-Maratón de verano- Capítulo 8: Mi secreto más oscuro

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-Debes estar bromeando.
Me quería morir. En su cara se reflejaba asco y confusión y sin darme cuenta ya me caían unas cuantas lágrimas por las mejillas. Una inocente parte de mí tenía la esperanza de que él sintiera lo mismo.
-Eso es imposible. Mírame -me coge de la cara con sus grandes manos y me hace mirarle a los ojos- Soy una persona horrible. Maté a dos personas.
Me quedo un poco perpleja por lo último que me ha dicho, pero realmente me da igual...
-¡Me da igual! ¡No me importa, estoy segurísima de que has cambiado, de que puedes cambiar! -se me saltan mas lágrimas-.
-Estas loca joder, loca-se queda callado sin saber qué hacer-.
-Ya...supongo que si...de todas maneras tú ya tienes novia...-me separo de él y me voy andando-.
-Claro, ¿por eso te he besado, verdad?
Se planta delante mío ya más tranquilo y suspira.
-Igual que besaste a la de la universidad, yo que sé- le esquivo y sigo andando-.
-¿De qué coño hablas? Yo no he besado a nadie.
-En la universidad, durante la visita, a una tal Triana, no niegues lo que ví con mis ojos.
-Me besó ella. No tengo por qué darte explicaciones. Ni siquiera se porque te he besado...yo...solo...me gustan tus labios. Son carnosos-me mira los labios-.
-Pues despídete de ellos, porque, ¿estoy loca verdad? -niego con la cabeza y salgo corriendo-.
Veo que corre detrás de mí. Me para cogiéndome de la cintura un poco brusco.
-He cambiado de opinión... no quiero que te vayas. Yo soy el loco-cierra los ojos-.
-Ahora no Alan, no soy un juguete, no puedes jugar con mis sentimientos como te dé la gana, entiéndelo. Ya me lo has dejado claro, no quieres volver a verme, y así será.
Alan
Mierda. Soy gilipollas. No puedo decirle lo que siento pero tampoco dejarla ir. La única opción que se me ocurre es volver a besarla y eso hago. Le he cogido de la cintura y le levanto un poco hacia arriba para que llegue a besarme y por fin toco el cielo. Es como la droga, pero en preciosa y buena.
Se separa de mí y la veo llorando.
-Si no me quieres deja de besarme, me estás haciendo daño...mucho daño...
-Duerme conmigo hoy-digo esperanzado-.
-¿Para qué? ¿Para que mañana vuelvas a comportarte como un gilipollas conmigo? No, gracias.
-Para poder contarte todo-le rodeo la cintura de nuevo para que se acerque- lo de gilipollas viene de fábrica, no tiene remedio.
-¿Y por qué no empiezas ya? No voy a pasar la noche en tu cama Alan...
-Las dos personas a las que mate eran mi hermana y mi madre Paula. Las únicas chicas que he querido.
-¿Qué? ¿Por qué?-me mira asustada-.
-Es una larga historia y hace frió aquí.
-Alan...-susurra-por favor...
-Buenas noches,pequeña.
-¿Te vas?- lo miro-.
-Tengo que buscar un hotel. No pienso dormir en la misma casa que esos malnacidos.
-¿Me vas a dejar sola?
-No quieres venirte conmigo. ¿Qué quieres que haga?
-Me prometes que no me vas a tocar?
-No
-¿No,qué?-levanta una ceja-.
-No te prometo nada.
- Adiós Alan...-se va alejando de mí-.
-Joder vente conmigo. No puedes decirme que te prometa eso porque sé que cuando te lo cuente querré besarte.
-No me refiero a eso Alan...-me miro- eres el típico chico de aquí te pillo y aquí te mato ¿verdad? Eres del que va de flor en flor...y lo siento, pero yo no estoy en el jardín...
-¿Enserio me ves con cara de aguantar a muchas chicas? Me traéis malos recuerdos la mayoría.
-Cuéntame por qué las mataste y me iré contigo.
-Prométemelo.
-Te lo prometo.
-A penas tenia siete años. Mi padre estaba casi todos los días aquí, en Alemania, por su trabajo. Yo vivía en Sevilla con mamá y Tris. Mamá tenía un amante... y se fue con él después de divorciarse con mi padre. Carlos nos trataba mal a mi hermana y a mí y nos insultaba. Tris a penas tenia dos años... un día... estábamos comiendo y yo sin querer tiré un plato al suelo. Me empezó a gritar diciéndome que era un inútil y yo le empecé a pegar y él a mí. Pero claro, era mucho más mayor y fuerte que yo. Me dejó cicatrices y moratones. Mi madre me defendió y...lo único que recuerdo fue despertar en mi jardín viendo mi casa arder y mi madre y mi hermana dentro. Te lo he contado muy resumido pero seguro que me dejo algo-al recordarlo todo se me humedecen los ojos- siempre recordaré a mi madre diciendo que me fuera y...
-A lo mejor no fuiste tú...-me acaricia la mejilla y me limpia las lagrimas que me empiezan a caer- si solo recuerdas estar afuera y ver la casa no fuiste tú...
-Si no fui yo fue Carlos. Y yo fui quien le enfadó. Murieron por mi culpa joder.
-No fue tu culpa Alan...-me abraza- no fuiste tú mi pequeño niño asustado.
No lo soporto más y me echo a llorar enterrando mi cabeza en su cuello.
-Si lo fue.
-Shh...-me acaricia la cabeza- tranquilízate...
-No te vayas por favor...

Don't let me go...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora