.- Dijo Ryan un poco ruborizado.

-Gracias. Vamos a bajar.- Cuando bajamos todos nos miramos.

-¡Dani! ¿Qué hacías hay arriba? ¿No habias ido a por hielo?- Las chicas rieron y susurraban cosas que cabrearian a cualquiera.

-Si, he ido a por hielo, pero había mucha gente y he salido tarde, iba de camino a casa pero pille un atajo que hizo que diera una vuelta muy larga y llegue a la puerta trasera de la casa, antes de llegar me caí en un charco y quede empapada por eso el cambio de ropa.- Reí un poco y ella asintió.

-¿Y que hacia Ryan arriba?- Me quede un segundo callada y Ryan hablo por mi.

-Cuando salí de aquí a buscarla porque tardaba mucho la vi tomando el atajo y la espere en la puerta de atrás ya que sabia a donde daba el atajo. Cuando la vi llegar callo en charco salpicando me y fui al baño de arriba para secarme y salimos a la vez pues ya bajamos juntos.- El río por lo bajo y mi tía no muy convencida asintió y se fue con las madres.

-Que buen mentiroso.- Dije y reí el hizo lo mismo y me miro riendo.

-¿Yo? La buena mentirosa eres tu, que le has contado un cuento a tu tía.- Río mas y yo reí con el.

-No te metas conmigo, acabo de vivir una experiencia traumante.- Yo reí pero el me miro serio , cogió mi mano y me llevo fuera, al patio.

-¿Que te pasa?- Pregunte cruzandome de brazos.

-No bromees con eso. -Dijo serio y con el ceño fruncido, yo lo mire incrédula.

-Ryan, no somos normales, ¿verdad?- el miro al suelo y después a mis ojos.

-No, no somos como los demás. Lo que le has hecho a ese cerdo asqueroso no es de ser muy normal.

-Pero en entonces, ¿Qué somos?- Pregunte algo nerviosa ante su respuesta.

-So-somos...-suspiro-... Demonios.- Al escuchar esa palabra sentí un escalofrío por mi espalda y mi piel palideció.

-Entonces mis padres y mi tía, ¿tambien lo son?- Dije seria y nerviosa.

-No, ellos no son demonios, Elena, mi "tía" tampoco, soy adoptado, solo que a mi me adoptaron con siete años y yo ya lo sabia.- Me explico y mire al suelo para intentar procesar todo esto.

-¿Quién es mi padre?- Pregunte con algunas lágrimas en mis ojos y temblando.

-Eso no lo se, solo que es muy poderoso y un gran demonio.- Levante la vista con actitud seria.

-Ryan, vamos dentro. Ya hablaremos sobre esto mas tranquilamente.

-Claro, vamos.- Me cogió de la mano y entramos, todos nos miraron y nos sentamos en el sofá.
El resto del tiempo la pasamos hablando todas sobre ropa, chicos y esas cosas. De vez en cuando Ryan y yo nos mirábamos y me ruborizaba. Todos se fueron y mi tía y yo nos fuimos a dormir.

TONIGHT(#wattys2015)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora